Por: Pr. Julio C. Barreto
Vamos por la senda de la vida como si llevásemos con
nosotros un equipaje, donde cargamos con nuestras pertenencias. A medida que
avanzamos, suele suceder que llegamos a necesitar aligerar nuestra carga, esto
con la finalidad de despojarnos de algo de peso y así poder avanzar mejor. Es
así como soltaremos y dejaremos atrás algunas cosas. Un ejemplo de lo que deberíamos deshacernos seria: El
resentimiento, el odio, la envidia, el afán, etc. Pero de lo que no debemos
nunca prescindir es del “Entendimiento”. Tiene que ir siempre con
nosotros. En esta senda de la vida a
medida que vamos adquiriendo entendimiento, nuestro corazón y mente se van
iluminando más y más gradualmente.
¿Què es realmente Entendimiento?
Las palabras deben ser debidamente comprendidas, porque si
no es así, se perderá su significado. Una palabra bien entendida tiene un
inmenso peso de gloria. Por eso casi siempre debemos procurar que les hallemos
su significado exacto. A veces creemos que algunas palabras ya las
conocemos suficientemente, pero al
analizarlas más profundamente descubrimos cosas nuevas.
En este caso
tenemos que Entender es sinónimo de: Comprender, conocer
perfectamente algo, y aún podemos incluir dos más que
de algún modo están relacionadas con el entender, ellas son: Descifrar y
Discernimiento.
¿Qué necesitamos Entender?
Necesitamos entender a Dios. El profeta Jeremías (por palabra del Espíritu Santo) dejo plasmado
en las Sagradas Escrituras:
“Así dijo Jehová:
No se alaba el sabio en su
sabiduría, ni en su valentía se alabe el
valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se
hubiere de alabar: en entenderme y
conocerme , que yo soy Jehová, que hago
misericordia, juicio y justicia en la
tierra; porque estas cosas quiero dice Jehová”. (Jeremías 9: 23-24)
¿Cuáles beneficios obtendremos por poseer Entendimiento?
La persona entendida obtiene beneficios inmediatos por esta
virtud (o Don): La mujer sabia (entendida) edifica su casa, el hijo sabio es
alegría de su padre, el sabio ve el mal y se aparta. Son algunos ejemplos. Pero
lo más importante viene en la vida después de esta vida. Dios promete lo
siguiente para nuestra eternidad:
“Los entendidos
resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia
a la multitud, como las estrellas a perpetuidad” (Daniel 12:3).
Todo creyente debería imitar al Salmista en su petición que
hace a Dios y que está reflejada en el
Salmo 119:144:
“Dame entendimiento y viviré”
“Dame entendimiento y viviré”
Esto es tan importante que quiero concluir este pensamiento con las palabras de Lucas 24: 45:
“Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras”.
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