jueves, 12 de febrero de 2015

Es tiempo de escuchar a Dios

                            



Por: Pr. Julio César Barreto


   Sí una cosa es cierta entre muchas es esta: Dios se interesa por los seres humanos. A Él  no le es indiferente sí el hombre o la mujer sufre, sí  lloran, sí tienen dolor, sí viven o sí están a punto de morir, sí se pierde o se salvan. Aunque existen millares de personas en la tierra, Dios sea abrirá paso  y llegará hasta esa persona y le hablará. Procuremos entender esto analizando las palabras de Eliú, el más joven de los amigos de Job.

  “Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios; Pero el hombre no entiende.
Por sueño, en visión nocturna, cuando el sueño cae sobre los hombres, cuando se adormecen sobre el lecho, entonces revela al oído de los hombres y les señala su consejo.
Para quitar al hombre de su obra, y apartar del varón la soberbia. Detendrá su alma del sepulcro, y su vida de que perezca a espada.
He aquí, todas estas cosas hace Dios dos y tres veces con el hombre, para apartar su alma del sepulcro, y para iluminarlo con la luz de los vivientes”
                                                                                              (Job 33: 14-18;  29-30)

   En realidad son más de dos las maneras en que Dios habla al hombre; la radio, la televisión, la lectura de Las Sagradas Escrituras, los predicadores, la música cristiana, etc.  Lo importante por sobre todo es lo que la persona haga con las palabras que Dios le diga, por medio de cualquier manera que Él haya escogido para hablarle a esa persona.

   Este artículo no procura hacer una doctrina de los sueños, como  una manera casi exclusiva en la que Dios nos comunica su voluntad, lo que quiero expresar a través de él, es que el Creador de todas las cosas se interesa por los seres humanos, y quiere el bien para cada uno de nosotros. Con esa finalidad Él se provee de cualquier manera de comunicación para hablarnos y apartarnos de aquello que nos aleja de Él y que nos está haciendo daño. 

   Les contaré algo que me aconteció hace algún tiempo atrás, estaba yo atravesando por una situación muy difícil a nivel personal y familiar, aquello me había golpeado fuertemente y mi ánimo había decaído bastante, a un nivel muy peligroso.  Aquel día iba conduciendo un vehículo y escuchando la radio.  De repente el conductor del programa cristiano que llevaba en mi dial, dijo: “No se aparte de la sintonía porque antes que concluya este programa, tengo una palabra de Dios para usted”. Aquella expresión me captó y me mantuve en sintonía. Al final, antes de concluir el espacio radial, el conductor del mismo dijo: “Este es el mensaje de Dios para usted: Durante todo este tiempo te he guardado, y te estoy preparando para algo mejor”. 

   Aunque ha transcurrido algunos años desde que me aconteció esta experiencia, todavía no dejo de admirarme por como Dios sabe encontrar alguna excusa para hablar a nuestro corazón. Llegado el momento, Dios me fortaleció de nuevo  y reinicié mi Ministerio con mayor fuerza (de parte de Dios). Y para la gloria de Dios, hoy puedo decir que se ha cumplido totalmente, aquella palabra  que me habló Dios por medio de aquel locutor. Hoy estás leyendo este artículo y mis programas de radio están disponibles para el mundo entero. Realmente Dios es maravilloso.


   Te pregunto: ¿Te ha hablado Dios últimamente en forma especial?   Todos los días (recuerda) Él está pendiente de ti y de mi. Procura escuchar su voz, por cualquiera de los medios que a Él le plazca usar, porque lo más importante es que al oír  su voz, inmediatamente obedezcamos. No olvidemos lo que dice las Sagradas Escrituras; 

   “Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Sí oyeren hoy su voz, No endurezcan sus corazones…”    (Hebreos 3: 7-8).

Hoy más que nunca es "Tiempo de escuchar a Dios" y obedecerle.



                                                                                                          

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