Mohammed creció en una tribu Fulani y comenzó a trabajar en la cría de ganado cuando tenía seis años de edad. Lo hizo por casi 10 años hasta que fue a una escuela de árabe para estudiar el Corán. Antes de esto, Mohammed había aprendido sobre el Islam de su padre.
Después de varios años de estudios, regresó a casa. Una noche tuvo un sueño aterrador. Vio a la gente a lo largo del borde de la carretera que estaban sufriendo. Entró por una puerta y la gente lo tomó y lucho contra el y lo venció. Luego fue encerrado en una habitación que estaba muy caliente. Estaba tan caliente que su carne comenzó a despegarse de su cuerpo. Cuando empezó a gritar y tratar de patear la puerta para abrirla y escapar, se despertó. No pudo dormir por el resto de la noche. La noche siguiente, él tuvo otro sueño. Esta vez estaba en un camino diferente y vio los cuerpos en descomposición. Él llegó a la misma puerta, fue golpeado y llevado a la misma habitación. Su carne se derretía de su cuerpo cuando apareció un hombre vestido de blanco. De repente, la habitación se enfrió y las personas que lo estaban golpeando desaparecieron. El hombre extendió su mano y tomó la mano de Mohammed y le dijo: "Hijo mío, ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Quieres que te lleve a casa? Mohammed dice: En un segundo yo estaba de vuelta a casa y él me dijo: ¡Te amo hijo!.
Dos semanas más tarde, Mohammed tenía un tercer sueño. Él estaba en el monte y había un agujero profundo en frente de él y no sabía cómo cruzarlo. Cuando volvió a mirar a la fosa él se asustó y pensó que probablemente se caeríá dentro de ella y moriría. Vio a un hombre vestido de negro caminando rápidamente. Este hombre le dijo que un león venía detrás de él y que debía saltar sobre la fosa antes de que el león lo alcanzara. Mohammed podía oír el rugido del león. Justo cuando estaba a punto de saltar, el hombre de blanco de su sueño anterior apareció frente a él y le preguntó: "Hijo mío; ¿A dónde vas?". El hombre de negro desapareció y el rugido del león cesó. Mohammed le dijo al hombre vestido de blanco: ¡Quiero irme a casa!. Mohammed le pidio que si podía ayudarle. El hombre de blanco camino por encima de todo el pozo y mientras lo hacía, el agujero se cerró y él le dijo a Mohammed que cruzara y volviera a casa. Cuando estaban cerca de la casa de Mohammed, el hombre dijo: "Te amo, hijo mio."
Al día siguiente, Mohammed fue a encontrarse con un conocido cristiano para hablarle de este sueño. Este amigo le presentó a algunos jóvenes de otra iglesia y guiaron a Mohammed a aceptar a Cristo. Les dijo a sus padres que él era ahora un cristiano. Después de varios meses, el padre de Mohammed le obligó a beber veneno. Ordenó a los hombres del pueblo que rodearan a Mohammed para que no pudiera escapar. Curiosamente, dos días antes, Jesús se apareció a Mohammed y le dijo que cualquier dificultad que enfrentara, Él proveería la salida. Mohammed le preguntó a su padre si podía orar antes de beber el veneno. Oró y bebió el veneno y se fue a la cama. A la mañana siguiente, para disgusto de su padre, Mohammed aún estaba vivo. Más tarde, su familia trató de matarlo disparándole con una flecha envenenada. Pasó un mes en el hospital, pero él sobrevivió a esta experiencia también.
Después de estos intentos de poner fin a su vida, su familia intentó otras tácticas para persuadirlo a abandonar el cristianismo. Su padre le dio cien vacas y le dijo que podía tener tres esposas si abandonaba la fe cristiana. Con el tiempo, Mohammed hizo su elección - pero era abandonar el hogar familiar. Dio las gracias a su padre por las vacas y la oferta de tres esposas y le dijo: "Usted no podría prometerme ni cumplir con lo que "Jesús" me ha prometido". ¿Tiene usted el poder para darme la vida eterna? Su padre le dijo: ¡No!. Mohammed le dijo a su padre: ¡Entonces no hay manera en que yo deje a Jesucristo.
Unos años más tarde, mientras yacía en su lecho de muerte, el padre de Mohammed le pidió perdón y le dijo que estaba listo para recibir a Jesús como su Salvador. Mohammed guió a su padre en la oración del pecador y tres horas más tarde, su padre murió. Por un lado, el fallecimiento de su padre era un acontecimiento triste, pero por otro lado, era motivo de regocijo. Padre e hijo no solo habian sido reconciliados entre sí, sino que dejó este mundo en paz, sabiendo que en el reino por venir, él estaría con Jesús por toda la eternidad, y en algún futuro estaría con su hijo de nuevo en el cielo.
Fuente: More Than Dreams
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Editado por: ÁGAPEENLARADIO (AELR)
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