lunes, 27 de febrero de 2017

¡No tengo miedo!

 



/Por: Pr. Julio César Barreto

El miedo paraliza. No lograremos prácticamente nada si nos dejamos dominar por él. En algún tiempo pasado de mi existencia fui presa de este mal. ¿Qué cosa lograba asustarme? Bueno, las mismas que asustan a muchas personas tanto en el pasado como en el presente. Creo que los temores mas prominentes en mi lo eran; el miedo a los monstruos (en la niñez y a veces de grande también), el temor a la muerte, el miedo escénico, el miedo a los murciélagos, entre otros. El miedo es una emoción  que se torna intensa en la misma medida de lo desagradable que sea lo que lo  provoca. Puede darse el caso que esa sensación  sea por causas reales o supuestas.

Creo que es inocultable que en momentos de crisis de temor, es difícil controlarlo y se pueden desencadenar variadas reacciones; parálisis, ansiedad, llanto, desesperación, nerviosismo, taquicardia, sudoración, temblores. Sí el detonante del miedo no drena, no es detenido, puede llegarse al extremo de caer en el Terror. Y pensar que (insisto) a veces el temor es a algo que no existe, producto de la imaginación, pero es a la mente tan real que no se percibe casi ninguna diferencia.


La Cura para el Miedo:

Estas son algunas acciones que pueden conducirte a superar los miedos: 

1. Reconoce cuando los miedos se vuelven abrumadores.
2. Comprende los síntomas del miedo.
3. Reflexiona sobre cualquier evento traumático.
4. Considera que los miedos pueden empezar pronto.


La Supra-cura para el miedo:

Salmos 27:1

El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿de quién tendré temor?


Salmos 56:3-4

El día en que temo, yo en ti confío. En Dios, cuya palabra alabo, en Dios he confiado, no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?

1 Juan 4:18
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor.


Por todas estas promesas de Dios y mucho más es que hoy confío y puedo afirmar: ¡No Tengo Miedo!

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