William Borden |
Me encanta y cíclicamente vuelvo al recuerdo de la vida de William Borden, un joven norteamericano que vivió a mediados del siglo XIX. William recibió un llamado muy fuerte para ir a las misiones en China.
Pertenecía a una familia muy acaudalada y prestigiosa y era hijo único. Al cabo de un tiempo sus padres murieron en un accidente; por lo tanto él era el único heredero… Me imagino que el diablo le susurró al oído unas cuantas cosas, pero William no escuchó.
Después de su luto vendió todas sus posesiones y las envió para las misiones, a continuación escribió en la contra tapa de su amada Biblia: SIN RESERVAS.
Después del tiempo necesario, imagino que tras una ultima mirada a todo lo que había sido su hogar, tomo su maleta y emprendió un larguísimo viaje hacia la China. De nuevo tomó su Biblia y en la contra tapa escribió su segunda frase: SIN RETORNO.
Camino a la China tuvo que pasar un tiempo en Egipto para formarse y allí enfermó de muerte. Dicen las crónicas que no salió ni una palabra de queja de su boca y que el testimonio silencioso ante todos aquellos que le rodeaban fue tan inmenso que, tan sólo por eso, hubiera valido la pena esa vida y esa muerte. Poco antes de exhalar su último suspiro, tomo nuevamente su preciosa Biblia y escribió su última frase: SIN NADA QUE LAMENTAR.
La primera vez que escuché esta historia, se quedó en lo más profundo de mi corazón para siempre y cuando llegué a mi casa, abrí mi más que amada Biblia y escribí una a una cada una de esas preciosas frases….. SIN RESERVAS, SIN RETORNO, SIN NADA QUE LAMENTAR, y continuación me postré de rodillas y le pedí a mi Señor que esas preciosas palabras se hicieran una realidad en mi propia vida.
Se que no es fácil, cual era el propósito de Dios para William Burten??… Qué después de todo lo que hizo se muriera con 25 años y sin llegar al destino marcado??….. Me encanta el texto precioso del Salmo 138: 8. "El SEÑOR CUMPLIRÁ SU PROPÓSITO EN MI". Ni William, ni nosotros podemos comprender ese propósito en aquella vida y… Tantas veces en la nuestra… Cuando me encuentro en esa tesitura, siempre viene a mi mente ese versículo, por mucho que yo no lo pueda entender, el propósito del Señor para mi vida siempre se cumplirá.
Recordáis a los discípulos cuando estaban pescando y Jesús los llamó? Simplemente dejaron caer sus redes al suelo y le siguieron hasta el final.Cuando el Señor nos llama para algo, lo que sea.. Puede ser un servicio más pequeño, más grande, más visible, más en el silencio o, un servicio grande y a todo tiempo, nunca va a ser fácil, nunca!! y miles de dificultades van a aparecer en nuestro caminar con el Señor, pero dice la Escritura que "EL QUE PONIENDO SU MANO EN EL ARADO VUELVE LA VISTA ATRÁS, NO ES DIGNO DEL REINO DE DIOS". Sigo pidiendo a mi Señor, cada día, que mi servicio y entrega para Él, sean igual que el de este precioso hombre de Dios…SIN RESERVAS, SIN RETORNO, SIN NADA QUE LAMENTAR.
Pertenecía a una familia muy acaudalada y prestigiosa y era hijo único. Al cabo de un tiempo sus padres murieron en un accidente; por lo tanto él era el único heredero… Me imagino que el diablo le susurró al oído unas cuantas cosas, pero William no escuchó.
Después de su luto vendió todas sus posesiones y las envió para las misiones, a continuación escribió en la contra tapa de su amada Biblia: SIN RESERVAS.
Después del tiempo necesario, imagino que tras una ultima mirada a todo lo que había sido su hogar, tomo su maleta y emprendió un larguísimo viaje hacia la China. De nuevo tomó su Biblia y en la contra tapa escribió su segunda frase: SIN RETORNO.
Camino a la China tuvo que pasar un tiempo en Egipto para formarse y allí enfermó de muerte. Dicen las crónicas que no salió ni una palabra de queja de su boca y que el testimonio silencioso ante todos aquellos que le rodeaban fue tan inmenso que, tan sólo por eso, hubiera valido la pena esa vida y esa muerte. Poco antes de exhalar su último suspiro, tomo nuevamente su preciosa Biblia y escribió su última frase: SIN NADA QUE LAMENTAR.
La primera vez que escuché esta historia, se quedó en lo más profundo de mi corazón para siempre y cuando llegué a mi casa, abrí mi más que amada Biblia y escribí una a una cada una de esas preciosas frases….. SIN RESERVAS, SIN RETORNO, SIN NADA QUE LAMENTAR, y continuación me postré de rodillas y le pedí a mi Señor que esas preciosas palabras se hicieran una realidad en mi propia vida.
Se que no es fácil, cual era el propósito de Dios para William Burten??… Qué después de todo lo que hizo se muriera con 25 años y sin llegar al destino marcado??….. Me encanta el texto precioso del Salmo 138: 8. "El SEÑOR CUMPLIRÁ SU PROPÓSITO EN MI". Ni William, ni nosotros podemos comprender ese propósito en aquella vida y… Tantas veces en la nuestra… Cuando me encuentro en esa tesitura, siempre viene a mi mente ese versículo, por mucho que yo no lo pueda entender, el propósito del Señor para mi vida siempre se cumplirá.
Recordáis a los discípulos cuando estaban pescando y Jesús los llamó? Simplemente dejaron caer sus redes al suelo y le siguieron hasta el final.Cuando el Señor nos llama para algo, lo que sea.. Puede ser un servicio más pequeño, más grande, más visible, más en el silencio o, un servicio grande y a todo tiempo, nunca va a ser fácil, nunca!! y miles de dificultades van a aparecer en nuestro caminar con el Señor, pero dice la Escritura que "EL QUE PONIENDO SU MANO EN EL ARADO VUELVE LA VISTA ATRÁS, NO ES DIGNO DEL REINO DE DIOS". Sigo pidiendo a mi Señor, cada día, que mi servicio y entrega para Él, sean igual que el de este precioso hombre de Dios…SIN RESERVAS, SIN RETORNO, SIN NADA QUE LAMENTAR.
Éste domingo en la prédica se nos contó este hermoso testimonio,bajo el título ''Un llamado a morir''...negarnos a nosotros mismos, dejar de hacer nuestra voluntad.Realmente un hermoso testimonio,digno de compartir, de imitar, sin duda muy inspirador.
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