jueves, 18 de marzo de 2021

El amor y el tiempo

 







Un día se anunció a todos los sentimientos que la isla estaba por hundirse. Entonces, todos prepararon sus barcos y partieron, únicamente el amor quedó esperando solo pacientemente, hasta el último momento.

Cuando la isla ya estuvo a punto de hundirse, el amor decidió pedir ayuda entre los otros sentimientos para que alguno de ellos lo llevara consigo en su barco y salvara así su vida.

La riqueza pasó cerca del amor en un barco lujosísimo y este le preguntó: «¿Riqueza, me puedes llevar contigo?». A lo que respondió: «No puedo porque tengo mucho oro y plata dentro de mi barco y no hay lugar para ti, lo siento, amor».

Entonces, el amor decidió pedirle ayuda al orgullo, que estaba pasando frente a él en una magnifica barca, «¡Orgullo te ruego! ¿puedes llevarme contigo?».

«No puedo llevarte amor», respondió el orgullo. «Aquí todo es perfecto, podrías arruinar mi barca ¿y, cómo quedaría mi reputación?».

Entonces, el amor dijo a la tristeza que se estaba acercando: «¡Tristeza te lo pido, déjame ir contigo!». La tristeza se negó, alegando que necesitaba estar sola.

Luego el buen humor pasó frente al amor, pero estaba tan contento que no se percató que lo estaban llamado.

De repente, una voz dijo: «Ven amor, te llevo conmigo». El amor miró a ver quien le hablaba y vio a un viejo. El amor se sintió tan contento y lleno de gozo que se subió a la barca, y se olvidó de preguntar el nombre del viejo. Cuando llegó a tierra firme, el viejo se fue.

El amor se dio cuenta de cuanto le debía, y le preguntó al saber: «Saber, ¿Puedes decirme quien era este que me ayudó?»«A sido el Tiempo», respondió el saber con voz serena. «¿El tiempo?», se preguntó el amor, «¿Por qué será que el tiempo me ha ayudado?».

Y el saber respondió: «Porque solo el tiempo es capaz de comprender cuan importante es el amor».

La Biblia describe al amor como uno de los aspectos de mayor importancia en nuestras vidas (1 Corintios 13:13), colocándolo por encima de la fe y la esperanza.

La razón por la que es tan importante, es porque literalmente Dios es amor (1 Juan 4:8) el cual no se acaba ni deja de ser (1 Corintios 13:8).

En cuanto al tiempo, es con la ayuda de este que comprendemos cuanto el Señor nos ama, cuanto le debemos y lo que debemos hacer con el tiempo que nos queda de vida.

Todo lo demás en este mundo es pasajero, es por ello que debemos enfocarnos en amar, predicar, salvar almas y establecer el reino de los cielos; de esta manera sabremos que usamos de manera correcta nuestro tiempo y demostramos el amor de la manera en que Jesús también lo hizo.


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