“17Hermanos,
sean imitadores míos, y observen a los que andan según el ejemplo que tienen en nosotros.18Porque muchos andan como les he dicho muchas
veces, y ahora se lo digo aun llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo, 19cuyo
fin es perdición, cuyo dios es su apetito y cuya gloria está en su vergüenza,
los cuales piensan sólo en las cosas terrenales. 20Porque
nuestra ciudadanía (patria) está en los cielos, de donde también ansiosamente
esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo, 21el cual
transformará el cuerpo de nuestro estado de humillación en conformidad al
cuerpo de Su gloria, por el ejercicio del poder que tiene aun para sujetar
todas las cosas a El mismo.” (Filipenses 3:17-21)
Un enemigo de la Cruz (del Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo y de su Obra Redentora en la Cruz), es todo aquel que
predica un evangelio diferente al que nos ha sido entregado por Dios y que
conocemos como las Sagradas Escrituras.
“1:6Estoy maravillado
de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo,
para seguir un evangelio diferente.
1:7 No que haya otro, sino que hay algunos
que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.
1:8 Mas si aun nosotros, o un ángel del
cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea
anatema.”
(Galatas 1: 6-8).
La Palabra de Dios nos da las claves para
quitarles la máscara a estos falsos obreros:
1.- HAY QUE PROBARLOS
El Apóstol Juan dijo: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los
espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”.
(1 Juan 4:1).
Esto es justamente lo que
hacía la iglesia de Éfeso (probaba los espíritus):
“Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes
soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo
son, y los has hallado mentirosos;”
(Apocalipsis 2:2)
2.- ¿Cómo probar a estos falsos
ministros? ¿En qué consiste esta prueba?
Tenemos que comparar lo que
ellos afirman y contrastarlo con “Las
Sagradas Escrituras”. Este es el ejemplo que nos dejaron los creyentes de
Berea:
“Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo
y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de
los judíos. Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues
recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras
para ver si estas cosas eran así. Así que creyeron muchos de ellos, y mujeres
griegas de distinción, y no pocos hombres.” (Hechos 17: 10-12)
3.- Debemos tomar siempre en cuenta las advertencias de Jesús (y los Apóstoles) acerca de estos falsos obreros.
“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a
vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus
frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los
abrojos?”
(Mateo 7: 15-16)
“Porque éstos son falsos apóstoles, obreros
fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla,
porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño
si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será
conforme a sus obras”.
Por su parte el Apóstol Pedro también habló acerca de este tema: (2 Pedro 2: 1-3)
“Pero hubo también falsos
profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que
introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que
los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán
sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será
blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas.
Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición
no se duerme”.
Los obreros fraudulentos de
esta actual generación alegan, que no importa que lo que ellos afirmen en sus
herradas palabras, no esté en la Biblia; porque ellos son los (supuestos) “ungidos”
de Dios, a los cuales El ha escogido para darles nuevas y exclusivas
revelaciones para que hagan la Nueva Reforma de la Iglesia. ¡Tamaña mentira!. Es
interesante y muy pertinente leer las Palabras del Apóstol San Pablo a la
iglesia en Corinto (1 Cor. 2: 6-13):
“2:6 Sin
embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría,
no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen.
2:7 Más hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual
Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria,
2:8 la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la
hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.
2:9 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han
subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le
aman.
2:10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu
todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
2:11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu
del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el
Espíritu de Dios.
2:12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que
proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,
2:13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas
por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo
espiritual a lo espiritual”.
“Pero de los que tenían
reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios
no hace acepción de personas), a mí, pues, los de reputación nada nuevo me
comunicaron”.
Amados, debemos estar
alerta, porque los tiempos son finales y muy malos. Pero la Iglesia del Señor
tiene al Espíritu Santo y El nos guiará hacia toda verdad, y estamos en La
Verdad. Dios (nuestro Padre) continúe añadiendo bendiciones sobre Ustedes.
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