Predicado por: Pr. Julio César Barreto
Predicado por: Pr. Julio César Barreto
Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría. Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes.
(2 Corintios 9:7-8).
Más que la ofrenda en sí, a Dios le interesa la actitud con la que ofrendamos. Él desea que ofrendemos en obediencia a él, conforme a lo que él ha dicho y que lo hagamos de forma voluntaria y con alegría. Encontramos un buen ejemplo en David y el pueblo de Israel. Ellos llevaron abundantes ofrendas voluntarias para la edificación del templo. Ellos reconocían el señorío de Dios y ese conocimiento los llenaba de gozo.
El pueblo estaba muy contento de poder dar voluntariamente sus ofrendas al Señor, y también el rey David se sentía muy feliz.
(1 Crónicas 29:9)
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