“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también
esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo…” (Filipenses
3:20)
Por: Pr. Julio César Barreto
Millones de seres humanos viven agrupados en un determinado
territorio (Países), y cada uno de ellos tiene su propia identificación. El poseer una
identidad es muy importante tanto para el individuo en si, como para el
colectivo. Deberíamos procurar adquirir un mejor conocimiento de este aspecto y
hallar respuestas a preguntas tales como: ¿Qué significa el término Identidad?,
¿Cómo se obtiene?, y ¿Para qué nos es útil?
Quiero enfocar este asunto bajo dos ópticas: El Plano de lo Terrenal vs lo Celestial.
Identidad bajo la Óptica de
lo Terrenal:
¿Qué significa el término Identidad? : Es el conjunto de rasgos y características que posee una
persona y la distingue de los demás. Un ejemplo (no restrictivo) de ello es la huella dactilar, las cuales se forman en el ser humano a partir del sexto
mes de su vida intrauterina.
Estos
dibujos que aparecen visibles en la epidermis de cada persona son: perennes, inmutables,
diversiformes y originales y son por lo tanto uno de los rasgos
característicos de un individuo. Las
huellas dactilares llevan siendo usadas desde el siglo XIX en la identificación
de individuos. Es una herramienta biométrica fundamental para reconocer si una
persona nos está engañando o no acerca de su verdadera identidad.
En este punto se hace necesario destacar que existen varios tipos de Identidad: Identidad Nacional, Identidad Cultural, Identidad Personal, Identidad Etaria, Identidad Relacional, Identidad Política, Identidad Vocacional, entre otras.
¿Cómo se obtiene la Identidad?: Esta se obtiene de dos maneras: Por nacimiento o por adopción. Al nacer, inmediatamente los
padres presentan al recién nacido ante los organismos competentes; allí se toma nota de los nombres, los apellidos,
datos de los padres, lugar de nacimiento. Luego (en su momento preciso) esa
persona recibirá su primer documento: la
Cédula de Identidad, a ese le seguirá el Pasaporte.
¿Qué utilidad percibimos por medio de la
Identidad? : En el aspecto de lo colectivo;
a toda nación le conviene poseer un registro pormenorizado de todos y cada uno
de sus ciudadanos. Al Estado (como un
todo), le conviene que su población se ubique en cada una de sus identidades, sobre todo en aquellas que
contribuyan a despertar sentimientos patrios, tales como la Identidad Cultural,
La identidad Nacional, la identidad Política.
Cada
nación procura que sus ciudadanos
quieran a su país, lo protejan, lo cuiden, lo promuevan, lo defiendan, lo
conozcan. Por eso la importancia de una clara Identidad Nacional en cada uno de
sus habitantes. Esto resultará en un gran beneficio para todo el colectivo.
Identidad
bajo la Óptica de lo Celestial:
Ya estamos en la dimensión de lo que llamaremos: “Mi nueva Identidad”. Nos haremos las
mismas preguntas del segmento anterior:
¿Qué es
Identidad? (Celestial) – Mientras que la Identidad Terrenal es el conjunto de rasgos y/o
características que posee cada individuo, y lo
distingue de los demás; en nuestra Nueva
Identidad, todos somos un cuerpo , y aunque tiene muchos miembros, aún así
permanece unido a su Cabeza (no es bicéfalo).
“Sino
que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se
ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su
crecimiento para ir edificándose en amor”. (Efesios 4: 15-16).
Aunque existen muchas
denominaciones cristianas, y hay divergencias de opinión en cuanto a temas
doctrinales (no necesariamente fundamentales), con todo y eso, la Iglesia (el
cuerpo de Cristo), permanece unido. Esto
es así porque Jesús dijo:
“…y sobre
esta roca edificaré mi iglesia; y
las puertas del Hades no prevalecerán
contra ella.” (Mateo 16:18).
“Porque
así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del
cuerpo, siendo muchos, son un solo
cuerpo, así también Cristo.
Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. Pero
ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo”. (1 Cor. 12).
Al igual que todas las naciones, la nuestra
(aunque de arriba) es semejante en varios aspectos a las de la Tierra. Por
ejemplo: Es un Reino, por lo tanto tiene un rey:
“Entonces
vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se
llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea…Y en su vestidura y en
su muslo tiene escrito este nombre: REY
DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES”.
(Apocalipsis 19: 11-16).
Tiene una ciudad Capital
(La Nueva Jerusalén): (Apocalipsis 3:12)
“Al que venciere, yo lo haré columna en el
templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre
de mi Dios, y el nombre de la ciudad de
mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi
nombre nuevo”.
Tenemos una nueva
ciudadanía (celestial) :
“Mas nuestra ciudadanía está en
los cielos, de
donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo” (Filipenses 3:20)
¿Cómo
se obtiene la Nueva Identidad?
Por medio del nuevo nacimiento
y por adopción.
“…el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios… el
que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”
(Juan
3: 3,5);
“según
nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y
sin mancha delante de él, en amor habiéndonos
predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según
el puro afecto de su voluntad” /
(Efesios
1; 4-5)
¿Para
qué nos es útil la Nueva Identidad?
Nos provee de:
Una nueva naturaleza (2 Cor.
5:17)
Un nuevo Origen (1 Juan 5:4)
Un nuevo nombre (Apocalipsis 2:17)
Una nueva vida (Juan 10:10)
En la misma medida en que nos
vamos haciendo más conscientes de nuestra Nueva Identidad, de igual modo nos vamos
haciendo más ciudadanos del Cielo que de
la Tierra. Esto es bueno, porque los ciudadanos del Cielo son Perfectos, quiere
decir que gradualmente vamos haciéndonos más a la semejanza de nuestro Gran Rey
Jesús.
“Mirad
cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por
esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora
somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero
sabemos que cuando él se manifieste, seremos
semejantes a él, porque le veremos tal como él es.” (1 Juan
3: 1-2).
*Biometría:
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