miércoles, 29 de junio de 2016

Discernir es Crucial




“Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé.  Y Salomón dijo… tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir… Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?  Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú”. (1er de Reyes 3: 1-15).


 Por: Julio César Barreto

Entiéndase por “Crucial” aquello que por su naturaleza, viene a ser muy importante, fundamental, que es decisivo o determinante para el desarrollo o la solución de algo.
A su vez  la definición de la palabra “Discernir” vendría a ser: Distinguir, percibir, advertir.  Digamos también que es esa facultad (Capacidad o aptitud natural, física o moral) que tienen las personas para realizar una cosa.

Discernir va desde lo más sencillo  hasta lo más complicado.  El discernimiento nos ayuda a distinguir un color de otro, lo alto de lo bajo, lo ancho de lo que es angosto, esto lo hacemos con la ayuda de los sentidos. Aprendemos a conocer el mundo y lo que hay en él, por medio de nuestras percepciones sensoriales.

El discernimiento está asociado con la facultad del Entendimiento y este a su vez lo está a la Comprensión y la Inteligencia.  Por esa razón es que Salomón cuando habló con Dios en aquel sueño, no le pide directamente: Da, a tu siervo discernimiento,  sino que le dice a Dios: Da, pues, a tu siervo corazón entendido. ¿Y por qué le pidió un corazón entendido? La respuesta es: Para Discernir. ¿Para discernir qué? Otra vez la respuesta es: entre lo bueno y lo malo”.

Cuando una persona tiene buen entendimiento, es inteligente. No hablamos de esa facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad. Nos referimos a lo plasmado en Job 28:28: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la inteligencia.

Vista las cosas de este modo podemos entonces entender, por que el Salmista le dice a Dios: Dame entendimiento, y guardaré tu ley, y la cumpliré de todo corazón (Salmo 119:34). Y otra vez le dice: Dame entendimiento y viviré(Salmo 119: 144). El Salmista estaba claro, no tenía dudas. Sí él tenía Entendimiento, él guardaría la ley de Dios y la cumpliría de todo corazón. De esa manera el tendría vida en abundancia.

Estoy seguro  que cuando el Salmista llegó a esta sabia conclusión, primeramente él se sometió a una profunda reflexión  y  por esa razón  el determinó en su corazón  hacer lo siguiente: Guardaré tu ley siempre, para siempre y eternamente. Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos”. (Salmo 119: 44-45).


¿Qué debemos discernir?
El discernimiento es un don espiritual muy útil, sin embargo, debemos saber el cómo, cuándo y  en qué momento ponerlo en ejecución.
Veamos algunos ejemplos:

-          Aplicar el discernimiento para distinguir entre el bien y el mal (1 Reyes 3:9).

-          Para discernir los tiempos: Uno de los más severos cuestionamientos que le hizo el Señor a los Fariseos y Saduceos, fue su incapacidad para poder apercibirse de las señales de los tiempos. (Mateo 16: 1-4

      Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo. Mas él respondiendo, les dijo: Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles.  Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis! “.


  -    Para discernir los espíritus:
·         Los cristianos de esta generación, somos protagonistas  de los tiempos finales. Los enemigos de la obra de Dios saben que el tiempo se les acaba, así que  ellos arrecian el ataque. (1 Juan 4: 1-6):

·         Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. 

·         En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. 

·         Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye.

Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error”.


De esta lectura extraemos una importante lección; existe el espíritu de error y el espíritu de verdad. En este punto el apóstol Juan nos vuelve a tocar el tema de los falsos maestros y el anticristo, y nos recuerda el hecho de que existen falsos maestros cuyo único objetivo es engañar, debemos entender que el contexto histórico bajo el cual Juan escribió este texto era bastante complicado, ya que el gnosticismo estaba tomando mucho auge en la iglesia, y Juan toma la responsabilidad de corregir dicha doctrina que negaba aspectos muy importante en cuanto a la persona de Jesús.

En este versículo, Juan comienza a advertirnos acerca de los espíritus, no se está refiriendo a una manifestación extra sensorial ni mucho menos, sino a personas que dicen hablar inspirados por el Espíritu Santo. Actualmente nuestro reto es mayor porque se han multiplicado exponencialmente los falsos apóstoles, profetas y  maestros, de ahí lo crucial de probarlos y desenmascararlos.


Nota final: Discernir es tan crucial, que de no ejercer adecuadamente esta facultad, que el Apóstol Pablo por el Espíritu Santo lo señaló como uno de los  dones  espirituales  (1 Cor. 12: 1-11) algunos creyentes pueden cometer pecado de muerte, pero de este tema nos ocuparemos en el siguiente articulo.

“Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.  Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría;…  a otro, discernimiento de espíritus; … Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere”.


SOLI DEO GLORIA.

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