Por: Pr. Julio César Barreto
La humanidad ha desechado los mandamientos de Dios. El hombre no obtendrá su salvación por guardarlos o no, porque en todo caso, la Salvación es un "Don" (regalo) de Dios, que el hombre no se gana por méritos propios. Sin embargo, los mandatos de Dios fueron entregados a la humanidad para que esta tuviese una guía, por medio de la cual los seres humanos conociesen el camino de lo recto, de lo que a Dios le agrada, y para que a los hombres les fuese bien.
Pero; ¿Qué hicieron los hombres con los Mandamientos de Dios?
Los han traspasado deliberada y continuadamente.
¿Cuáles han sido las consecuencias por haber traspasado los hombres los Mandatos de Dios?
Les ha ido muy mal. Dios nos dejó escrito en Su Libro Sagrado (la Biblia) las consecuencias por no obedecer su Ley, pero también nos dijo que nos iría muy bien si acatábamos su Palabra fielmente.
En el número 3 de esta serie, hablaremos hoy de la idolatría, la cual está expresamente prohibida por Dios.
La Idolatría corrompe el corazón del hombre, lo degenera, lo degrada. La consecuencia más grave que recibe la humanidad por causa de atribuirle honor a otros dioses y a sus imágenes, es que no podrán entrar en la Presencia de Dios.
¿Cuál es la solución a este pecado de los hombres?
. Arrepentirse de todo corazón en la presencia de Dios en sincera oración (hablar con Él).
. Pedirle perdón por haberle dado gloria a la criatura en lugar de darla al Creador.
. Creer en Cristo de todo Corazón e invitarlo a venir a su corazón, reconociéndolo como único y suficiente Salvador.
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