jueves, 28 de enero de 2016

LA PÉRDIDA DE UNA PERSPECTIVA CENTRALIZADA EN EL EVANGELIO

   La pérdida de una perspectiva centralizada en el Evangelio


Por: Pr. Xavier Torrado

No cabe duda de que al mirar a nuestro alrededor y analizar la situación social en la que vivimos, podemos identificar lo difícil de estos tiempos. Las estadísticas en la violencia van en aumento, la corrupción política y gubernamental son la orden del día. Los robos domiciliarios  han tenido auge nuevamente y literalmente transitar por las vías públicas representa un riesgo y peligro por la alta incidencia de intercambios de balas con armas de auto a auto.
Todos los sucesos representan una distorsión total de la vida en la cual se basa en la satisfacción de nuestra propia voluntad y propios deseos. Robamos para obtener ganancias, matamos para imponer nuestra voluntad sobre otro.  Somos egoístas no sólo con nuestra vida sino con la de los demás, por tal razón actúo , vivo y hago sin importar las consecuencias de aquellos que me rodean. Hemos perdido la centralidad  de la verdad del Evangelio en  nuestras vidas, sustituyéndola por nuestro egocentrismo. La sociedad cada día pierde mas y mas la perspectiva de llevar una vida centrada en el Evangelio de Cristo.  La situación es que el centro de todo ( Cristo) , no se ha perdido, lo que hemos perdido es la habilidad de reconocer y re-ordenar nuestra vida a la luz de su Evangelio.  “Nosotros hemos rechazado la realidad tal como El (Dios) la ha definido. Nosotros redefinimos nuestro mundo y nuestra vida para acomodar nuestra rebelión. Es por esto que nuestra vida ha perdido su centro…” (David F. Wells).
Consecuencias
Es claro que el problema principal de nuestra actitud y nuestra voluntad de-centralizada del Evangelio es el pecado. El problema desde un principio ha sido que nuestro corazón y razonamiento han estado oscurecido a raíz del pecado (Rom 1:210). Bien Isaías 53:6 nos describe como ovejas que buscamos nuestra propia voluntad. Como todo, la vida con una pérdida de una perspectiva central en el evangelio nos lleva a tener una consecuencias:
  • Desobediencia a la verdad  (1Pedro 1:22) - Al no existir pureza y tener un corazón totalmente depravado jamás podremos obedecer la Verdad . La obediencia a la Palabra de nuestro Señor es fundamental para purificarnos y desarrollar un corazón de amor y servicio al prójimo.
  • Una vida depravada (1 Timoteo 6:5) - La falta de una perspectiva desviada del Evangelio nos llevará a carecer de la verdad y por tal razón nuestra mentalidad continuara siendo depravada. La vida lejos de Dios siempre estará en depravación total.
¿Cuál debe ser nuestra respuesta ?
  1. Primero, debemos examinarnos constantemente a la luz del Evangelio y pasar juicio sobre nuestras intenciones, conducta y sobre nuestro corazón para evaluar si hay caminos de perversidad, así como bien expresaba el salmista.
  2. Nuestra condición lejos de Dios debe provocar arrepentimiento ante él. Así como Pedro cuando fue llamado por Jesús, así debe ser nuestra respuesta a su Evangelio…” apártate de mi, Señor, soy un pecador.” (Lucas 5:8;NVI). Nuestra respuesta a nuestra condición nunca debe estar lejos de reconocer lo pecadores que somos.
Centrados en su Evangelio
Si alguien enfatizaba en la importancia de vivir de acuerdo al Evangelio de Cristo, ese era Pablo. En un sin número de ocasiones exhortaba a  vivir de acuerdo a como vivió nuestro Señor Jesucristo.
 Sin embargo, considero que mi vida carece de valor para mí mismo con tal de que termine mi carrera y lleve a cabo el servicio que me ha encomendado el Señor Jesús, que es el de dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios”– (Hechos 20:24 NVI)
No se si te has percatado de lo que expresa Pablo en estas palabras en Hechos, pero es una antítesis de lo vivimos en nuestra actualidad. Lo primero que establece es que no le interesa preservar con valor su vida ante el llamado de Cristo (v.24). Mas bien no hay lugar para el orgullo ni egoísmo en su vida, es una entrega total. Y en la segunda parte solo le interesa dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. Su vida está centrada en el glorioso Evangelio. ( 1 Corintios 2:2)
Se que no es fácil el poder vivir en estos días, pero nadie dijo que sería fácil. El mismo Jesús bien nos explico que en el mundo tendríamos aflicción y que estaría con nosotros hasta el fin del mundo, pero como podemos procurar que El este con nosotros cuando nuestro eje diario gira entorno a nuestra voluntad.
Procuremos siempre vivir cada día con el Evangelio como centro de nuestra vida. Esto llevará sacrificio y en muchas ocasiones se requiere de un alto costo para dejar al lado nuestra naturaleza egocéntrica para que su Evangelio tome lugar.  Que nuestra actitud siempre sea como la de Cristo.
La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos.Y al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz! Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” (Filipenses 2:5-11 NVI)
Cada día que tu actitud es como la de Cristo, representa que su Evangelio es parte central de tu vida y Dios es exaltado! Es la única manera que otros podrán reconocer el nombre de nuestro Señor, el Cordero inmolado, nuestro sacrificio perfecto, del majestuoso y eterno Dios que sostiene todas las cosas. Así toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor, para Gloria de Dios Padre.

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