Predicado por: Pr. Julio César Barreto
2 Pedro 3:14-16
14 Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.
15 Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito,
16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.
A primera vista, esto parece ser un mandamiento general de que a las mujeres no les está permitido hablar en la iglesia. Sin embargo, 1 Corintios 11:5 hace mención de mujeres orando y profetizando en la iglesia, y no lo condena. Por lo tanto, 1 Corintios 14:33-35 no puede ser una orden de que las mujeres deben guardar silencio en la iglesia.
2 Pedro 3:14-16
14 Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.
15 Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito,
16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.
A primera vista, esto parece ser un mandamiento general de que a las mujeres no les está permitido hablar en la iglesia. Sin embargo, 1 Corintios 11:5 hace mención de mujeres orando y profetizando en la iglesia, y no lo condena. Por lo tanto, 1 Corintios 14:33-35 no puede ser una orden de que las mujeres deben guardar silencio en la iglesia.