Predicado por: Pr. Julio César Barreto
En la Primera Epístola a los Corintios 3:16-17 de las Santas Escrituras, el Apóstol Pablo nos dice: “¡No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?. Si alguno destruye el templo de Dios, Dios le destruirá a él, porque el Templo de Dios, el cual sois vosotros, Santo es”.
Cuando nosotros nos arrepentimos de nuestros pecados y nos convertimos, entregando nuestra vida al servicio de nuestro Señor y Salvador Jesucristo para que nos limpie con su sangre bendita y nos perdone los pecados; nuestra vida, mente y cuerpo pasa a ser propiedad de Dios.