Por: Josué Barrios
Los cristianos somos llamados a orar pidiendo que el nombre de Dios sea santificado, su voluntad sea hecha, y venga su Reino. Es crucial que ese sea nuestro clamor cuando oramos por Venezuela en medio de la crisis que atraviesa el país.
Pero, ¿cómo podemos orar de maneras un poco más específicas?
1. Ora por los ministros y líderes políticos del país.
No suele ser fácil orar por personas con las que estamos en desacuerdo en muchos asuntos o nos desagradan, pero la Palabra de Dios es clara al respecto:
“Exhorto, pues, ante todo que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y sosegada con toda piedad y dignidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:1-4).
2. Ora por misericordia para la nación.
¿La política es importante y puede ser de provecho? Claro que sí. Gloria a Dios por eso. Esa es la razón por la que no debemos desestimar la lucha política.
Pero los cristianos entendemos que lo que más necesita Venezuela no es un cambio político y económico, sino el evangelio de Jesucristo.
He vivido toda mi vida en Venezuela y puedo testificar del deterioro del país en todos los sentidos. La situación en esta nación es espeluznante. Pero no pidamos solo por una solución para esta crisis. Pidamos también, y principalmente, por un avivamiento en Venezuela. Roguemos a Dios que transforme los corazones de incontables venezolanos.
Además de eso, está el peligro de que la crisis social estalle más aún y termine de salirse de las manos de ambos bandos políticos en el país.
En más de 15 años de chavismo-madurismo nunca había visto a la gente tan indignada y enojada como ahora. En las calles y avenidas de diversas ciudades, hay enfrentamientos serios entre fuerzas del estado y manifestantes. Se ha derramado sangre, y puede derramarse aún más. Como cristianos, oremos pidiendo a Dios que obre al respecto.
3. Ora por sabiduría, fortaleza y madurez para la Iglesia.
Agradezco a Dios por los creyentes en Venezuela que se han mantenido fieles al evangelio, y es necesario que sigamos clamando por la Iglesia aquí.
Pidamos a Dios que la Iglesia sea sabia y fuerte en este momento. Venezuela necesita que seamos sal y luz en medio de la oscuridad, creciendo hacia la madurez, comprendiendo más la Palabra de Dios en medio de tantas corrientes con errores y herejías doctrinales.
La sana doctrina es lo más importante en el mundo porque, con el poder del Espíritu Santo, es lo que hace firme y saludable a una iglesia, llevándola a dar mucho fruto. Y Venezuela necesita iglesias saludables. Además, en este país la mies es mucha y los obreros son pocos. ¡Que el Señor edifique a Su iglesia y envíe más obreros!
Todos los días, al igual que a miles de cristianos, me toca predicar el evangelio a madres que no saben qué dar de comer a sus hijos, padres que perdieron a familiares en manos de la delincuencia, personas que no encuentran en farmacias las medicinas que necesitan, o estudiantes que han sido atacados por fuerzas del estado mientras solo buscaban expresarse y exigir que se respeten sus derechos (por ejemplo).
Es doloroso predicar a personas que atraviesan dolor. Pero Venezuela necesita la predicación de la verdad. Y necesitamos mucha gracia y sabiduría para extender la Palabra. Así que, pidamos a Dios que nos conceda reflejar a Cristo en nuestras vidas.
Fuente: josuebarrios.com
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