lunes, 8 de diciembre de 2014

¡Regresaré a la casa de mi Padre!

El hijo prodigo es la típica situación que atraviesan todos aquellos que un día deciden dar marcha atrás, después de haber gustado la benignidad de Dios. Luego, un día meditan acerca de la posibilidad de regresar, pero les asalta la duda. Piensan que Dios esta enojado con ellos y que no les perdonará y recibirá jamás. Eso no es cierto. Si regresas, El si te recibirá con los brazos abiertos.

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Libres de la aflicción