Siendo la vida el mayor de los derechos del hombre, tiene un valor inviolable y una dignidad irrepetible. Sin vida, no hay derechos humanos; sin ellos, no hay libertad. Es por eso que en diciembre de 1998, esta fecha fue instituida por primera vez en Argentina. Este acto, alentó a los presidentes de toda América Latina a sumarse a esta iniciativa.
Con el tiempo otros países del mundo se unieron a esta noble causa. España, México, Austria, Eslovaquia, Filipinas, entre otros, celebran el día del niño por nacer; ya que, siendo la vida el mayor de los derechos del hombre, tiene un valor inviolable y una dignidad irrepetible. Sin vida, no hay derechos humanos; sin ellos, no hay libertad.
Sin embargo, algunos sectores y organizaciones, parecen haber olvidado el derecho fundamental, promoviendo el aborto como algo legal. Es por ello, que la protección de los derechos de la persona por nacer es una tarea de todos, desde dejarle el asiento a una señora embarazada hasta movilizarse una vez al año por los derechos y la libertad de los niños.
Innumerables son las manifestaciones por este día en diversas partes del mundo. El 25 de Marzo reúne miles y miles de personas a favor de la vida y aun así se sigue atropellando el derecho de los niños por nacer. Pero, ¡La lucha sigue en pie!, por una sociedad justa, que cuide del niño y la mujer.
Fuente: aciprensa/ impactoevangelistico.net/ agapeenlaradionoticias
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