lunes, 12 de enero de 2015

Cristiano y Militar ¿Es compatible?




SALVADOR MARTÍNEZ ESPAÑA

Como se planteaba en un breve comentario del artículo anterior[i]: “Cristiano y progre… ¿es compatible?”.


Leyendo ese artículo podríamos añadir otras preguntas haciendo un repaso por estados o profesiones actuales que muchos hermanos cristianos comparten. ¿Podría ser cristiano un juez, un político, un inspector de hacienda, un vegetariano, un alpinista, un directivo de una multinacional?... Hay muchas reflexiones que se podrían hacer a la luz de pasajes como Romanos 14:2-10 o  Lucas 5:27; 19:9-10.


Si el Señor hubiera considerado que el Centurión que acudió para pedirle ayuda estaba pecando contra Dios por ejercer su profesión, el Señor le hubiera declarado la necesidad de abandonar dicha actividad, así como en el pasaje de la mujer sorprendida en adulterio el Señor le dijo “vete y no peques mas". Si nos acercamos con serenidad y ecuanimidad a este pasaje (Lc 7:3-9), vemos al Señor elogiando al Centurión, en ningún momento menosprecia ni censura su profesión sino que le alaba y le pone como ejemplo, de fe, que es algo por lo que nos debemos caracterizar todos los cristianos.


Comparar la profesión de la prostitución con cualquier otra profesión es totalmente improcedente, ya que la prostitución o, por ejemplo, la actividad de robar, están claramente prohibidas en los mandamientos de Dios y por eso se especifica “el que robaba no robe más” (Ef 4:28), lo cual es aplicable a cualquier actividad  prohibida en la Palabra de Dios. Otra prohibición por supuesto es asesinar. Si vamos al diccionario de la R.A.E. y buscamos la definición de "asesinato", podemos comprobar el error cometido al identificar este término con la profesión militar.


Entre otros ejemplos de fe tenemos a otro Centurión, el que estaba frente al Señor cuando murió, haciendo una declaración importantísima "... Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios"(Mr 15:39). Así mismo sobre este pasaje leemos que el Centurión estaba dando gloria a Dios y fue ejemplo a los que estaban con él (Lc 23:47; Mt 27:54). También podemos mencionar a los soldados que preguntaron a Juan el Bautista: “¿qué haremos?” (Lc 3:14), y fueron exhortados, como cualquier otro hombre, a no causar extorsión, no calumniar y no robar. En ningún momento se menciona que abandonen su profesión. En el libro de Hechos (Hch 10) se nos habla de otro Centurión como el primer gentil que fue bautizado, Cornelio; este pasaje de su conversión y bautismo, junto con su familia, tiene grandes y profundas enseñanzas para nosotros.


Cuando apoyamos nuestros criterios sobre doctrinas bíblicas con observaciones históricas, podemos caer en dogmatismos y hechos puntuales que no tienen validez a la hora de ponerlos en paralelo con la solidez de la Palabra. Cuántas veces han surgido doctrinas basadas en circunstancias puntuales que han traído mucho dolor y división a la Iglesia de Cristo, en lugar de luchar por la unidad del Cuerpo de Cristo: “Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste" (Jn 17:21). En el caso de la excomunión citada sobre el cristiano que una vez bautizado se convertía en militar del imperio romano, estamos hablando de un ejército que de forma regular y sistemática tenía órdenes de apresar y ejecutar a los cristianos, ya que estamos hablando de un tiempo de persecución, por lo que la elección era evidente. Aún así, sería complicado, por no decir imposible, demostrar que fuera una práctica general en todas las iglesias cristianas, repartidas por el imperio. En cualquier caso, sería conveniente mencionar también que entre los padres de la iglesia había diferencia de opinión sobre si convenía o no ser militar y apoyar con ello al imperio, una vez que el imperio admitió la fe cristiana. También en cualquier caso, insisto que nuestra fe debe estar basada en la Palabra de Dios y no en tradiciones de hombres.


Si queremos tener en cuenta la historia, en justicia tenemos que mencionar que los soldados del imperio convertidos al cristianismo fueron un poderoso y eficaz instrumento de Dios para la extensión del evangelio. Un contingente de evangelistas llevados de un lugar a otro cuando los medios de comunicación y desplazamiento eran muy escasos.


Si queremos ceñirnos a la Palabra de Dios, debemos tener en cuenta que, tanto en el AT como en el NT, hay muchas frases y palabras que tienen una clara connotación militar, especialmente en las epístolas de Pablo, como por ejemplo 1ª Corintios 9:7; 2ª Timoteo 2:3-4 o Filipenses 3:16; algo que hubiera sido impensable si Pablo hubiera considerado que la profesión militar era ilícita o comparable con la prostitución.

El Señor, que es misericordioso, ha llamado a hombres y mujeres de diferentes profesiones para llevar a cabo la Gran Comisión "Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" (Mc 16:15). Por un momento podemos imaginarnos al Señor decir:“¿Quién irá a los cuarteles? ¿Quién hablará de mí en las misiones internacionales? ¿Quién anunciará el Evangelio de la Paz a los miembros de las Fuerzas Armadas?”.


El amor es la característica que nos tiene que diferenciar como cristianos, máxime cuando es un mandamiento del Señor:"Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado" (Jn 15:12). Para que este amor fraternal exista debe existir primero respeto, y así como algunos hermanos optan por no comer carne o no casarse y son igual de hermanos en Cristo que el resto, hay otros que hemos elegido una profesión dentro de las Fuerzas Armadas o Fuerzas de Seguridad.


Los militares cristianos respetamos y amamos a otros hermanos de otras profesiones y pensamos que estamos en un lugar donde otros hermanos, hoy por hoy, tienen muy difícil el acceso para llevar el evangelio. En todo el mundo hay asociaciones de hermanos cristianos y militares que están siendo testigos de Jesucristo en situaciones difíciles, donde han podido ser luz del Señor y ejemplo de valor y paz.


También entendemos que hay muchos hermanos que no comprenden que pueda ser compatible ser cristiano y militar, lo respetamos como opinión, no como doctrina con base Bíblica que deba imponerse a otros hermanos como condición para que puedan estar en comunión fraternal en la misma congregación cristiana, puesto que entonces difícilmente se podría hablar de no hacer acepción de personas, y de que el Señor es el mismo que habló y elogió al Centurión. El respeto y el amor fraternal deben ser nuestra forma de actuar, y lo que sí entendemos es que no debemos contender sobre opiniones (Ro 14:1-4), ni añadir o quitar a la Palabra de Dios (Ap 22:18; Dt 4:2; 12:32), ni considerar como doctrina lo que son mandamientos de hombres (Mc 7:7).


Mi deseo es que las diferencias nos complementen, y no nos dividan, considerando que si algún tema puede llegar a romper la comunión fraternal se debe tratar con el orden Bíblico establecido (Mt 18:16; 1Co 6:5).





Salvador Martínez - Comandante de Artillería en la Reserva Transitoria/Delegado Nacional de ACEM (Asociación Cristiana Evangélica de Militares) - España









































Fuente: Protestante Digital






















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