Quizás usted habrá escuchado o leído muchas veces el texto que dice:
“Porque no tenemos lucha contra carne y
sangre, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de
este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes…”
(Efesios 6:12).
En este artículo (sin ánimo de entrar en
contradicciones) quiero compartirles que si tenemos una lucha contra carne y
sangre. ¿Cómo es eso? ¡Veamos!
Cabe plantearnos algunas
interrogantes y hallar las respuestas en las Sagradas Escrituras, para
comprender de qué se trata este asunto. Por ejemplo:
¿Tiene el cristiano una Batalla?
Definitivamente todo creyente
tiene en esta tierra una batalla. Desde el mismo momento de nuestra conversión
a Cristo, nos hacemos conscientes de nuestra lucha. Por esa razón Pablo
escribió a Timoteo y le dijo:
“He peleado la buena batalla, he
acabado la carrera, he guardado la fe” (2 Timoteo 4:7)
Esta batalla es permanente
(durante toda nuestra vida terrenal).
¿Contra quién o quienes es la
Batalla?
En primer lugar es necesario reconocer, que toda nuestra lucha (generalmente hablando) es en
realidad tal como lo dijo el Apóstol
Pablo:
“Porque no tenemos lucha contra
carne y sangre, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de
este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes…”
(Efesios 6:12).
Por otra parte es importante también
apercibirnos que los instrumentos que
utilizará Satanás para confrontarnos, en
más de una ocasión serán humanos.
El diablo (definitivamente) es
malo y le gusta hacer su trabajo sucio; acusar, tentar, robar, matar,
atemorizar, para poner a prueba a los
creyentes. Un ejemplo (entre tantos) lo encontramos reflejado en hombres de Dios como: Job (Job Caps. 1 y
2) y Pedro (Lucas 22:31).
“Respondiendo Satanás a Jehová dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde?
¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo
de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la
tierra. Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no
blasfema contra ti en tu misma presencia.
Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano;
solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová…”
En cuanto a Pedro, Jesús le
advirtió lo siguiente:
“…Simón, he aquí Satanás os ha
pedido para zarandearos como a trigo;
Pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a
tus hermanos”. (2 Pedro 22: 31-32)
Pablo escribió (inspirado por el
Espíritu Santo) y dijo que su lucha había sido (también) contra:
-
Falsos hermanos
(2 Cor. 11:26)
-
Contra los enemigos de la Cruz de Cristo (falsas
doctrinas) - Filipenses 3:18
La carne (nuestra naturaleza
humana caída), es un enemigo de cuidado, contra ella es también nuestra batalla. Pablo en tal sentido dijo:
“Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que
aborrezco, eso hago… Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien;
porque el querer el bien está en mi, pero no el hacerlo… ¡Miserable de mi!
¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?” (Romanos Cap. 7)
En base a este planteamiento del
Apóstol Pablo, surge inevitablemente otra pregunta:
¿Cómo ganar esta Batalla?
La respuesta la encontramos en
los siguientes textos de las Sagradas Escrituras:
“Y el mismo Dios de paz os
santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea
guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el
que os llama, el cual también lo hará” (1 Tes. 5: 23-24)
Si bien es cierto que deberíamos
hacer todo nuestro mejor intento, por mantener a raya nuestros antiguos y
dañinos bajos instintos, es más cierto
aun que sin la ayuda, el poder de Dios (nuestro Padre Celestial), jamás podremos
lograrlo. De ahí la gloriosa exclamación de Pablo:
¡Gracias doy a Dios, por
Jesucristo Señor nuestro! (Rom. 7:25).
Nota: Este artículo puede ser reproducido, con la única condición de que
se reconozca su autoría y contenga un enlace que lleve al original.
Amén Amén Gloria a Dios aleluyah !!
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