Por: Pr. Julio César Barreto
2 Tesalonicenses 2: 1-12
Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,
inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,
y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira,
a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.
Cuando adquirimos algún
producto, este viene acompañado de un instructivo (manual), con la finalidad de
familiarizarnos con él, conocer su manejo, características, fabricante, etc.
De igual manera, Dios (nuestro Padre) nos ha
provisto de un excelente e inconfundible instructivo; podríamos decir que la Biblia es nuestro “Manual de
Instrucciones” (permítanme decirlo así de algún modo).
Hoy por hoy se hace más
imperativo que antes, conocer muy bien este “Manual”; porque no es un secreto
para nosotros, que somos protagonistas
del tiempo final de todas las cosas.
Sí nosotros (voluntaria o
involuntariamente) ignoramos esto, hay alguien que no lo hará. El diablo (mentiroso) ha descendido muy
molesto porque sabe que le queda poco tiempo (Apoc. 12:12):
“...
¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a
vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo”.
Este mentiroso tiene a su disposición todo un ejército de ángeles caídos,
pero también cuenta (adicionalmente) con
un numeroso grupo de seres humanos que le sirven y hacen su trabajo.
El objetivo del enemigo y sus servidores, es llevar a cabo una misión
diabólica llamada: “El Engaño Final”, o sea “Una Gran Estafa”. Este plan
consiste en confundir, introducir la apostasía en la iglesia, hacer que las
personas blasfemen del Evangelio, apartar del “Camino” a la mayor cantidad de
almas que le sea posible.
En vista de todo esto es necesario tener en cuenta los siguientes
principios:
No. 1 - Estudiar analíticamente
las características peculiares de este tiempo final.
No. 2 – Conocer y tener siempre presente las palabras (instrucciones) que
nos dejaron por escrito nuestro Señor Jesús
y los apóstoles, en cuanto a este tema.
No. 3 - ¿ Cómo enfrentar el “Engaño Final” y derrotarlo?.
No. 1 –
Características del tiempo final
Este tiempo final se
caracterizará (entre otras) por una
proliferación de engañadores. A saber (Mateo 24:23-25) – ( 2
Cor. 11: 3, 13-15):
-
Falsos Cristos
-
Falsos Profetas
-
Falsos Apóstoles
Jesús:
24:23 Entonces, si
alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis.
24:24 Porque se
levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y
prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.
24:25 Ya os lo he dicho antes.
Pablo:
11:3 Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó
a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera
fidelidad a Cristo.
11:13 Porque éstos
son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de
Cristo.
11:14 Y no es
maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.
11:15 Así que, no es
extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo
fin será conforme a sus obras.
No. 2 Advertencias Apostólicas
La Iglesia se edifica día a
día sobre el fundamento de los Apóstoles de Cristo (Efesios 2:20). Así que cada
creyente se somete a las enseñanzas claras, inspiradas por el Espíritu Santo,
las cuales nos son nuestra Espada del Espíritu, para combatir toda falsedad.
1.- Cristo (Apóstol y Sumo
Sacerdote de nuestra profesión) Hebreos
3:1
“Ya se los he dicho antes” (Mateo
24:25). Esto es como decir: “No vayan a decir mañana pasado: ¡Ay, yo no sabía!
¡Nadie me dijo nada!”.
2.- Apóstol Pedro (2 Pedro
2: 1-3):
2:1 Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre
vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías
destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos
destrucción repentina.
2:2 Y muchos
seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será
blasfemado,
2:3 y por avaricia harán mercadería de vosotros con
palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se
tarda, y su perdición no se duerme.
3.- Apóstol Juan (1 Juan
4:1):
4:1 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los
espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el
mundo.
4.- Apóstol Judas (3,
4,11-13,17-23)
1:3 Amados, por la
gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha
sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe
que ha sido una vez dada a los santos.
1:4 Porque algunos hombres han entrado encubiertamente,
los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres
impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a
Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.
1:11 ¡Ay de ellos!
porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de
Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré.
1:12 Estos son
manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se
apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los
vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados;
1:13 fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza;
estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de
las tinieblas.
1:17 Pero vosotros,
amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles
de nuestro Señor Jesucristo;
1:18 los que os
decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados
deseos.
1:19 Estos son los
que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu.
1:20 Pero vosotros,
amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo,
1:21 conservaos en
el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para
vida eterna.
1:22 A algunos que
dudan, convencedlos.
1:23 A otros
salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor,
aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.
1:24 Y a aquel que
es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su
gloria con gran alegría,
1:25 al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y
majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.
No. 3 ¿Cómo enfrentar el “Engaño Final” y
derrotarlo?
1.- Agarrarnos (fuertemente)
de la “Palabra Profética más segura” (2 Pedro 1: 19-21):
1:19 Tenemos
también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos
como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y
el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;
1:20 entendiendo
primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación
privada,
1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad
humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el
Espíritu Santo.
2.- Ser llenos del Espíritu Santo (Efesios 5: 17-18)
5:17 Por tanto, no
seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
5:18 No os embriaguéis
con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,
3.- Probar a estos falsos Apóstoles,
Profetas, Cristos (Apoc. 2: 1-2; 1 Juan 4:1)
2:1 Escribe al ángel de la iglesia en
Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de
los siete candeleros de oro, dice esto:
2:2 Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia;
y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser
apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;
4:1 Amados, no
creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos
falsos profetas han salido por el mundo.
4.-
Tener memoria de las palabras que fueron dichas por los Apóstoles de
nuestro Señor Jesucristo (Judas 17).
1:17 Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras
que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo.
Dios (nuestro Padre) bendiga continuamente a su Pueblo
y le de entendimiento en todas estas cosas, para que estemos firmes, hasta el
día grande y bienaventurado de su Manifestación.
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