“Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé. Y Salomón dijo… tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir… Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú”. (1er de Reyes 3: 1-15).
Por: Julio César Barreto
Entiéndase por “Crucial” aquello que por su
naturaleza, viene a ser muy importante, fundamental, que es decisivo o determinante para el
desarrollo o la solución de algo.
A su vez
la definición de la palabra “Discernir”
vendría a ser: Distinguir, percibir, advertir.
Digamos también que es esa facultad (Capacidad o aptitud natural, física
o moral) que tienen las personas para realizar una cosa.
Discernir va desde lo más sencillo hasta lo más complicado. El discernimiento nos ayuda a distinguir un
color de otro, lo alto de lo bajo, lo ancho de lo que es angosto, esto lo
hacemos con la ayuda de los sentidos. Aprendemos a conocer el mundo y lo que
hay en él, por medio de nuestras percepciones sensoriales.
El discernimiento está asociado con la
facultad del Entendimiento y este a
su vez lo está a la Comprensión y la
Inteligencia. Por esa razón es que Salomón cuando habló con
Dios en aquel sueño, no le pide directamente: Da, a tu siervo
discernimiento, sino que le dice a Dios:
Da, pues, a tu siervo corazón entendido. ¿Y por qué le pidió un corazón
entendido? La respuesta es: Para Discernir.
¿Para discernir qué? Otra vez la respuesta es: “entre lo bueno y lo malo”.
Cuando una persona tiene buen
entendimiento, es inteligente. No hablamos de esa facultad de la mente que
permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea
determinada de la realidad. Nos referimos a lo plasmado en Job 28:28: “He
aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la inteligencia”.
Vista
las cosas de este modo podemos entonces entender, por que el Salmista le dice a
Dios: “Dame entendimiento, y guardaré tu
ley, y la cumpliré de todo corazón”
(Salmo 119:34). Y otra vez
le dice: “Dame entendimiento y
viviré” (Salmo 119: 144). El Salmista estaba claro, no tenía dudas. Sí él
tenía Entendimiento, él
guardaría la ley de Dios y la cumpliría de todo corazón. De esa manera el
tendría vida en abundancia.
Estoy seguro que cuando el
Salmista llegó a esta sabia conclusión, primeramente él se sometió a una
profunda reflexión y por esa razón
el determinó en su corazón hacer
lo siguiente: “Guardaré tu ley siempre, para siempre y
eternamente. Y andaré en libertad, porque busqué tus
mandamientos”. (Salmo 119: 44-45).
¿Qué debemos discernir?
El discernimiento es un don espiritual muy útil, sin embargo, debemos
saber el cómo, cuándo y en qué momento
ponerlo en ejecución.
Veamos algunos ejemplos:
-
Aplicar el discernimiento para distinguir
entre el bien y el mal (1
Reyes 3:9).
-
Para discernir los tiempos: Uno de los más severos cuestionamientos
que le hizo el Señor a los Fariseos y Saduceos, fue su incapacidad para poder
apercibirse de las señales de los tiempos. (Mateo 16: 1-4)
“Vinieron
los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal
del cielo. Mas él respondiendo, les dijo: Cuando anochece, decís: Buen
tiempo; porque el cielo tiene arreboles. Y por la mañana: Hoy habrá
tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! que sabéis
distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis! “.
- Para
discernir los espíritus:
·
Los
cristianos de esta generación, somos protagonistas de los tiempos finales. Los enemigos de la
obra de Dios saben que el tiempo se les acaba, así que ellos arrecian el ataque. (1 Juan 4: 1-6):
·
“Amados,
no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque
muchos falsos profetas han salido
por el mundo.
·
En esto
conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha
venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que
Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del
anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el
mundo.
·
Hijitos,
vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en
vosotros, que el que está en el mundo. Ellos son del mundo; por eso hablan
del mundo, y el mundo los oye.
Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error”.
De esta lectura extraemos una
importante lección; existe el espíritu de error y el espíritu de verdad. En este punto el apóstol Juan nos vuelve a
tocar el tema de los falsos maestros y el anticristo, y nos recuerda el hecho
de que existen falsos maestros cuyo único objetivo es engañar, debemos entender
que el contexto histórico bajo el cual Juan escribió este texto era bastante
complicado, ya que el gnosticismo estaba tomando mucho auge en la iglesia, y
Juan toma la responsabilidad de corregir dicha doctrina que negaba aspectos muy
importante en cuanto a la persona de Jesús.
En este versículo, Juan comienza a advertirnos acerca de los espíritus,
no se está refiriendo a una manifestación extra sensorial ni mucho menos, sino
a personas que dicen hablar inspirados por el Espíritu Santo. Actualmente
nuestro reto es mayor porque se han multiplicado exponencialmente los falsos
apóstoles, profetas y maestros, de ahí
lo crucial de probarlos y desenmascararlos.
Nota final: Discernir es tan crucial, que de no ejercer
adecuadamente esta facultad, que el Apóstol Pablo por el Espíritu Santo lo
señaló como uno de los dones espirituales
(1 Cor. 12: 1-11) algunos creyentes pueden cometer pecado de muerte, pero de este tema nos ocuparemos en el siguiente
articulo.
“Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para
provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría;… a otro, discernimiento
de espíritus; … Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo
Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere”.
Ver también CUIDADO CON EL PECADO DE MUERTE
SOLI DEO GLORIA.
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