Tengo mi propia convicción teológica en cuanto a este tema, pero no es este el motivo por el cual escribo y publico este punto, que para muchos se les convierte en causa de profunda molestia y desacuerdo. No temo a los que se molestan (hasta el punto de la histeria), ni a los que están en desacuerdo con el tema en si. A lo que le temo es a aquellos que tienen la potestad de enseñar a otros, pero no se enseñan a si mismos. Temo a los que no estudian profundamente (escudriñando cada día) las Escrituras, para ver si son ciertas o no algunas posturas teológicas. Después de todo, cabe una de dos posibilidades: Hay quien tenga la razón y quien no la tenga. Estas dos y no hay cinco patas en un gato, sino cuatro.
Sí no nos despojamos del pecado del orgullo, de la vanagloria, y estudiamos con detenimiento lo que las Sagradas Escrituras tiene que decirnos en cuanto a esta doctrina, nos perjudicaremos a nivel personal, pero también perjudicaremos a todos aquellos que están bajo nuestra influencia (familia, iglesia del Señor). Por lo tanto es necesario que nos aseguremos que cualquiera sea la posición que asumamos en cuanto a este tema, sea realmente la correcta. Dichas estas cosas, pasaré a desarrollar este espinoso asunto.
Hagámonos las siguientes preguntas:
1.- ¿El término Predestinación aparece en las Escrituras?
2.- ¿Hay textos, porciones Escriturales que avalan la "Elección" de parte de Dios a los que el "Llama? ¿Depende del que corre, o del que puede? ¿o depende de Dios, que tiene misericordia?
3.- ¿Se refirió alguna vez "Jesús" al termino de la Elección?
4.- Pablo, aparte de haberle escrito a los romanos acerca de la Predestinación; ¿Insistió en sus epístolas pastorales con el resto de las iglesias?
5.- ¿Hay alguna evidencia de la elección, predestinación en el Antiguo Testamento?
6.- ¿Acaso Dios es injusto, porque en su Soberanía determinó anticipadamente salvar a algunos de entre todos los que se iban a perder?
Es necesario recalcar que ningún ser humano (de no haber intervenido Dios en su Misericordia) se iba a salvar, porque Todos pecaron y fueron Destituidos de la gloria de Dios.
Por lo tanto "todos" merecemos el "castigo eterno"
Dios habría actuado completamente apegado a Su Justicia, sí hubiese dejado que todos se perdieran, puesto que eso era lo que merecíamos. Justicia es darle a cada quien lo que le corresponde. Dios actuó con clemencia y decidió salvar a algunos de entre los que (de todas maneras) se iban a perder.
Como quiera que esto no pretende ser un estudio exhaustivo de este tema, entonces lo que procede es que cada quien debe sumergirse en las profundidades de la excelsa Palabra de Dios, en humillación, e inquirir del Espíritu Santo que revele la verdad acerca de esta doctrina. Al menos, espero que algo de luz haya podido llegar a los corazones y lo demás se lo encomiendo al Señor, quien aclarará todas las cosas.
Julio César Barreto:
Pastor de enseñanza Biblica, Productor y Conductor de los espacios radiales: Síntesis Forever, Gospel Blues & Jazz, Los Protagonistas de nuestra Música; difundidos a través de la plataforma digital de "Ágape en la radio Podcast". Reside en la ciudad de Maturín, Venezuela, América del Sur. E.mail: barret.jucce@gmail.com
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