viernes, 22 de enero de 2016

¿QUÉ ES SER UN CRISTIANO?

   ¿Qué es ser un cristiano?  (Parte 1)

Por Pr. Gadiel Rios

Adoniram Judson fue un niño prodigio. Nació en Massachustes en el 1788, hijo de un ministro congregacionalista. A los 3 años ya sabía leer, a los 10 tomó clases de navegación, a los 12 daba clase bíblica a los adultos de la congregación que dirigía su padre, a los 16 entró en el Colegio Providence (hoy Brown University, una reconocida universidad Ivy League), y a los 19 se graduó como el valedictorian de su clase. Sin embargo, a pesar de su inteligencia, educación cristiana y ministerio juvenil,

 Adoniram se apartó de su fe ya saliendo de la universidad. Había conocido a un inteligentísimo joven llamado Jacob Eams, un deísta escéptico, quien destruyo su fe. Adoniram le comunicó a sus padres su nueva meta de ser un intelectual famoso, y se mudo a Nueva York a fundar una escuela, en donde escribió una gramática para niñas.

Su vida se vino abajo experimentando una “vida licenciosa y salvaje”, mientras viajaba que con un grupo de artistas itinerantes. De camino, llego a un hotel muy cansado, donde pidió un cuarto. Lo único que pudieron darle fue una habitación al lado de un hombre moribundo y maloliente. Adoniram estuvo toda la noche escuchando al hombre quejarse de dolor y gritar obsenidades profanas.
 Adoniram sintió una profunda desesperación por el individuo y se preguntó “¿Estará listo? ¿Tendrá paz en su alma?”, aun cuando él mismo había negado la realidad espiritual para su propia vida. En la mañana despertó, y preguntó por el hombre enfermo. Éste había fallecido en la noche y al preguntar por su nombre recibió un impacto: Jacob Eams, su amigo escéptico de la universidad. Adoniram salió del hotel desesperado, llorando y gimiendo “muerte, infierno, muerte, infierno”. Al lado del camino, entregó su corazón a Dios.
El comienzo: “Tienes que nacer de nuevo”
Jesús se encontró una noche con un maestro de la Ley, Nicodemo, un conocedor profundo de la teología y doctrina, que al igual que Adoniram, estaba perdido y muerto, listo para el infierno, sin aún saberlo. A este hombre Jesús le dijo: “Es necesario que nazcas de nuevo”. Todas y cada una de las religiones del mundo te dicen que debes luchar con disciplina y mucha fuerza de voluntad, hasta alcanzar un estado de ética y moralidad (o “santidad”), que te hará digno de un lugar privilegiado en el mundo por venir.
 A esto la Palabra de Dios se refiere cuando habla de la “salvación por obras” y es un grave error espiritual que ciertamente nos lleva a la perdición eterna. Aun así muchos creen en un cristianismo barato que nos dice que para ser un “buen cristiano” lo único que necesitamos es cumplir con las enseñanzas éticas y morales de Jesús. Pero la Palabra establece que lo primero que debe ocurrir es un encuentro individual, personal, profundamente intenso, entre el Espíritu de Dios y nuestro espíritu.
 Es el Espíritu quien nos hace entender la realidad de nuestra condición; que estamos perdidos, muertos y listos para el infierno eterno. También nos muestra que solo sometiendo nuestra voluntad a Jesús, dejándolo ser a él nuestro Salvador y Señor, podremos tener la seguridad de un presente de propósito y una eternidad de paz y amor.


Fuente:http://www.reformados.org/

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