Por: Pr. Julio César Barreto
En el Antiguo Testamento, el pueblo no era castigado por los pecados de sus reyes (gobernantes). Cuando toda la nación (Israel) pecaba juntamente con su rey, entonces "toda la nación era castigada", porque toda la nación se había vendido para hacer lo malo. ("Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habeis robado" - Malaquias 3:9).
Lot y su familia huyen de Sodoma |
"Parense en los caminos, y miren, y pregunten por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y anden por él, y hallarán descanso para su alma. Más dijeron: ¡No andaremos!". (Jeremias 6:16).
Esto también hizo Dios hasta con ciudades tan pervertidas como Sodoma y Gomorra. Los reyes (gobernantes) de estas ciudades, eran perversos, pero también lo eran todos sus habitantes. Sin embargo Abraham, que conocía que Dios es justo, perfecto, intercedió ante Él a favor de estas ciudades, y le dijo al Señor: ¿Destruirás al justo con el impio? ¡Lejos de ti que hagas morir al justo con el impio y que sea el justo tratado como el impio!. (Génesis 18: 23-25).
Amados, si un hombre es gobernante y maldice al pueblo de Dios, Él le pedirá cuentas a ese gobernante y no inculpará de ese pecado a los que no se involucraron, porque Dios es justo. Ahora, si ese gobernante maldice al pueblo de Dios y se juntan a él 100 o 1.000 o más personas a compartir su mismo pecado, entonces el rey y esos 100 o 1.000 o más, recibirán todos juntos, la paga por su pecado.
Cuando el profeta ambicioso (Balaam), quiso maldecir a Israel, el Angel de Jehová se interpuso en su camino con su espada desnuda en su mano. La asna vio al Angel, pero el profeta no lo vio. ¿Qué le dijo el angel al profeta Balaam?. Le dijo:
"El asna me ha visto y se ha apartado luego de delante de mi estas tres veces; y si de mi no se hubiera apartado, yo también ahora te mataría a ti y a ella dejaría viva".
O sea el culpable era "Balaam", no el "asna". Esto hizo Dios con justicia, tratandose de un animal. ¡Cuánto más tratandose de seres humanos que no esten involucrados en el pecado de sus gobernantes!.
Es innegable que en nuestra historia contemporánea y en el pasado, han existido líderes (reyes, gobernantes), que han conducido a su pueblo a la ruina, por causa de sus desacertadas acciones. No necesariamente, todo el país estaba de acuerdo con ellos, pero igualmente, todos sufrieron las consecuencias nefastas del orgullo y la prepotencia de estos gobernantes desquiciados. He aquí un triste ejemplo de lo que afirmo...
Dios le pedirá cuentas a cada gobernante por sus pecados. Si el pueblo no sigue a sus gobernantes en sus transgresiones, Dios no los culpará del pecado de sus gobernantes.
"En aquellos dias no dirán más: Los padres comieron las uvas agrias y los dientes de los hijos tienen la dentera, sino que cada cual morirá por su propia maldad; los dientes de todo hombre que comiere las uvas agrias, tendrán la dentera." (Jeremias 31: 29-30).
Y también dice La Escritura: "Porque escrito está: vivo Yo, dice el Señor, que ante mi se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios. De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de si" y por consecuencia puede decirse como conclusión que "cada nación escribe su propio destino". (Romanos 14: 11-12).
Bendiciones para todos en el nombre de nuestro Señor Jesús.
Pr. Julio César Barreto
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