Por Shana Schutte.-
Si usted está pensando en casarse con un no creyente, a continuación encontrará algunas preguntas que quizás tenga que responder en el futuro.
Seguir a Cristo es la decisión más importante que usted puede tomar ¿Cuál es la segunda decisión más importante? Escoger a una pareja que comparta su fe y que esté dispuesta a apoyarlo en su crecimiento espiritual.
En 2 Corintios 6:14, el Apóstol Pablo dice que los creyentes no deben “unirse desigualmente con los incrédulos.” Aunque es cierto que este pasaje no menciona específicamente el matrimonio, sí se refiere a estar vinculado a una relación con otra persona – no hay ninguna relación que vincule más que el matrimonio.
La imagen de dos bueyes atados juntos (o unidos) es a menudo utilizada para explicar esta Escritura.
Esto mismo sucede con dos personas que se casan, pero no comparten una fe en común. Tal y como los bueyes halan en direcciones opuestas, una pareja que no comparte las mismas bases divinas va a chocar y a tener conflictos.Los bueyes deben halar en la misma dirección. De lo contrario, pelearán entre ellos y se agotarán.
Quizás usted no esté del todo convencido todavía y se esté preguntando, Si dos personas disfrutan de su compañía y se sienten atraídas mutuamente, eso es suficiente para mantener la relación, ¿Correcto? Absolutamente no.
Si usted está considerando casarse con un no creyente, a continuación encontrará algunas preguntas a las que quizás deba enfrentarse para contestarlas en un futuro:
● ¿Quién estará en primer lugar, Cristo o su pareja? Y ¿Cómo le va a explicar – y ayudar a entender – esto?
● ¿Se verá afectado su propio crecimiento espiritual por la indiferencia hacia Dios por parte de su cónyuge?
● ¿Cómo le explicará usted a su cónyuge la forma en la que Dios guía sus decisiones, si él o ella no Lo conocen?
● ¿Qué sucederá si usted cree firmemente que Dios desea que ustedes alcancen algún objetivo juntos como pareja?
● ¿Qué pasará si usted es guiado por Dios para abandonar algún hábito suyo en particular? ¿Lo entenderá su pareja?
● ¿Pensará acaso su pareja que usted está siendo poco razonable, especialmente debido a que “todos lo hacen”?
● Si ustedes tienen hijos, ¿Estará su pareja de acuerdo en dejar que conozcan a Cristo como parte de su crianza? ¿Objetará su pareja el hecho de que usted quiera llevar a sus hijos a la iglesia o a alguna otra actividad cristiana?
● ¿Será la incredulidad de su cónyuge un obstáculo para que sus hijos y nietos confíen en Dios, básicamente afectando el destino eterno de ellos?
● Cuando usted y su cónyuge tengan una discusión, ¿Tendrá su pareja la capacidad de perdonar? (Después de todo, el perdonar es una decisión que, ya en sí, muchas personas encuentran difícil, aún con Dios en sus vidas.)
Aún los cristianos bien intencionados pueden caer en la trampa de casarse con no creyentes. Lo más importante a tomar en cuenta es que decir que conoce a Cristo, no significa que su pareja tenga una relación con Él.
El matrimonio basado en la fe en común es para nuestro beneficio, bendición y protección propios. Dios quiere lo que sea absolutamente bueno para usted. Tome la decisión de seguirlo a Él y permitirle que lo ayude a encontrar a la pareja correcta para usted.
Fuente:
Enfoque a la Familia
http://www.soyadorador.com/
Reproducido por: Ágape en la radio (AELR).
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