Por: Julio César Barreto
Hay pecado Conciente e Inconciente dependiendo de la forma
que se cometen. El pecado Conciente es aquel que de manera deliberada se lleva
a cabo.
He aquí una definición de ambos términos:
Consciencia/Conciencia:
Consciencia/Conciencia:
-La consciencia es
la propiedad del ser humano de reconocerse a sí mismo y lo que le rodea y reflexionar sobre
ello. Adjetivo: (in)consciente.
-La conciencia tiene
el mismo significado, pero llevado al terreno de la distinción entre el
bien y el mal. Hay múltiples expresiones con la palabra conciencia que
nos son válidas para consciencia: una mala acción puede suponer un cargo
de conciencia, mientras que tomamos conciencia de algo
cuando pensamos a fondo sobre ello y hacemos algo a conciencia cuando
lo hacemos con mucho empeño. Verbo: concienciar (se).
Es decir, consciencia es
siempre sinónimo de conciencia, pero conciencia no
es siempre sinónimo de consciencia. En la oración “Pedro recuperó la
conciencia minutos después de desmayarse” podemos sustituir conciencia por consciencia,
pero en la oración “mi conciencia no me permite robar” no podemos emplear el
vocablo consciencia porque se trata un asunto moral.
“Porque de adentro, del corazón de los hombres, salen los
malos pensamientos, fornicaciones, robos, homicidios,
adulterios...” Marcos 7:21
La persona que comete lujuria sexual (por citar un ejemplo)
en realidad no aprecia el perdón de Dios porque aún no tiene Conciencia de la
magnitud de su pecado. No lo ha podido entender, porque se ha acostumbrado a
satisfacer los deseos de su corazón y subestima el poder del
pecado. "La paga del pecado es muerte..." Romanos 6:23.
Las Sagradas Escrituras hacen una clara distinción entre el
"Pecado Conciente" (cometido con premeditación y alevosía) y el
"Pecado Inconciente":
"Aquel siervo que conociendo la voluntad de su Señor,
no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. Mas el
que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo
aquel a quien se le haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se
le haya confiado, más se le pedirá" (Lucas 12: 47-48).
En todo caso aunque nuestro pecado sea Conciente o
Inconciente, hay una gran consolación en el hecho de que nuestro Señor
Jesucristo nos ha declarado su "Justificación", por medio de su
sacrificio en la cruz.
"Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están
en Cristo Jesús..." Romanos 8:1 (a).
Hay un punto coincidente en estas dos maneras de pecar, y es
que las dos resultan en una falta que atenta contra el que peca, y afecta a
segundas y terceras personas. Lo que deberiamos hacer es andar cada día en una
más estrecha comunión con el Espíritu Santo, el cual nos guiará hacia lo que es
verdadero.
Por otra parte, es también nuestro deber renovar nuestro
pensamiento y ajustarlo a las justas demandas que Dios nos ha establecido como
dignos embajadores de Su Reino. "Por último, hermanos, piensen en
todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en
todo lo puro, en todo lo agradable, en todo lo que tiene buena fama. Piensen en
toda clase de virtudes, en todo lo que merece alabanza." (Filipenses
4:8).
"Ustedes deben cambiar completamente su manera de
pensar, y ser honestos y santos de verdad, como corresponde a personas que Dios
ha vuelto a crear, para ser como él" (Filipenses 4:23). (Traducción
en Lenguaje actual).
No hay comentarios:
Publicar un comentario