No traten de
amontonar riquezas aquí en la tierra. Esas cosas se echan a perder o son
destruidas por la polilla, además, los ladrones pueden entrar y
robarlas, es mejor que amontonen riquezas en el cielo, allí nada se
echa a perder ni la polilla lo destruye, tampoco los ladrones pueden
entrar y robar. Recuerden que la verdadera riqueza consiste en
obedecerme de todo corazón. Mateo 6:19-21
En
muchos hogares existe el habito de guardar objetos preciados que para
muchos se convierten en tesoros. Otros se mentalizan a guardar dinero y
joyas y riquezas obtenidas producto de su trabajo; sin embargo nada de
eso logrará recompensarnos como muchas veces deseamos.
En la biblia Jesús cuenta la historia de un hombre que decidió acumular riquezas pero al final del día lo perdió todo… “También
les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había
producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque
no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis
graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y
mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para
muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio,
esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién
será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios”. (Lucas 12:16-21)
La riqueza material es fugaz, nada en
esta tierra dura para siempre; lo único que podemos preservar
eternamente es lo que hacemos para Dios.
Fuente: bibliatodo.com
Invierte en la eternidad, allí si obtendrás las verdaderas riquezas.
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