lunes, 7 de marzo de 2016

El arte de pedir perdón en Japón






Enfundado en un traje negro y con semblante serio, el hasta ahora presidente de la poderosa compañía japonesa Toshiba, Hisao Tanaka, ha tenido un gesto que no todos los días se ve en un hombre de su posición: pedir perdón públicamente.
Tras destaparse el escándalo contable que acusa a su empresa de inflar los beneficios en más de mil millones de euros durante 8 años, Tanaka ha querido ser fiel a la tradición japonesa, y una vez hechas las disculpas, ha puesto fin a su alocución ante decenas de cámaras y periodistas con una pronunciada reverencia que ha durado varios segundos.
El acto final escogido por Tanaka no es fruto del azar, sino que se enmarca en la larga tradición del perdón que posee la cultura nipona. En concreto, el gesto del ex presidente de Toshiba se llama saikeirei, y diversos manuales establecen que es una inclinación de 90º que se utiliza para pedir perdón por una falta grave, generalmente asociada a una pérdida de dinero o a daños morales o personales.
Hay un refrán japonés que dice "el que se humilla, vence", y otro que reza "las espigas de arroz, cuando tienen grano, inclinan la cabeza, y las que no tienen nada, permanecen erectas". Estos dos dichos populares dan una idea del alto valor que aquí conceden a estos actos de contricción diarios.
Los japoneses no soportan traicionar las expectativas que los demás tienen en ellos. Este fue el motivo por el que, en 2007, el ministro de Agricultura nipón se quitó la vida horas antes de afrontar una sesión parlamentaria sobre la ocultación de donaciones económicas o por el que otro político llamado Ryotaro Nonomura, rompió a llorar a moco tendido al pedir perdón tras haberse descubierto que había malgastado de forma indebida 27.000 euros.

La reverencia máxima

Existen varias clasificaciones que catalogan las diferentes formas de pedir perdón, incluyendo el nivel de inclinación y su significado. Así, elesahku, ligera inclinación de 25 grados que significa "perdón, fue error mío"; el keirei, un poco más pronunciada y sostenida y que viene a decir "si, la he fastidiado, no volverá a pasar"; y el ya citadosaikeirei.
Para los casos más extremos, los nipones cuentan con el llamadodogeza, que algunos califican como la reverencia por excelencia del arrepentimiento. En este caso, la persona debe ponerse de rodillas en el suelo e inclinar su cuerpo hacia adelante con las manos en el suelo y la cabeza apoyada en las mismas, algo que vendría a decir "la ley puede castigarme, pero no podrá arreglar lo arrepentido que estoy".


Otros detalles a tener en cuenta cuando se están pidiendo o recibiendo disculpas es la cantidad de veces que la persona hace una reverencia, la duración de la misma y el nivel de inclinación, factores que dan una pista sobre la veracidad del arrepentimiento, ya que cuanto más se haga todo esto, más sincera se considera la disculpa.

Fuente:http://www.elmundo.es/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Libres de la aflicción