viernes, 10 de junio de 2016

LOS 7 ENEMIGOS DE UNA ORGANIZACIÓN SALUDABLE.


¿Qué factores afectan para lograr una organización saludable dentro de la iglesia?
Liderar una iglesia con una organización saludable, es lo ideal y posiblemente los que han tenido la oportunidad de estar al frente de algún ministerio, habrán experimentado el ambiente saludable y el no tan saludable.
Seguramente toda iglesia ha pasado por temporadas en que cada organización ha sido más saludable que otra. Lo cierto es que existen factores que se convierten en el enemigo de una organización saludable, si esto no es tratado a tiempo, eventualmente destruirá la buena organización e incluso, a la iglesia en general.
7 Enemigos de una organización saludable:
Accesos Directos- No hay atajos en la creación de una organización saludable. Por ejemplo, están los líderes que creen que pueden leer un libro, asistir a una conferencia o dicen algo lo suficientemente convincente para que todo resulte maravilloso. La salud en la organización es mucho más complicada. El éxito no se gana a través de una fórmula simple y fácil de seguir. Se necesita trabajo duro, diligencia y supervivencia. Los líderes deben estar comprometidos con el proceso, en el bueno y en el malo.
Satisfacción- Acomodarse en el éxito del pasado, sólo conseguirá detener el crecimiento futuro, que finalmente afectará la salud de la organización. Cuando la organización en la iglesia se pone demasiada cómoda en sus procesos, el aburrimiento, la complacencia y la indiferencia son resultados comunes. La visión global debe ser alcanzable en victorias cortas, pero se extiende lo suficiente como para tener siempre algo nuevo que alcanzar.
Egoísmo- Alcanzar la salud de la organización requiere un ambiente de equipo. No hay lugar para el egoísmo en esta ecuación. Cuando todo el mundo está mirando hacia fuera para sí mismo en lugar de los intereses de toda la organización, y peor si esto comienza con el líder, la salud de la organización se pondrá rápidamente en peligro.
Pecaminoso- Tener una organización saludable no quiere decir perfecta, sin embargo, tampoco es que se deba consentir el pecado. No importa si se trata de chismes o adulterio, cualquiera que sea, terminará haciendo estragos sobre la integridad de la organización del ministerio. Cuando la corrupción moral entra en la mezcla, la salud de una organización no tardará en sufrir. Es por ello que es tan importante que un líder se mantenga física y espiritualmente sumergido en la presencia de Dios.
Lentitud- El cambio es una parte importante de la salud de la organización. Ante un mundo que cambia rápida y constantemente, las organizaciones deben actuar para adaptarse cuando Dios pida ese cambio. Algunas cosas no cambiarán, como la visión que Dios le ha dado a la iglesia, pero las actividades que lleven a cumplirla, deben tomar la dirección que el Espíritu Santo esté indicando, y fluir en ello para ajustarse con rapidez y eficiencia.
Obstinación- Es importante reconocer esto: Cuando existen líderes tercos dentro de la organización que quieren hacer las cosas “a su manera” o se resisten a adoptar lo nuevo que está haciendo el Espíritu Santo, la salud de la organización inevitablemente se verá afectada. Lamentablemente la mayoría de la gente lucha para permanecer en el liderazgo de forma obstinada, sobre todo cuando su intención es proteger el interés propio en lugar obedecer lo que Dios le está llamando a hacer.
Estructura- Por mucho que necesitemos de una estructura, y a pesar de que siempre debemos estar trabajando para mejorarla, en definitiva, si no está bien manejada y alineada a los planes de Dios, lejos de que esa estructura sea una bendición, terminará siendo perjudicial en la organización. Cuando las personas sienten que están siendo controladas por las reglas, más de lo facultado por su individualidad y pasiones, se minimizará el progreso y se estancará el crecimiento. Las personas se sienten frustrados bajo la estructura innecesaria o gravosa.
Fuente: ChurchLeaders/Publicado por: Nadia Aguilar

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