sábado, 22 de agosto de 2020

¿Qué significa el Salmo 23?

 El Señor es mi pastor


El Salmo 23 es un lindo poema que habla sobre cómo Dios se relaciona con aquel que le entrega su vida a él. En momentos en los que te sientes con miedo o con preocupaciones, el Salmo 23 te ayuda a entender que Dios está en control y no fallará. Mira en este salmo maravilloso cómo Dios te ama, te cuida y te protege.

Provisión y restauración

Dios es como un pastor que cuida de sus ovejas con mucho cariño. Y si tú amas a Jesús eres una de sus ovejas. Dios te sustenta y te ayuda a encontrar todo lo que necesitas para vivir. Él también te da descanso y paz.

La protección de Dios

No temo peligro algun, porque tú estás a mi lado

Como el pastor protege a sus ovejas cuando pasan por lugares peligrosos, así Dios cuida de ti cuando te enfrentas a situaciones peligrosas. Sus enseñanzas te guían y te orientan, protegiendo tu vida en la hora de dificultad. Dios nunca te abandona.

Fidelidad en todo momento

El Señor es fiel en todo tiempo

¡Dios bendice a sus ovejas! A él le gusta hacer cosas buenas y tiene abundantes bendiciones especiales preparadas para ti. Pero la mayor bendición de todas es la presencia del amor de Dios en tu vida, ese gran amor que nunca falla.

¡Deja que Dios sea tu Pastor!

Fuente: subiblia.com

martes, 18 de agosto de 2020

3 historias bíblicas sobre enfermedades en las que Dios se glorificó




La Biblia está llena de historias fascinantes sobre milagros y sanidades. Todas ellas tienen algo en común: apuntan a la grandeza y al poder de Dios. ¡No hay nadie como nuestro Dios! Servimos al Dios Todopoderoso que nos ha libertado del poder del pecado y de la muerte y sigue obrando en todas las áreas de nuestra vida.

Una de las preocupaciones más grandes de los seres humanos es la salud. ¡A nadie le gusta estar enfermo! Pero debido a que vivimos en un mundo caído, la enfermedad forma parte de la vida. A veces es un simple resfriado, pero otras veces es algo más inquietante. Sea lo que sea, Dios tiene el control y él obra a nuestro favor. Unas veces nos sanará directamente o a través de los médicos. Otras veces nos dará las fuerzas y la paz para enfrentar la enfermedad con fe y valor.

Veamos 3 historias bíblicas en las que Dios obró trayendo sanidad. Recordemos dar siempre la gloria a Dios y confiemos en que pase lo que pase, nos sane o no nos sane, él no nos abandona sino que está siempre con nosotros. ¡En su presencia tenemos plenitud de gozo! (Salmo 16:11)

1. Naamán, sanado de la lepra

Pasaje bíblico: 2 Reyes 5:9-15

Naamán era un militar muy exitoso del ejército de Siria. Aunque Siria era un país enemigo del pueblo de Israel, la Biblia dice que por medio de Naamán el SEÑOR había dado victorias a los sirios (2 Reyes 5:1). Él era un militar muy estimado. Su único problema era que estaba enfermo de lepra.

La lepra era una enfermedad muy grave que llevaba a la muerte con dureza. Empezaba con unas manchas. Continuaba con una especie de escamas que degeneraban el cuerpo y lo pudría por partes. Por último, empezaban a caerse pedazos del cuerpo. ¡Era un largo camino que conducía a una muerte horrible!

La esposa de Naamán tenía una sierva, una joven israelita capturada en una de las batallas. Esa joven, en lugar de estar amargada contra sus captores, se preocupaba por ellos. Ella le comentó a la esposa de Naamán sobre un profeta, Eliseo, que podía sanar a Naamán. Al parecer, la chica había crecido en un hogar temeroso de Dios y era una joven llena de fe.

La esposa de Naamán se lo dijo a él y Naamán habló con su jefe, el rey de Siria. Naamán obtuvo permiso para ir a Israel. Se fue con un cargamento de monedas de plata y de oro, diez mudas de ropa, y una carta que el rey de Siria le dio para que la entregara al rey de Israel. Decía algo así: «Querido rey de Israel. Ahí tienes a Naamán, uno de mis mejores oficiales. Él tiene lepra así que sánalo.»

Cuando el rey de Israel leyó la carta entró en pánico, se rasgó sus vestiduras y pensó que, como él no podía sanar a Naamán, seguro que esto serviría como excusa para una guerra. Sin embargo, el profeta Eliseo, le dijo: «Tranquilo, rey. Envíelo a mi casa para que vea que hay profeta en Israel». Así que Naamán fue con todo su séquito hasta la casa de Eliseo. Cuando llegaron allá, Eliseo envió un sirviente a decirle que para sanarse solo tenía que zambullirse siete veces en el río Jordán.

Naamán se enojó porque el profeta ni siquiera salió a hablar con él. Quería regresar a su casa sin hacer caso, pero sus siervos lo convencieron de que fuera al Jordán e hiciera lo que el profeta le había dicho. Así lo hizo, y luego de sumergirse 7 veces en el Jordán, quedó completamente sano, su piel parecía la de un bebé.

Su obediencia, aunque fuera a regañadientes, dio fruto: Naamán recibió la sanidad. Así fue como él se dio cuenta de que el Dios de Israel era el Dios verdadero. ¡Dios fue glorificado!

2 Reyes 5:15a

2. La mujer del flujo de sangre

Pasaje bíblico: Mateo 9:20-22; Marcos 5:24-34; Lucas 8:43-48

La Biblia nos habla de una mujer que llevaba 12 años sufriendo hemorragias. Había ido a muchos médicos y se había gastado todo su dinero en tratamientos, pero en vez de mejorar, empeoraba. Su situación era desesperante. Debido a su condición, ella era considerada una mujer impura. Esto quiere decir que debía mantenerse aislada, sola, alejada de todos: sus familiares, sus amigos, sus vecinos... ¡todos! Por 12 años...

Un día ella oyó hablar sobre Jesús. Se enteró de que él estaba cerca de su casa. Llena de fe y de valentía, decidió arriesgarse y salir de su casa. Había una multitud de gente rodeando a Jesús que empujaba por todos lados, pero ella continuó avanzando. Según se acercaba a Jesús extendió su mano para tocar su manto. Ella pensaba:

«Si logro tocar siquiera su ropa, quedaré sana». Al instante cesó su hemorragia, y se dio cuenta de que su cuerpo había quedado libre de esa aflicción.
(Marcos 5:28-29)

Jesús también se dio cuenta de que había sucedido algo sobrenatural: sintió que de su cuerpo salió poder. Él se detuvo, y mirando a su alrededor, preguntó quién lo había tocado. Los discípulos lo miraron y dijeron que todos lo estaban tocando: ¡estaban en medio de una multitud! Pero Jesús sabía que el toque de la mujer había sido diferente, uno lleno de fe y de esperanza.

La mujer, al ver que Jesús se había dado cuenta se llenó de temor, se arrodilló ante él y confesó que había sido ella. Jesús le contestó:

«¡Hija, tu fe te ha sanado! —le dijo Jesús—. Vete en paz y queda sana de tu aflicción.»
(Marcos 5:34)

¡El poder de Dios se manifestó en medio de aquella multitud! La mujer fue sanada de la dolencia que la había perturbado por 12 años. La multitud fue testigo de que Dios valora y responde a las peticiones y necesidades de todos los que se acercan a él con fe y que esperan su toque lleno de poder y de amor.

4 versículos sobre el poder de Jesús para sanar toda enfermedad.

3. El ciego de nacimiento

Pasaje bíblico: Juan 9:1-38

Un día, mientras Jesús caminaba por Jerusalén con sus discípulos, vio a un joven - ciego de nacimiento - que era bastante conocido en la ciudad. Los discípulos le preguntaron a Jesús quién había pecado para que hubiera nacido ciego, él o sus padres. Jesús les contestó algo muy interesante:

Juan 9:3-5

La ceguera del joven tenía una razón de ser: ¡para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida!

Jesús hizo entonces algo bastante poco convencional: escupió en el suelo, hizo barro con la saliva y se lo untó en los ojos al ciego. Le dijo que fuera al estanque de Siloé a lavarse. Solo eso... no le prometió nada. Sin embargo, el joven hizo exactamente lo que Jesús le dijo y fue sanado.

Cuando la gente del pueblo lo vio regresar se dieron cuenta de que ahora veía y esto causó gran revuelo. Los fariseos, en lugar de alegrarse por el joven, comenzaron a interrogar a todos: ¿quién se había atrevido a sanar durante el día de reposo? Hablaron con el joven y hablaron con sus padres. Intentaron manchar el nombre de Jesús insinuando que Jesús era solo un pecador y que no conocía al Dios de Moisés a quien ellos servían. Solo Dios sabía de dónde había salido Jesús, decían. El joven les contestó muy sabiamente...

¡Allí está lo sorprendente! —respondió el hombre—: que ustedes no sepan de dónde salió, y que a mí me haya abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero sí a los piadosos y a quienes hacen su voluntad. Jamás se ha sabido que alguien le haya abierto los ojos a uno que nació ciego. Si este hombre no viniera de parte de Dios, no podría hacer nada.
(Juan 9:30-33)

El milagro de sanidad que Jesús había hecho en el joven era un milagro único. Así que la conclusión era clara: Jesús venía de Dios. ¡El milagro era obra de Dios! Nada haría cambiar de opinión al joven porque había experimentado en su propia carne el toque sanador del Dios Todopoderoso.

Aprendamos con estos tres personajes bíblicos a dar la gloria a Dios por su mover en nuestras vidas. ¡Son tantas las formas en las que Dios interviene a nuestro favor! En medio de la enfermedad o en medio de la salud, prestemos atención y glorifiquemos a nuestro Padre celestial por la forma en la que él manifiesta cada día su constante amor y su cuidado por nosotros.


Fuente: subiblia.com

sábado, 15 de agosto de 2020

Ejemplos bíblicos del perdón de Dios

 Salmo 51:2,4






¿Alguna vez has recibido perdón sin merecerlo? Haces o dices algo que hiere a una persona amada y sabes que has cruzado la línea, que no mereces el perdón. Pero, ¡oh, qué dicha más grande! La otra persona decide perdonarte.

La Biblia nos habla de este tipo de perdón. Es el perdón que Dios nos da, uno que no merecemos y que muchas veces no entendemos.


En la Biblia hay ejemplos de personas que cometieron grandes errores, pero Dios las perdonó. Aquí vemos tres hombres que Dios usó de manera muy especial aun cuando, en un momento determinado, fallaron y actuaron de forma incorrecta.
Tres personas perdonadas por Dios:
David

David fue el segundo rey de Israel. Dios lo escogió desde muy joven para ese puesto. Era el menor de 8 hermanos y su padre se llamaba Isaí. De pequeño fue pastor de ovejas; también disfrutaba mucho de la música, tocaba el arpa y componía. Él escribió muchos de los Salmos que tenemos en la Biblia.

En los libros de Samuel, Reyes y Crónicas encontramos muchos relatos de la vida de David. Uno de los más conocidos está en 1 Samuel 17 y cuenta de su victoria sobre Goliat, un gigante del ejército filisteo. Ahí David mostró gran valentía y confianza en la protección de Dios. Su fama comenzó a crecer y esto alimentó la envidia en el corazón del rey Saúl que comenzó a perseguirle. Por eso David tuvo que huir y pasó un tiempo en el exilio.

Tras la muerte de Saúl, David regresó, fue coronado rey de Judá, y luego, rey de Israel. Su fama y su osadía crecieron con el paso del tiempo gracias a los triunfos sobre muchos ejércitos. Uno de sus logros más importantes fue devolver el arca de la alianza a Jerusalén. Como resultado recibió grandes promesas por parte de Dios.

Sin embargo, en 2 Samuel 11 y 12 leemos sobre un episodio oscuro en la vida de David. Durante el sitio de la ciudad de Rabá, David cometió adulterio con Betsabé, mujer de Urías, uno de los militares. De forma indirecta mandó a matar a Urías para poder casarse con Betsabé. Como consecuencia de toda esta trama Dios envió al profeta Natán a revelarle a David las consecuencias de sus actos. Leemos que el bebé fruto de esa relación murió. También se desataron enormes problemas y luchas entre David y sus otros hijos.

Toda esta situación desagradó mucho a Dios. Parece que el arrepentimiento de David llegó cuando el profeta Natán fue a hablar con él. David reflexionó y se dio cuenta de su pecado, que le había fallado a Dios. El Salmo 51 expresa el dolor que sintió. David comienza el salmo pidiendo compasión a Dios y luego le ruega que intervenga en su vida.


David reconoció que sus malas acciones afectaban su relación con los demás y con Dios. Necesitaba la restauración que viene con el perdón de Dios y sabemos que la recibió. Dios nunca rechaza el corazón que se humilla y reconoce sus errores. En el mismo Salmo 51, en el versículo 7, David escribe: «Tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido».

El perdón de Dios llegó. En Hechos 13 leemos que Pablo estaba hablando con los jefes de la sinagoga en Pisidia y entre sus palabras de aliento para ellos hay una mención a David:


Tras destituir a Saúl, les puso por rey a David, de quien dio este testimonio: “He encontrado en David, hijo de Isaí, un hombre conforme a mi corazón; él realizará todo lo que yo quiero”.
(Hechos 13:22)

¡Un hombre conforme al corazón de Dios! Esto es lo que logra el perdón de Dios. Nos acerca más a él y nos impulsa a ser transformados para llegar a ser todo lo que él quiere que seamos.

Pablo

Saulo nació en Tarso dentro de una familia fiel a la religión judaica. De joven aprendió el oficio de hacer tiendas. Creció dentro del rigor de los fariseos y se convirtió en defensor de sus creencias. Su gran celo le llevó a perseguir a los cristianos, les consideraba una secta que amenazaba todo aquello en lo que él había creído. Saulo estuvo presente durante el apedreamiento de Esteban, considerado el primer mártir cristiano. Desde ese momento creció aun más su deseo de terminar con los que creían en Jesús.


Aquel día se desató una gran persecución contra la iglesia en Jerusalén, y todos, excepto los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaria. Unos hombres piadosos sepultaron a Esteban e hicieron gran duelo por él. Saulo, por su parte, causaba estragos en la iglesia: entrando de casa en casa, arrastraba a hombres y mujeres y los metía en la cárcel.
(Hechos 8:1-3)

A pesar de todo esto Dios tenía sus ojos puestos sobre Saulo. Él veía gran potencial en él y decidió revelársele. Donde otros veían un corazón duro, lleno de odio y deseoso de acabar con los cristianos, Dios veía un corazón sediento de él y de propósito, una oportunidad para transformar una vida dándole nuevo sentido.

Saulo le pidió permiso al sumo sacerdote para ir y perseguir a los cristianos en Damasco. El permiso fue concedido y el viaje comenzó. Pero Dios tenía un plan mucho más especial.


En el viaje sucedió que, al acercarse a Damasco, una luz del cielo relampagueó de repente a su alrededor. Él cayó al suelo y oyó una voz que le decía: —Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
—¿Quién eres, Señor? —preguntó.
—Yo soy Jesús, a quien tú persigues —le contestó la voz—. Levántate y entra en la ciudad, que allí se te dirá lo que tienes que hacer.
Los hombres que viajaban con Saulo se detuvieron atónitos, porque oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, pero cuando abrió los ojos no podía ver, así que lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco.
(Hechos 9: 3-8)

La vida de Saulo no volvió a ser igual después de su encuentro con Dios. De perseguidor pasó a ser un fiel seguidor de Jesús. Ese mismo celo que tenía antes por perseguir a los cristianos lo usó para hablar de Dios, del sacrificio de Jesús, y del cambio que había experimentado. A muchos cristianos les costó aceptarle como parte de la iglesia, sospechaban de él. Pero Saulo (ahora Pablo) continuó fiel sirviendo a Dios y ayudando a expandir el mensaje de salvación.

Pablo llegó a ser un gran misionero y plantador de iglesias. La Biblia habla de sus tres viajes misioneros, sus visitas a las iglesias, y también nos cuenta de sus sufrimientos. En medio de enfermedades y persecuciones Pablo continuó fiel a aquel que había perdonado sus errores y le había dado la oportunidad de enmendar el daño que había hecho.

En el Nuevo Testamento hay 13 epístolas de su autoría. En ellas vemos reflejada la gran obra que realizó llevando el mensaje de salvación a través de Jesús.
Pedro

Pedro pertenecía a una familia de pescadores de la ciudad de Betsaida y estaba casado. El primer encuentro que tuvieron él y su hermano con Jesús fue especial ya que les dio un nuevo propósito.


Desde ese momento Pedro pasó a ser uno de los doce discípulos de Jesús. Él era más bien tosco y de temperamento impulsivo, características que se reflejan en varios pasajes bíblicos. Su impulsividad le llevaba a hablar o a actuar antes de pensar como vemos, por ejemplo, en Mateo 14:25-31. Él estaba junto a los otros discípulos en una barca cuando Jesús se les acercó caminando sobre el agua. Pedro dijo: «Señor, si eres tú, mándame que vaya a ti sobre el agua. —Ven —dijo Jesús. Pedro bajó de la barca y caminó sobre el agua en dirección a Jesús».

Pedro formaba parte del círculo íntimo de Jesús, los apóstoles que compartieron momentos especiales con el Maestro. Llegó a ser una especie de portavoz de los doce, declarando en ocasiones grandes verdades.


Cuando llegó a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?
Le respondieron: Unos dicen que es Juan el Bautista, otros que Elías, y otros que Jeremías o uno de los profetas.
—Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?
—Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente —afirmó Simón Pedro.
(Mateo 16:13-16)

Durante la última cena vemos una escena muy especial. Los discípulos comienzan a argumentar sobre cuál de ellos sería el más importante. Jesús les dice que en su reino el más importante es el que sirve. Les anima a seguir su ejemplo de servicio, y pasa a hablarle directamente a Pedro.


Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido zarandearlos a ustedes como si fueran trigo. Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos».
—Señor —respondió Pedro—, estoy dispuesto a ir contigo tanto a la cárcel como a la muerte.
—Pedro, te digo que hoy mismo, antes de que cante el gallo, tres veces negarás que me conoces.
(Lucas 22:31-34)

Jesús sabía lo que sucedería y dio una palabra profética. Él sabía que Pedro lo negaría y oró por él, por fortaleza para su fe. Jesús dijo que Pedro se repondría de ese gran error y que llegaría a ser de ejemplo para los demás discípulos de Jesús. ¡Y así fue!

Cuando arrestaron a Jesús y lo llevaron a la casa del sumo sacerdote, Pedro negó tres veces que lo conocía, tal como había dicho Jesús. Al darse cuenta de lo que había hecho, Pedro sintió un dolor amargo en su corazón. ¡Le había fallado al Maestro! Pero después de la resurrección de Jesús, en Juan 21:15-19, leemos una de las historias más bellas de perdón y restitución. Jesús le pregunta a Pedro tres veces «¿me amas?» y cada vez que Pedro le contesta «Si, Señor, sabes que te amo» Jesús le da una encomienda: apacienta mis corderos; cuida de mis ovejas; apacienta mis ovejas.

Sabemos que Pedro fue uno de los líderes de los primeros cristianos. En el libro de Hechos leemos cómo Dios lo usó para sanar y de sus predicaciones llenas de poder. La iglesia creció gracias a su fidelidad, su perseverancia en llevar el mensaje de salvación.

Así es Dios. Lleno de amor y de perdón. Él está siempre a la espera, anhelando que nos acerquemos con humildad, que le demos una oportunidad. Él no solo nos perdona, también nos da un nuevo propósito. No tardes en aceptar su amor y su perdón.

Aprende más sobre el perdón:

miércoles, 12 de agosto de 2020

«Sobre esta Roca edificaré mi iglesia»






POR: ESTUDIA LA BIBLIA 




Este estudio está disponible para descargar en su computadora en formato PDF: La Roca Verdadera

MATEO 16:18

“Mas yo también te digo que tú eres Pedro; y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.”

Mateo 16:18 es una cita comúnmente usada para decir que Pedro fue la roca sobre la cual Cristo iba a edificar su iglesia.

La verdadera Roca

Pedro no era la roca sobre la cual Cristo fundaría su iglesia. Las puertas del infierno prevalecieron contra él cuando negó a su Señor con imprecaciones y juramentos (Juan 18:25-27).

La iglesia de Cristo fue edificada sobre Aquel contra quien las puertas del infierno no podían prevalecer (Juan 16:33; Mateo 4:11; Hebreos 4:15).

Tal como estaba predicho desde el Edén, cuando Dios le dijo a satanás: “Enemistad pondré entre ti y la mujer, entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza y tú le herirás en el calcañar” (Génesis 3:15). Si satanás hubiera logrado con su tentación que Cristo pecara en lo más mínimo; habría herido la cabeza del Salvador. Tal como sucedieron las cosas solo le pudo herir el talón. Cristo obtuvo la victoria sobre satanás, recuperó el reino usurpado, asegurando así la destrucción de satanás (Juan 12:31).

La Roca sobre la cual la iglesia es edificada no pudo haber sido ningún hombre, pues el hombre es por naturaleza pecaminoso. Ningún hombre es perfecto, ningún hombre puede prevalecer por sí mismo contra el infierno (Romanos 3:10; Juan 5:42; 2 Timoteo 3:2-4; Jeremías 17:9; Isaías 1:4-6; Salmos 51:5; Salmos 58:3; Isaías 48:8; Jeremías 13:23).

Solo Cristo podía ser la Roca Viva de la iglesia, pues es el único ser que vivió una vida sin pecado (1 Pedro 2:22) y fue el único ser que fue engendrado sin pecado (Lucas 1:35). Es el único Cordero perfecto que venció al mundo, venció al pecado y el único que prevalece sobre el infierno (Filipenses 2:6-10).

La Roca en la profecía

Siglos antes del primer advenimiento del Señor, Moisés había señalado la roca de la salvación de Israel:

Deuteronomio 32:3-4 – “Porque en el nombre de Jehovah proclamaré. ¡Engrandeced a nuestro Dios! El es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud. El es un Dios fiel, en quien no hay iniquidad; es justo y recto.”

Y David escribió Salmos inspirado en la roca de la salvación:

Salmos 62:5-7 – “Oh alma mía, reposa sólo en Dios, porque de él es mi esperanza. Sólo él es mi roca y mi salvación; es mi alto refugio; no seré movido. Dios es mi salvación y mi gloria; en Dios está la roca de mi fortaleza y mi refugio.”

El mismo apóstol Pedro señala cuál es la verdadera Roca

Pedro declara a Jesús como la piedra viva:

1 Pedro 2:4-6 – “Acercándoos a él, la Piedra Viva – que fue ciertamente rechazada por los hombres, pero delante de Dios es elegida y preciosa-, también vosotros sed edificados como piedras vivas en casa espiritual para ser un sacerdocio santo, a fin de ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por medio de Jesucristo. Por esto contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la Piedra del ángulo, escogida y preciosa. Y el que cree en él jamás será avergonzado.”

Cristo, el único fundamento

1 Corintios 3:11 – “porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.”

No llaméis a nadie “Padre” ni “Maestro”

Es común llamar “Padre” a los curas y sacerdotes, e incluso llamar “Santo Padre” al Papa. Sin embargo Jesús mismo dijo:

Mateo 23:8-12 – “Pero vosotros, no seáis llamados Rabí; porque uno solo es vuestro Maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis a nadie vuestro Padre en la tierra, porque vuestro Padre que está en los cielos es uno solo. Ni os llaméis Guía, porque vuestro Guía es uno solo, el Cristo. Pero el que es mayor entre vosotros será vuestro siervo; porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.”

Efesios 1:20-23 – “Dios la ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y le hizo sentar a su diestra en los lugares celestiales, por encima de todo principado, autoridad, poder, señorío y todo nombre que sea nombrado, no sólo en esta edad sino también en la venidera. Aun todas las cosas las sometió Dios bajo sus pies y le puso a él por cabeza sobre todas las cosas para la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo.”

Isaías 8:13-14 – “¡A Jehovah de los Ejércitos, a él tratad como santo! Y si él es vuestro temor, y si él es vuestro temblor, entonces él será vuestro santuario; pero será piedra de tropiezo y roca de escándalo para las dos casas de Israel, red y trampa para los habitantes de Jerusalén.”

¿Quieres que Pedro, o cualquier otro hombre, sea la roca de tu iglesia?

Jeremías 17:5 – “Así ha dicho Jehovah: ‘Maldito el hombre que confía en el hombre, que se apoya en lo humano y cuyo corazón se aparta de Jehovah’.”

Y para concluir…

¿Qué es la “iglesia”?

Bíblicamente, la iglesia no es una institución, no es una organización, ni tampoco un edificio o una sinagoga.

La iglesia es el conjunto de verdaderos creyentes, son las almas fieles a Cristo.

Mateo 18:20 – “Porque donde dos o tres están congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”

Colosenses 4:15 – “Saludad a los hermanos que están en Laodicea: a Ninfas y a la iglesia que está en su casa.”

1 Corintios 16:19 – “Os saludan las iglesias de Asia. Aquilas, Priscila, con la iglesia que está en su casa.”

En esos dos últimos versículos no se trata de un edificio mandando un saludo a otro edificio, ni de una organización mandando saludo a otra institución. La iglesia es el grupo de creyentes.

Recomendamos estudiar La Iglesia Escondida para profundizar en el significado de «iglesia.»

Recomendamos estudiar El Templo Espiritual para entender mejor el significado de «piedras vivas» y Cristo como la «Piedra Angular» de la iglesia.

Amén. Que Dios los bendiga.


Fuente: estudialabiblia.com

martes, 11 de agosto de 2020

El significado del árbol de la vida en la Biblia



Por: SuBiblia.com

El árbol de la vida es un árbol que Dios colocó en el centro del jardín del Edén al lado del árbol del conocimiento del bien y del mal. En principio, Dios no impuso ninguna restricción sobre el árbol de la vida: Adán y Eva podían acercarse a él y hasta tenían libertad para comer del fruto del árbol que les concedería la vida eterna... pero no lo hicieron.

El árbol de la vida en Génesis

En Génesis vemos que el árbol de la vida representaba la vida eterna que Dios ofrece al ser humano.

Génesis 2:8-9

Después de que Dios creó al hombre, plantó un hermoso huerto al oriente para que él viviera allí. Dios también hizo que brotaran muchos árboles frutales para que Adán y Eva se deleitaran en su belleza y para que comieran de ellos. Luego, en medio del huerto, Dios hizo crecer dos árboles especiales: el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal.

A Adán y Eva no se les prohibió comer del árbol de la vida. La única prohibición que Dios les hizo fue la de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal que se encontraba justo al lado. Sin embargo, ellos escogieron desobedecer a Dios y comer el fruto del árbol prohibido. Como consecuencia de esa acción el pecado entró al mundo y el ser humano quedó separado espiritualmente de Dios.

Dios decidió echar a Adán y Eva del huerto del Edén evitando así que comieran el fruto del árbol de la vida. De esta forma Dios protegió al ser humano pues, de no haberlo hecho, el hombre estaría condenado a vivir eternamente en pecado. Esto hubiera eliminado por siempre la posibilidad de que el hombre volviera a disfrutar la completa armonía espiritual con Dios que había tenido antes de desobedecer.

Y dijo: «El ser humano ha llegado a ser como uno de nosotros, pues tiene conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que extienda su mano y también tome del fruto del árbol de la vida, y lo coma y viva para siempre». Entonces Dios el Señor expulsó al ser humano del jardín del Edén, para que trabajara la tierra de la cual había sido hecho.
(Génesis 3:22-23)

El árbol de la vida en Apocalipsis

En el Apocalipsis, el último libro de la Biblia, el árbol de la vida es símbolo de varias cosas. Veamos los versículos del libro en los que se menciona y lo que representa en cada uno de ellos.

La vida eterna en el paraíso con Dios

El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que salga vencedor le daré derecho a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.
(Apocalipsis 2:7)

El árbol de la vida se encuentra en el paraíso. Es allí donde estaremos todos los que perseveremos hasta el fin en el amor y el servicio a Dios. Podremos comer del árbol de la vida y disfrutar de la eternidad con Dios.

La provisión eterna de Dios para sus hijos

Luego el ángel me mostró un río de agua de vida, claro como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero, y corría por el centro de la calle principal de la ciudad. A cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce cosechas al año, una por mes; y las hojas del árbol son para la salud de las naciones.
(Apocalipsis 22:1-2)

El río de agua de vida habla de la provisión y la vida abundante que Dios nos da. El árbol de vida a cada lado del río, sus cosechas y sus hojas nos afirman el cuidado eterno de Dios al proveer a sus hijos alimento y salud por siempre.

Será entonces cuando podremos acceder al fruto del árbol de vida en cualquier momento. Disfrutaremos de su fruto y, gracias a la obra de Jesús en nosotros y a nuestra fe en él, gozaremos de la compañía y la provisión de Dios por la eternidad.

Recompensa y bendición

Dichosos los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y para poder entrar por las puertas de la ciudad.
(Apocalipsis 22:14)

Este versículo habla de la recompensa que recibirán los que confíen en el poder de la sangre de Cristo. Es a través de él que fueron lavadas sus ropas y que consiguieron la limpieza de sus pecados. Su bendición será tener autoridad sobre el árbol de la vida (comer de él) y poder entrar por las puertas de la ciudad santa.

Aprende más sobre Apocalipsis y la revelación del fin del mundo.

Lo que representa el árbol de la vida en Proverbios

En el libro de Proverbios se usa el árbol de la vida como símbolo de varias cosas que podemos disfrutar hoy. No habla del árbol en el pasado como hace Génesis o en el futuro como vemos en el Apocalipsis, sino de lo que simboliza para nosotros en el presente.

La sabiduría, la Palabra de Dios

Proverbios 3:18

Es sabio obedecer la Palabra de Dios y cumplir con sus mandatos. Los que la abrazan y viven sus vidas guiados por la sabiduría que viene de Dios disfrutarán de la vida eterna.

Es fruto de la justicia

El fruto de la justicia es árbol de vida, pero el que arrebata vidas es violento.
(Proverbios 11:30)

Cuando obramos de forma justa traemos vida. Por la obra de Jesús en la cruz a favor nuestro hemos sido hechos justos y podemos andar en justicia. Nuestras vidas deben servir para extender la obra de Cristo y su deseo para la humanidad. ¿Y cuál es su deseo? Que todos sean salvos. Obrando en justicia arrebatamos vidas al enemigo y las traemos a la luz.

El cumplimiento de algo muy esperado

La esperanza frustrada aflige al corazón; el deseo cumplido es un árbol de vida.
(Proverbios 13:12)

El ver que se cumple algo que hemos esperado por mucho tiempo nos trae vida y nuevos ánimos. Obtenemos la verdadera vida cuando se cumplen los anhelos y deseos de Dios para nosotros.

Las palabras que traen paz y alivio

La lengua que brinda alivio es árbol de vida; la lengua insidiosa deprime el espíritu.
(Proverbios 15:4)

Las palabras son poderosas. Las mejores y las más efectivas son las que traen paz, ánimo y alivio. Pronunciemos palabras que bendicen a todos los que nos rodean: hablemos palabras de vida.


Fuente: https://www.subiblia.com/significado-arbol-vida-biblia/

sábado, 8 de agosto de 2020

Iglesias en China deberán cumplir 42 requisitos para poder reabrir

 


En el apogeo de la pandemia de coronavirus, las iglesias dentro de la red aprobada por el gobierno de China se vieron obligadas a cerrar sus puertas. Ahora, si quieren reabrir, primero deben aceptar elogiar al presidente Xi Jinping y exaltar a su régimen comunista.

Iglesias en China deberán cumplir 42 requisitos para poder reabrir
Iglesias en China deberán cumplir 42 requisitos para poder reabrir

Bitter Winter, la revista de libertad religiosa; informa que la Oficina de Asuntos Religiosos de Zhengzhou, capital de la provincia de Henan, publicó 42 requisitos previos para las iglesias que querían reabrir.

Entre los requisitos, se ordenó a las iglesias que «intensificaran la educación patriótica» y «estudiaran las políticas religiosas de China», informó Bitter Winter.

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Además, se ordenó a las iglesias que promuevan los «cuatro requisitos», una campaña nacional lanzada en 2018 para promover la «sinicización» de la religión.

Promover la Constitución y los valores socialistas

Bitter Winter definió los «cuatro requisitos» de esta manera: «izar la bandera nacional ritualmente, a menudo mientras se canta el himno nacional; enseñar creencias y promover la constitución, las leyes y los reglamentos chinos; predicar y promover los «valores socialistas centrales»; y promoviendo ‘la excelente cultura tradicional de China'».

«En lugar de un sermón normal, el predicador habló del patriotismo de los trabajadores médicos durante la epidemia, y su sacrificio al estado», dijo un miembro de «Three-Self church» a Bitter Winter«Estas cosas son importantes, pero las cosas políticas se discutieron durante la mitad del tiempo. Muchos creyentes se quejaron después».

Iglesias que se negaron no se les permitió reabrir

A las iglesias que se negaron a cumplir con las demandas del PCCh no se les permitió reabrir. En Henan, una iglesia no se le permitió reabrir porque los oficiales no aprobaban los sermones del pastor.

«Ninguno de los 11 lugares de culto de nuestra área fue aprobado para su reapertura», dijo un diácono de la iglesia a Bitter Winter«Estábamos ocupados preparándonos para cumplir los requisitos para la reapertura, pero el gobierno nos dificultó las cosas en todos los aspectos».

También en junio, el gobierno de Yucheng, un condado de la ciudad prefectural de Shangqiu en Henan, exigió a los predicadores de las iglesias estatales que alabaran al Presidente Xi por «la forma correcta de dirigir a la gente para derrotar la epidemia» y que alabaran a China por su gobierno de partido único. También se les ordenó que calumniaran a los Estados Unidos y a otros países, añade el informe.

«El gobierno dijo que las iglesias deben predicar sobre los asuntos nacionales si quieren reabrir», dijo un miembro de la iglesia en Henan a Bitter Winter«Con los discursos de Xi Jinping como contenido principal, es mejor que las iglesias no vuelvan a abrir».

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Un anciano creyente de Henan dijo que la Oficina de Asuntos Religiosos prohibiría a cualquier persona predicar si se niega a cooperar con los nuevos requisitos.

«Los predicadores que aceptan predicar política sólo quieren que sus iglesias sean reabiertas lo antes posible», explicó el creyente. «Pero en cambio están secularizados. No tienen forma de retirarse y politizarse«.

Los esfuerzos del PCCh para sinicitizar el cristianismo, o ponerlo bajo su control absoluto están bien documentados.

Se informó previamente que las autoridades comunistas convirtieron varias iglesias de los Tres Unos aprobadas por el estado en centros culturales que promueven los valores socialistas de Xi.

Sustituir a Jesús por retratos del Presidente Mao y Xi

En medio del brote de coronavirus, se ordenó a los pobres aldeanos cristianos de varias provincias, que renunciaran a su fe y sustituyeran a Jesús por retratos del Presidente Mao y Xi o se arriesgaran a perder sus beneficios sociales.

Los últimos años, cientos de cristianos también se han enfrentado a arrestos, detenciones, encarcelamientos y ataques de la iglesia.

En el condado de Yugan, las autoridades cerraron al menos 48 iglesias y lugares de reunión entre el 18 y el 30 de abril, según Bitter Winter.

Retirar cruces

La revista informó que «un número incontable de iglesias» también recibieron la orden de retirar sus cruces en Jiujiang, Fuzhou, Fengcheng, Shangrao y algunas otras ciudades de la provincia en abril.

Los estudiosos estiman que de los 60 millones de cristianos de China, aproximadamente la mitad asisten a iglesias «caseras» no autorizados por el Estado.

Open Doors, sitúa a China en el puesto 23 de su lista de 50 países donde es más difícil ser cristiano. La organización señala que todas las iglesias son percibidas como una amenaza si se vuelven demasiado grandes, demasiado políticas o invitan a invitados extranjeros.

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