sábado, 18 de abril de 2020

Los “Hijos de Dios” y las “Hijas de los Hombres” de Génesis 6







Moisés Pinedo 



“¿Quiénes son los ‘hijos de Dios’ y las ‘hijas de los hombres’ a quienes Génesis 6 hace referencia? ¿Y quiénes son los ‘gigantes’ en el mismo contexto?”.

Respuesta:
Génesis 6 relata las condiciones previas a la destrucción del mundo antiguo por medio de las aguas del Diluvio de Noé. Este periodo de caos espiritual profundo y generalizado (vs. 5) vino como consecuencia directa del matrimonio mixto entre los “hijos de Dios” y las “hijas de los hombres” (vs. 2). Se ha especulado extensamente en cuanto a la identidad de ambos grupos, como también de su descendencia impía (vs. 4).

LOS HIJOS DE DIOS

Una tradición popular sensacionalista y dudosa sugiere que los “hijos de Dios” fueron 200 ángeles del cielo que miraron y codiciaron a las hijas de los hombres, y descendieron y las tomaron como esposas, uniéndose con ellas y procreando gigantes (El Libro de Enoc, 6:1-6; 7:1-3—Charles, 1913, 2:191-192). Pero esta tradición forma parte de un registro completo que nunca ha sido reconocido como inspiración divina, cuya estructura y coherencia es deficiente, sugiriendo periodos y autores diferentes que no pueden ser determinados de manera satisfactoria (vea Kitto, 1846, 1:630-631). Lo que es más importante, la idea de que ángeles se unieron físicamente con seres humanos para producir descendencia se encuentra en conflicto con el contexto de Génesis 6 y otras partes de la Escritura. Considere algunos puntos:

No hay indicación o conexión a seres angélicos en el contexto inmediato. El relato describe una escena de interacción puramente humana—se hace referencia a la multiplicación del hombre (vs. 1), la desaprobación divina para con el hombre (vs. 3), la maldad del hombre (vs. 5), la desilusión divina en cuanto a la creación del hombre (vs. 6) y la destrucción inminente del hombre (vs. 7).

El texto sugiere una relación conyugal entre los hijos de Dios y las hijas de los hombres (vs. 2; cf. Mateo 24:38). Sin embargo, Jesús declaró que los ángeles no son capaces de tales uniones (Mateo 22:30; Marcos 12:25). Esta “incapacidad” está ligada a su naturaleza espiritual (Lucas 20:34-36; cf. Hebreos 1:14)—una naturaleza que imposibilita reproducción sexual, sea con su propia especie o la especie humana. Como Keil y Delitzsch han señalado, este punto “es completamente suficiente por sí mismo para excluir cualquier referencia a los ángeles” (1872, 1:131).

Si los ángeles fueron los autores originales de la corrupción prediluviana, ¿por qué el juicio divino por medio del Diluvio cayó sobre la raza humana, y la raza humana completa (¡los ángeles supuestamente se corrompieron solamente con las mujeres!)? ¿No se esperaría que el “Juez de toda la tierra” hiciera “lo que es justo” (Génesis 18:25)?
Es improbable que el escritor inspirado hiciera referencia a “ángeles infieles” como “hijos de Dios”. De hecho, la Biblia nunca usa tal designación para ellos.

El libro de Génesis se enfoca en los orígenes y la descendencia de la humanidad, no de los seres angélicos. Se narra el origen y el desarrollo de la humanidad hasta los eventos del diluvio (1-9); luego se reanuda el desarrollo de la generación humana por medio de la descendencia de Noé (10-24); y finalmente se registra los sucesos de la generación humana conocida como el pueblo de Dios por medio de la descendencia de Abraham (25-50). No hay lugar en Génesis para un relato paralelo de una generación sobrenatural. [NOTA: Estos mismos puntos también descartan la proposición menos popular (aunque igualmente extravagante) que sugiere que estos “hijos de Dios” fueron seres humanos poseídos por ángeles quienes les forzaron a unirse a las hijas de los hombres (cf. Hughes, 2004, pp. 125-126)].

Entonces, si “hijos de Dios” no hace referencia a ángeles, ¿a quiénes hace referencia? Esta designación se aplica apropiadamente y extensamente en las Escrituras a la humanidad piadosa (e.g., Salmos 82:6; Proverbios 14:26; Mateo 5:9; Juan 1:12; Romanos 8:14; 1 Juan 3:1). Además, la perspectiva del escritor inspirado y sus destinatarios originales sostiene esta interpretación: los israelitas también se consideraban “hijos de Dios” por medio de la promesa (Éxodo 4:22; Deuteronomio 14:1; cf. Romanos 9:7-8).

Específicamente en Génesis 6, “hijos de Dios” (vs. 2) hace referencia a la descendencia piadosa de Set, aquellos que “comenzaron a invocar el nombre de Jehová” (4:26), cuyo linaje se lista en el capítulo previo. Esta generación piadosa pronto degeneró al mezclarse con las “hijas de los hombres”.


LAS HIJAS DE LOS HOMBRES

Una vez que se ha determinado adecuadamente quiénes son los “hijos de Dios”, la tarea de determinar a este nuevo grupo propone menos dificultades. La deducción lógica es que si “hijos de Dios” hace referencia a la generación piadosa de Set, entonces “hijas de los hombres” debe hacer referencia a la descendencia impía de Caín. El contexto escritural confirma esta conclusión:
No es una coincidencia que los capítulos previos presenten el registro de ambos grupos, implicando una diferencia marcada. 

El capítulo 4 presenta la descendencia de Caín, destacando la impiedad generalizada y extrema por medio de Lamec (vss. 19-24). El capítulo 5 presenta la descendencia de Set, destacando la piedad general por medio de personajes como Enoc (vss. 22-24) y Noé (vss. 29-32; cf. 6:9). Se debe tener en cuenta este contexto al interpretar la multiplicación humana al comienzo del capítulo 6.
Según una aplicación espiritual, Caín “[s]alió…de delante de Jehová” (4:16) y nunca regresó a Él. Por ende, produjo una descendencia apartada de Dios y puramente carnal—con un sentido inferior humano carente de todo deseo de regresar a su Creador. Entonces, no es una sorpresa que se designe a las mujeres en tal generación como “las hijas de los hombres”.

Las Escrituras revelan una diferencia marcada entre la descendencia piadosa y la descendencia impía. Esta era una característica entendida desde muy temprano en la historia de la humanidad, y especialmente era un factor decisivo en las uniones matrimoniales. Por ejemplo, Abraham no quiso que su hijo piadoso se uniera con una de las hijas impías de los cananeos (Génesis 24:3). Isaac y Rebeca no quisieron que sus hijos tomaran mujeres de las hijas de Het, así que enviaron a Jacob a Padan-aram (Génesis 27:46-28:9); por otra parte, Esaú era rebelde y había tomado mujeres heteas, quienes “fueron amargura de espíritu para Isaac y para Rebeca” (26:35). Los padres de Sansón se angustiaron cuando su hijo decidió tomar por mujer a una filistea impía (Jueces 14:1-3). Y los siervos fieles de Dios amonestaron al pueblo escogido a no emparentar con mujeres impías (cf. Nehemías 13:25-26). Todas las indicaciones contextuales sugieren que Génesis 6 es un caso temprano de esta clase de unión indeseable.

Las Escrituras también revelan que una consecuencia directa y principal de tales uniones mixtas entre justos e impíos era la perversión de los estándares religiosos y morales, lo cual implicaba desaprobación y castigo divino (cf. Números 25; 1 Reyes 11:3-11; Esdras 10; Nehemías 13). La escena en Génesis 6 encaja completamente con este patrón, y por ende, llega a ser una advertencia bíblica temprana para generaciones piadosas futuras.


LOS GIGANTES DE LA TIERRA

La misma tradición mencionada anteriormente sugiere que los gigantes fueron la descendencia de esta unión entre ángeles y seres humanos, y les asigna una altura ridícula de algo de 150 metros. También registra que “consumieron todos los productos de los hombres”, y que luego “devoraron a la humanidad” (Libro de Enoc, 7:3-5).

En contraste, Génesis 6 registra la presencia de “gigantes” en un tiempo previo así como contemporáneo a la unión entre los hijos de Dios y las hijas de los hombres:
Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre (vs. 4, énfasis añadido).

Por tanto, aunque pudo haber “gigantes” en la progenie de los hijos de Dios y las hijas de los hombres, el texto no garantiza la conclusión de que ellos fueron sus descendientes exclusivos. Entonces, ¿quiénes fueron?

Dentro de los límites razonables, la Biblia confirma la existencia de “gigantes”. Por ejemplo, Goliat “tenía de altura seis codos y un palmo” (1 Samuel 17:4)—casi tres metros. Aunque esta altura todavía es impresionante, no es completamente increíble, especialmente si se considera que en 1940 se midió a Robert Pershing, quien quedó registrado en el libro de Récord Guinness con una altura de 2.72 metros (vea “El Hombre Más Alto”, s.d.).

No se cuestiona la probabilidad de que estos “gigantes” fueran hombres de estaturas literalmente grandes, pero la palabra nefilim (traducida “gigantes” en la RVR60) no está limitada a este significado. Strong presenta los significados “matones” o “tiranos” antes de “gigantes” (1995, p. 95). Adam Clarke sugirió un significado general de este término como “personas de gran…coraje, maldad, etc.” (s.d., 1:69). Jamieson, Fausset y Brown señalaron que “[e]l término en hebreo no implica tanto la idea de gran estatura como implica la idea de ferocidad temeraria, carácter impío y desafiante, quienes esparcieron devastación y matanza de una manera extendida” (1884, 1:12, itálicas en original).


CONCLUSIÓN

En vista de la preponderancia de evidencia textual, se puede llegar a las siguientes conclusiones justificadas en cuanto al episodio de la maldad de los hombres en Génesis 6:

El término “hijos de Dios” hace referencia a la descendencia piadosa de Set, hijo de Adán y Eva (Génesis 5), no a un grupo de seres angelicales que decidieron dejar su morada para cohabitar conyugalmente con las mujeres de la Tierra.

El término “hijas de los hombres” hace referencia a las mujeres impías que constituían la descendencia de Caín, una generación desprovista de cualidades espirituales positivas (Génesis 4).

El término “gigantes” hace referencia a un grupo de hombres que destacó por su valentía, ferocidad y violencia, más que por su estatura. Y aunque también pudieron ser parte de la descendencia de los hijos de Dios y las hijas de los hombres, no se les puede limitar a tal progenie, y no se les puede clasificar como la descendencia de supuestos progenitores angélicos o sobrenaturales. Ciertamente, ningún pasaje en la Biblia (incluyendo 2 Pedro 2:4 y Judas 6) sostiene una relación conyugal entre seres angélicos y humanos.


Referencias:

Clarke, Adam (sine data), Comentario de Clarke: Génesis-Deuteronomio [Clarke’s Commentary: Genesis-Deuteronomy] (Nueva York: Abingdon).

Charles, Robert, ed. (1913), Los Textos Apócrifos y Pseudoepigráficos del Antiguo Testamento [The Apocrypha and Pseudepigrapha of the Old Testament] (Oxford, Inglaterra: Clarendon).

“El Hombre Más Alto” [“Tallest Man Ever”] (sine data), Guinness World Records, http://www.guinnessworldrecords.com/records-3000/tallest-man-ever/.

Hughes, Kent (2004), Génesis: Comienzo y Bendición [Genesis: Begining & Blessing] (Wheaton, IL: Crossway).

Jamieson, Robert, et.al. (1884), Un Comentario Crítico, Práctico y Explicativo sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento [A Commentary: Critical, Practical and Explanatory, on the Old and New Testaments] (Toledo, OH: Jerome B. Names).

Keil, Carl y Franz Delitzsch (1872), Comentario Bíblico Sobre el Antiguo Testamento [Biblical Commentary on the Old Testament] (Edimburgo, Escocia: T & T Clark).

Kitto, John, ed. (1846), Una Ciclopedia de Literatura Bíblica [A Cyclopædia of Biblical Literature], (Nueva York: William H. Moore).

Strong, James (1995), Nuevo Diccionario Conciso de Strong de las Palabras en la Biblia Hebrea [New Strong’s Concise Dictionary of the Words in the Hebrew Bible] (Nashville, TN: Thomas Nelson).


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No todo es como parece ser

Cuando menos lo piensas inesperadamente los acontecimientos pueden cambiar.




























Por:  *Pr. Julio César Barreto


La historia de nuestro sorprendente mundo contiene cambio de rieles inesperados. Y es innegable que muchos de esos casos han dejado una profunda huella en sus protagonistas. Cuando discurre el tiempo (no importa cuanto) y nos enteramos de los relatos alusivos a este tema, nos vemos tentados a concluir que "No todo es como parece ser".

El libro de los libros (La Palabra de Dios), contiene algunos de esos casos sorprendentes, que nos enseñan que estando en las manos del Creador, en cualquier momento puede suceder algo que cambiará el curso de los acontecimientos en el sentido correcto (para la gloria de su Nombre). Le invito a contemplar  algunos de estos maravillosos giros que experimentaron connotados personajes bíblicos.

1. José (De la cárcel al Poder /Gobernador de Egipto) (Gén. 41: 38-44)


y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios?

Y dijo Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú.
Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú.
Dijo además Faraón a José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto.
Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello;
y lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: ¡Doblad la rodilla!; y lo puso sobre toda la tierra de Egipto.
Y dijo Faraón a José: Yo soy Faraón; y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto.







2. Abraham: Sin heredero, pasó a ser "Padre de Multitudes" (Gén. 15:1-6)


 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.

Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?
Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa.
Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará.
Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia. 

                        



3. Mardoqueo: Amenazado de muerte por un alto funcionario del gobierno (Amán), no solo no murió en la horca sino que pasó a ser el segundo después del rey. (Libro de Ester).

El mismo día, el rey Asuero dio a la reina Ester la casa de Amán enemigo de los judíos; y Mardoqueo vino delante del rey, porque Ester le declaró lo que él era respecto de ella.
Y se quitó el rey el anillo que recogió de Amán, y lo dio a Mardoqueo. Y Ester puso a Mardoqueo sobre la casa de Amán. (Ester 8: 1-2)

"Porque Mardoqueo el judío fue el segundo después del rey Asuero, y grande entre los judíos, y estimado por la multitud de sus hermanos, porque procuró el bienestar de su pueblo y habló paz para todo su linaje» (Ester 10.3).




Él no ha cambiado la forma en que trabaja. Dios está utilizando las situaciones a las que te enfrentas cada día. Detente un momento y con corazón humilde pide a Dios que te ayude a reaccionar apropiadamente ante las situaciones en las que puedas encontrarte en el día de hoy. A veces No todo es como parece ser.




jueves, 16 de abril de 2020

José, el Faraón y el COVID-19: la importancia del ahorro para las naciones

El mundo no fue advertido acerca del impacto que tendría el COVID-19. Afortunadamente, algunos, mediante ahorro, podrán lidiar con sus consecuencias


Alemania está más preparada para afrontar la crisis del COVID-19. (Foto: Flickr)

Por Jorge Galicia
En el libro de Génesis, Capítulo 41, se narra la historia de José y su interpretación de los sueños del Faraón. En el primero de ellos, el Faraón vio a siete vacas de extraordinario aspecto, saludables y bien nutridas, luego aparecieron otras siete vacas muy feas, flacas y evidentemente desnutridas, las cuales devoraron a las primeras vacas vistas por el gobernante. En el segundo sueño pasó algo similar: vio el Faraón siete espigas “llenas y hermosas”, y estas espigas fueron seguidamente consumidas por otras de aspecto “flaco y abatido”. José, haciendo uso de la sabiduría que le fue dada por Dios, interpretó los sueños de las siguiente manera: tanto las siete vacas saludables como las siete espigas rebosantes representaban siete años de gran abundancia en la tierra, mientras que las siete vacas flacas y las siete espigas escuálidas representaban años de escasez y de hambruna extrema.
El Faraón, habiendo visto la sabiduría de José, decide ponerlo a cargo de todo Egipto, haciéndolo el segundo hombre más poderoso en esa tierra para que preparase al reino para la escasez profetizada. José entonces decide ahorrar todo el alimento excedente que se produjo durante los siete años de abundancia, razón por la cual Egipto no solo no sufrió del hambre extrema que en efecto sobrevino tras la culminación de los primeros siete años, sino que tuvo la capacidad de vender alimentos al resto de las naciones vecinas.
Actualmente el mundo entero está librando una guerra en contra de un enemigo microscópico llamado SARS-CoV-2, mejor conocido simplemente como “coronavirus”. Esta guerra ha paralizado casi por completo a todas las economías más importantes del planeta y ha obligado a los distintos gobiernos del mundo a asumir costos tremendos para mitigar el impacto que la propagación masiva del virus está teniendo sobre toda la población mundial.
Es en situaciones como ésta cuando mejor podemos entender la profunda sabiduría que exhibe el Capítulo 41 del Génesis, porque son justamente esos países con una fiscalidad sana, es decir, que ahorraron o que tienen unos niveles bajos de endeudamiento los que tienen la capacidad de gastar más y por ende de ofrecer una respuesta más robusta para enfrentar la crisis.
Este es caso del Perú, por ejemplo, cuyo gobierno ha destinado una cifra de 90 000 millones de soles (equivalente a 26 400 millones de dólares), valor que representa un 12 % de su PIB, para proteger a los peruanos de la propagación del virus y de sus efectos económicos. Vale la pena recordar que Perú tiene años siendo uno de los países menos endeudados de todo el continente latinoamericano y uno de los más responsables con sus finanzas públicas. Por el contrario, vemos a países como Argentina y Ecuador teniendo una capacidad de reacción muy limitada; el primero apenas pudo destinar unos 5 700 millones de dólares y recibió un préstamo del Banco Mundial por 35 millones de dólares, mientras que Ecuador se debate entre seguir pagando la deuda externa preexistente o destinar más recursos para luchar en contra de la pandemia, ambas naciones se encuentran al borde del default económico. Ni siquiera voy a ahondar en el caso de Venezuela, país que hace poco más de una década vivía una de las mayores bonanzas petroleras de su historia, y a pesar de ello ahora es de los países más endeudados de la región y ni siquiera cuenta con un gobierno legítimo capaz de recibir rescates financieros para sobrellevar la crisis global provocada por la pandemia.
En el viejo continente también vemos contrastes interesantes entre países fiscalmente responsables y aquellos que se han dedicado año tras año a malbaratar los recursos. Alemania, país conocido mundialmente por su tendencia al ahorro y por el temor que le tienen al endeudamiento, planea destinar un total de 350 000 millones de euros para paliar los embates económicos dejados por la pandemia, para lo cual deberán asumir una deuda de unos 150 000 millones de euros, rompiendo así por primera vez en mucho tiempo con la tradición alemana de mantener presupuestos libres de déficit. Alemania puede asumir estos costos debido a la gran disciplina fiscal que han exhibido por décadas.
En el sur de Europa, vemos el efecto contrario; países como España e Italia están teniendo serias dificultades para conseguir recursos para combatir el esparcimiento del virus. Esto se debe a que los prestamistas no confían en que estos gobiernos vayan a tener la capacidad de pagar las deudas, por lo que las tasas de interés se tornan considerablemente altas. La esperanza de estos países recae ahora en un posible rescate financiero otorgado por la Unión Europea, lo que va a acentuar las divisiones entre sus miembros.
También vale la pena destacar el caso de los Estados Unidos de América, país que ya contaba con una deuda superior a los 23 billones de dólares y que, a pesar de ello, aprobaron un presupuesto adicional de unos 2 billones de dólares (el estímulo más grande que alguna vez se haya aprobado en ese país) para combatir los efectos de la crisis. La maquinaria política de Washington pareciera estar trabajando noche y día por saturar la capacidad de endeudamiento que tiene el coloso del norte, y cuando eso pase las consecuencias serán, sin dudas, catastróficas.
La economista Romina Boccia, quien es directora del Centro Grover M. Hermann para el Estudio del Presupuesto Federal de la Fundación Heritage destaca lo siguiente: “los vigilantes de la fiscalidad, incluida esta autora, han advertido a los legisladores que no aumenten los déficits de manera tan displicente durante tiempos económicamente fuertes, ya que actuar de manera irresponsable haría que el gobierno fuera menos capaz de responder a una crisis inesperada y podría acelerar la amenaza de una crisis de deuda pública”.
Ciertamente la humanidad no contó con la suerte que tuvo Egipto al tener a alguien como José que nos advirtiera sobre la pandemia con siete años de antelación, pero la verdad es que no hacía falta, ya que Dios, por medio de su escritura en el libro de Génesis, nos enseñó la importancia de administrar bien la abundancia para poder prepararnos para épocas calamitosas.
Jorge Galicia es abogado y vocero de la organización Fund for American Studies.
Fuente: panampost.com

miércoles, 15 de abril de 2020

¿Cuánto falta? ¡Falta poco!



Por: Pr. Julio César Barreto


Porque aún un poquito,
Y el que ha de venir vendrá, y no tardará. (Hebreos 10:37)


Los acontecimientos se están precipitando vertiginosamente. Ante las miradas atónitas de las multitudes las profecías adquieren una dimensión cada vez más notoria. Sobran los ejemplos:

(Mt. 24.3-28; Mr. 13.3-23)

Luego se fueron al Monte de los Olivos. Jesús se sentó, y los discípulos se le acercaron para preguntarle aparte:

—Queremos que nos digas cuándo va a ocurrir esto. ¿Cuál será la señal de tu regreso y del fin del mundo? Jesús les contestó:

—Tengan cuidado de que nadie los engañe. Porque vendrán muchos haciéndose pasar por mí. Dirán: “Yo soy el Mesías”, y engañarán a mucha gente...




Ustedes tendrán noticias de que hay guerras aquí y allá...


y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo...




Igualmente, cuando vean todas estas cosas, sepan que el tiempo está cerca, a las puertas.









martes, 14 de abril de 2020

Se multiplican en Internet las personas que buscan a Dios durante el confinamiento

Miles de personas buscan ayuda espiritual y encuentran esperanza en Jesús en medio del dolor y el temor por la pandemia global.

Imagen de <a target="_blank" href="https://unsplash.com/@avirichards?utm_source=unsplash&utm_medium=referral&utm_content=creditCopyText">Avi Richards</a> en Unsplash.,
Imagen de Avi Richards en Unsplash


DAVID DE LAGO. 
En todo el mundo el  confinamiento ha provocado un crecimiento exponencial del uso de internet. También el Whatsapp está saturado de mensajes de la familia, amigos y la iglesia. Las video-llamadas se han convertido en el medio de comunicación favorito para grupos grandes y Youtube ocupa ahora el lugar del templo cada Domingo. Está comenzando una nueva era,  sin lugar a dudas, la era de la iglesia en internet. 
En medio de todo esto, no solo los hospitales están saturados de pacientes, sino que internet está saturado de personas con temor, que buscan un por qué a todo lo que está sucediendo por el coronavirus. Muchas entidades que trabajan compartiendo el Evangelio por Internet han visto un gran aumento en la solicitudes y preguntas de los usuarios. Así, por ejemplo, el ministerio enbuscadeJesus.net y pazconDios.net coordinado en España por Decisión, que cuenta en la actualidad con un equipo de 23 voluntarios como consejeros online, ha atendido miles de solicitudes desde que comenzó el estado de alarma.  A nivel global pazconDios.net aumentó un 42% en marzo sus visitas sobre el promedio de 2019. 190.000 personas han visitado las páginas especiales creadas sobre el Covid-19 desde que comenzó la pandemia, de las cuales 9.000 oraron pidiendo la paz de Dios es sus vidas y 1.700 dejaron sus datos para continuar en contacto. 
Dado que también es posible chatear en estas páginas, los voluntarios están teniendo conversaciones con personas que vienen desesperadas, con miedo a morir y a perder familiares por el virus. La necesidad es inmensa y el número de voluntarios pequeño, de modo que desde enbuscadeJesus.net se hace un llamado animando a más creyentes que se den de alta como voluntarios
Una voluntaria tuvo una conversación con una mujer con miedo a la muerte por el Covid-19. En medio de esa desesperación la usuaria mencionaba que no tenía paz, que se sentía sola y que no encontraba sentido a todo lo que estaba pasando. La voluntaria le guió a varios textos de la Biblia que prometen paz y le presentó el mensaje del amor de Dios. Después de un rato, la usuaria se calmó y decidió orar aceptando el perdón y amor de Dios. Luego escribía que estaba llorando por la paz que estaba sintiendo al haber hecho la oración reconociendo a Jesús como su Salvador y que estaba perdiendo ese miedo tan terrible al virus. 
Internet seguirá siendo el lugar donde millones de personas vayan a buscar respuestas sobre sus dudas y necesidades espirituales durante los próximos meses. Confiemos que la iglesia esté a la altura de esta demanda y sea capaz de ofrecer a todos la respuesta que necesitan.

David de Lago es Coordinador Nacional EnBuscadeJesus.net
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Actualidad - Se multiplican en Internet las personas que buscan a Dios durante el confinamiento

sábado, 11 de abril de 2020

7 “sacrificios espirituales” en el Nuevo Testamento, para nuestro real sacerdocio.

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Como dice el canto: “todo es como la sombra, al lado de Su Luz”. Cristo ha brillado tanto en estos días, de tal manera que me ha traído una profunda convicción de su Gloria, inclusive acerca del ministerio del sacerdocio que igualmente como iglesia, cada cristiano está llamado a cumplir al ser conformados a Su imagen (1 Cor. 3:18). Entendiendo que solo por la gracia de Jesucristo, en la iglesia hemos sido constituidos “sacerdotes, linaje escogido, nación santa…” (1ª Ped. 2:9) para anunciar las virtudes de aquél que nos llamó de las tinieblas a Su luz admirable. (Es decir, para cumplir la gran comisión por doquiera que andemos y a donde El nos haya abierto la puerta para anunciar Sus virtudes.”

Así como los sacerdotes ofrecían sacrificios a Dios en el Antiguo Testamento, vemos igualmente, al menos 7 “sacrificios espirituales” en el Nuevo Testamento:

DARLE ALABANZA:

“Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.”

Heb. 13.15

LAS ORACIONES

“Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos;…y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.”

Ap. 5.8; 8.3-4

HACER EL BIEN Y DAR AYUDA MUTUA:

“Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.”

Heb. 13.16

DAR OFRENDAS MATERIALES:

“Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios.”

Fil. 4:18

ENTREGARSE SACRIFICIALMENTE EN EL MINISTERIO:

“Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros.”

Fil. 2.17

LOS SALVOS POR LA PREDICACION DEL EVANGELIO

“para ser ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que los gentiles le sean ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo.”

Rom. 15.16

PRESENTAR NUESTROS CUERPOS EN SANTIDAD:

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.”

Rom. 12:1

“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;” 1ª Ped 2.9


L@S FULLTIMERS

Una reflexión sobre la trascendencia de nuestra vida







Una reflexión sobre la trascendencia de nuestra vida
Por: Ezequiel Dellutri*
Al parecer, el proceso para borrar un tatuaje es bastante más doloroso que hacerlo, además de no ser totalmente efectivo. Sin embargo, en el último tiempo los médicos especializados en hacer este tipo de intervenciones han visto su labor incrementada: la demanda ha crecido un cuarenta por ciento. Los tatuajes, que acompañan al ser humano desde hace miles de años, se pusieron de moda otra vez y, junto con ellos, la necesidad de borrarlos.
Me asombran las imágenes que puede llegar a tatuarse la gente; me gusta, también, preguntar por su significado. También me llama la atención que alguien decida grabar sobre su cuerpo una imagen de manera más o menos irreversible. Cuanto más joven es, más interrogantes me causa, porque más tiempo ese símbolo va a acompañarlo.
El ser humano es mutable por naturaleza. Esa imagen que hoy los representa, ¿los representará mañana también? Los tatuajes muchas veces plasman una idea sobre quién soy o quiero ser, sobre logros o proyectos. ¿Se mantendrá en el tiempo?
Jamás me haría un tatuaje. Tengo una aversión natural a las agujas, además de algunas dudas religiosas. Pero al margen de eso, no podría encerrarme en un símbolo que me representa hoy, pero que tal vez no lo haga mañana. En los últimos años, he descubierto que todo cambia a nuestro alrededor. Que las seguridades desaparecen, que los proyectos se modifican, que las expectativas cambian, se adaptan, se esfuman. Darse cuenta de eso, de la banalidad de lo que nos rodea en el sentido más radical del término, es enfrentarse a un abismo de dudas, pero también de posibilidades. Saber que nada es seguro puede movernos a probar cosas nuevas, pero al mismo tiempo nos llena de temores. Sentir que el suelo que pisamos es resbaloso, se hunde o desaparece es una sensación terrible, pero que todos en mayor o menor medida experimentamos. Y aunque me ha sucedido con mucha frecuencia, jamás me he podido acostumbrar a esa sensación de no tener tierra firme bajo los pies. Uno siente que tiene que haber algo en lo que asentarse. Es lo que nos enseñaron.
Tener los pies en el suelo parece una buena idea, pero no lo es. En la historia bíblica de la creación del ser humano, nos enteramos de que Dios nos creó a partir de la tierra. Pero lo que nos hizo diferentes no fue ese vínculo terrenal, sino otro, mucho más precioso: el aliento de Dios. Aunque no nos damos cuenta, el suelo no es lo nuestro; somos seres trascendentes. Atarnos a un mundo que se tambalea es como hacernos el tatuaje con el nombre de nuestra novia de juventud y descubrir al poco tiempo, que esa palabra que grabamos en nuestra piel nos trae malos recuerdos. Porque todo cambia en nuestra vida. No existe la tierra firme, pero sí un padre celestial que no apoya sus pies en bienes materiales o logros personales.
Los filósofos hablaron del motor inmóvil, ese ser que genera la vida de todo el universo. Los que somos creyentes lo asociamos con la idea de Dios, pero creo que hay otra, superadora: Dios es quien se sostiene a sí mismo. El único ser que no necesita de nada para mantenerse en pie. Charly García dice en una de sus canciones que “cuando el mundo tira para abajo, es mejor no estar atado a nada”. Dice la verdad, al menos en parte. Porque no se trata de estar atado, sino de animarse a dejar el suelo y tomar la mano de un Dios que siempre está arriba, pero que tiene la generosidad y el amor como para extender su mano a nosotros, personas tan sencillas, con tantos dolores, con tantos sueños frustrados, con tantos errores. Personas insignificantes que necesitamos de un Dios que dé a nuestras vidas un sentido profundo y trascendente.
*Ezequiel Dellutri: Integra el equipo del programa Tierra Firme de RTM. Profesor de literatura, escritor de literatura fantástica y novelas policiales. Es pastor en la Iglesia de la Esperanza, San Miguel provincia de Buenos Aire, Argentina. Está casado con Verónica y tiene dos hijos (Felipe y Simón).
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Todo tiene su tiempo