Las personas que creen que tienen un Dios grande no se proponen pequeños sueños, ni se conforman con realidades mediocres. Han aprendido a confiar en quien los ama y protege, y saben que merecen solo lo mejor de esta tierra.
Estas personas no tienen miedo de ir tras lo que quieren ni de salir de sus zonas de confort, saben que se les permite tener todos los sueños del mundo y que, si algo no les pasa como esperan, solo necesitan levantarse. Y empezar de nuevo, porque se le abrirán nuevas puertas.
Vive y no sobrevivas ..
Quienes tienen a Dios a su lado no se adhieren al hábito de vivir con poco, no aceptan una realidad en la que necesitan sobrevivir en lugar de vivir, ni quieren desarrollar este tipo de pensamiento. Estas personas saben que no están limitadas, no aceptan las palabras negativas de quienes viven infelices ni adoptan los pensamientos negativos de quienes no saben lo que es vivir con Dios a su lado.
Si eres una de esas personas, sabes el potencial que existe dentro de ti y lo maravillosa que puede ser la vida. Te has liberado de todo pensamiento de incapacidad y te has abierto a todas las posibilidades y logros que puedes lograr con Dios a tu lado. Sabes que eres libre tanto para soñar como para construir, porque eres el hijo de un Dios viviente y nunca te dejará desamparado.
El amor y la fidelidad de tu Dios te dan la fuerza para seguir adelante, creer en ti mismo y superar todas las adversidades de la vida cotidiana. ¡Te hace sentir genial!
Toda la confianza y seguridad que esperabas sentir en alguien la encontraste en Dios, y hoy no puedes imaginar tu vida sin su Presencia.
Dios es más que una entidad espiritual, es tu mejor amigo, y aunque no puedes verlo, sabes que siempre está contigo en cada paso. Tener a Dios a tu lado es la mayor fuente de alegría y consuelo en tu vida, y te permites vivir como siempre quisiste, sabiendo que él siempre estará contigo.
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