martes, 11 de octubre de 2016

Esto es lo que creo




“…Yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día”. Apóstol  Pablo (2 Tim. 1:12)



Por: Pr. Julio César Barreto

Toda persona en este mundo tiene algo en lo que cree y  lo sostiene fervientemente.  Hablamos del verbo creer como la acción de considerar una cosa como verdadera  o pensar que existe. Un buen día (cuando menos lo esperaba) me hice un creyente. Debo aclarar que esto no fue como consecuencia de mi voluntaria decisión. Realmente yo no hubiera dado ese giro a mi vida, de no haber mediado el poder de Dios sobre mí. De tal manera que puedo decir categóricamente que yo no elegí a Dios en mi vida, sino que Él me eligió a mí…No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé” (Juan 15:16).

Como consecuencia de haber sido hallado por Dios, muchas cosas cambiaron en mi vida. Muchos conceptos que (ahora entiendo) eran completamente equivocados tuve que desecharlos y en su lugar he puesto  fuertes columnas de verdad, las cuales sostienen mi  fe y  hacen que mi camino esté claramente definido delante de mí.  Y es que no puede ser de otra manera. Por ejemplo; un abogado es un profesional que litiga en casos donde se tratan asuntos legales. La constitución de un país es considerada la ley suprema y es una forma de ley federal. Por lo tanto, la mayoría de los casos están basados en cuestiones constitucionales y se llevan a cabo en un sistema de cortes federales. Podemos inferir entonces que  hablamos de alguien que ha estudiado y que debe conocer y comprender  perfectamente acerca de leyes.

De igual manera todo cristiano debe estudiar y conocer cabalmente las Escrituras (la Ley Suprema de toda la Creación), y tener muy bien definido y en perfecto orden, todo aquello en lo que cree. En mi caso como un creyente que soy en Jesucristo, también tengo mi reglamento de fe y conducta y lo quiero compartir con mis lectores: 

Las Sagradas Escrituras: Es la revelación escrita de Dios al hombre, y de esta manera los sesenta y seis libros de la Biblia que nos han sido dados por el Espíritu Santo constituyen la Palabra de Dios. Absolutamente inerrante en los documentos originales, infalible, y exhalada por Dios. (2 Pedro 1:20-21; 2 Timoteo 3:16).

Dios: Creo que no hay más que un Dios vivo y verdadero (Deuteronomio 6:4; Isaías 45:5-7; 1 Corintios 8:4), un Espíritu infinito, que todo lo sabe (Juan 4:24), perfecto en todos Sus atributos, uno en esencia, existiendo eternamente en tres Personas—Padre, Hijo y Espíritu Santo (Mateo 28:19; 2 Corintios 13:14) —mereciendo adoración y obediencia cada uno por igual.

El Hombre: Creo que el hombre fue directa e inmediatamente creado por Dios a Su imagen y semejanza. El hombre fue creado libre de pecado con una naturaleza racional, con inteligencia, voluntad, determinación personal, y responsabilidad moral para con Dios (Génesis 2:7, 15-25; Santiago 3:9). Creo que por causa de la desobediencia de Adán a la voluntad revelada de Dios y a la palabra de Dios, el hombre perdió su inocencia, incurrió en la pena de muerte espiritual y física; se volvió sujeto a la ira de Dios; y se volvió inherentemente corrupto y totalmente incapaz de escoger o hacer aquello que es aceptable a Dios fuera de la gracia divina. Sin poder alguno para tener la capacidad en sí mismo de restauración            , el hombre está perdido sin esperanza alguna. Por lo tanto, la salvación es en su totalidad la obra de la gracia de Dios por medio de la obra redentora de nuestro Señor Jesucristo (Génesis 2:16-17; 3:1-19; Juan 3:36; Romanos 3:23; 6:23; 1 Corintios 2:14; Efesios 2:1-3; 1 Timoteo 2:13-14; 1 Juan 1:8).

Salvación: Creo que la salvación es totalmente de Dios,  por Su gracia basada en la redención de Jesucristo, el mérito de Su sangre derramada, y que no está basada en méritos humanos u obras (Juan 1:12; Efesios 1:7; 2:8-10; 1 Pedro 1:18-19). Creo también en la Regeneración, la Elección, la Santificación, la Seguridad del creyente, la Separación del creyente para vivir una vida de justicia y obediencia a Jesucristo.

La Iglesia: Creo que todos los que confían en Jesucristo son inmediatamente colocados por el Espíritu Santo en un Cuerpo espiritual unido, la iglesia (1 Corintios 12:12-13), la novia de Cristo (2 Corintios 11:2; Efesios 5:23-32; Apocalipsis 19:7-8), de la cual Cristo es la cabeza (Efesios 1:22; 4:15; Colosenses 1:18). Creo que la formación de la iglesia (el Cuerpo de Cristo) comenzó en el Día de Pentecostés (Hechos 2:1-21, 38-47) y será completada cuando Cristo venga por los Suyos en el rapto (1 Corintios 15:51-52; 1 Tesalonicenses 4:13-18).

Ángeles
Ángeles Santos: Creo que los ángeles son seres creados y por lo tanto no deben ser adorados. Aunque son un orden más alto de creación que el hombre, han sido creados para servir a Dios y para adorarlo (Lucas 2:9-14; Hebreos 1:6-7, 14; 2:6-7; Apocalipsis 5:11-14; 19:10; 22:9).

Ángeles Caídos: Creo que Satanás es un ángel creado y el autor del pecado. Él incurrió en el juicio de Dios al rebelarse en contra de su Creador (Isaías 14:12-17; Ezequiel 28:11-19), al llevar a varios ángeles con él en su caída (Mateo 25:41; Apocalipsis 12:1-14) y al introducir el pecado a la raza humana por su tentación de Eva (Génesis 3:1-15). Creo que Satanás es el enemigo abierto y declarado de Dios y el hombre (Isaías 14:13-14; Mateo 4:1-11; Apocalipsis 12:9-10), el príncipe de este mundo, quien ha sido derrotado a través de la muerte y resurrección de Jesucristo (Romanos 16:20); y que será eternamente castigado en el lago de fuego (Isaías 14:12-17; Ezequiel 28:11-19; Mateo 25:41; Apocalipsis 20:10).


El Rapto de la Iglesia: Creo en el regreso personal, corporal de nuestro Señor Jesucristo antes de la tribulación de siete años (1 Tesalonicenses 4:16; Tito 2:13) para sacar a Su iglesia de esta tierra (Juan 14:1-3; 1 Corintios 15:51-53; 1 Tesalonicenses 4:15-5:11) y, entre este acontecimiento y Su regreso glorioso con Sus santos, para recompensar a los creyentes de acuerdo a sus obras (1 Corintios 3:11-15; 2 Corintios 5:10).

El Período de Tribulación:  Creo que inmediatamente después de sacar a la iglesia de la tierra (Juan 14:1-3; 1 Tesalonicenses 4:13-18) los justos juicios de Dios serán derramados sobre un mundo incrédulo (Jeremías 30:7; Daniel 9:27; 12:1; 2 Tesalonicenses 2:7-12; Apocalipsis 16), y que estos juicios llegarán a su clímax para el tiempo del regreso de Cristo en gloria a la tierra (Mateo 24:27-31; 25:31-46; 2 Tesalonicenses 2:7-12). En ese momento los santos del Antiguo Testamento y de la tribulación serán resucitados y los vivos serán juzgados (Daniel 12:2-3; Apocalipsis 20:4-6). Este periodo incluye la 70a. semana de la profecía de Daniel (Daniel 9:24-27; Mateo 24:15-31; 25:31-46).

La Segunda Venida y el Reino Milenial: Creo que después del periodo de tribulación, Cristo vendrá a la tierra a ocupar el trono de David (Mateo 25:31; Lucas 1:31-33; Hechos 1:10-11; 2:29-30) y establecerá Su reino mesiánico por mil años sobre la tierra (Apocalipsis 20:1-7). Durante este tiempo los santos resucitados reinarán con El sobre Israel y todas las naciones de la tierra (Ezequiel 37:21-28; Daniel 7:17-22; Apocalipsis 19:11-16). Este reinado será precedido por el derrocamiento del Anticristo y el Falso Profeta y deposición de Satanás del mundo (Daniel 7:17-27; Apocalipsis 20:1-7).

Creo que el reino mismo va a ser el cumplimiento de la promesa de Dios a Israel (Isaías 65:17-25; Ezequiel 37: 21-28; Zacarías 8:1-17) de restaurarlos a la tierra que ellos perdieron por su desobediencia (Deuteronomio 28:15-68). El resultado de su desobediencia fue que Israel fue temporalmente hecho a un lado (Mateo 21:43; Romanos 11:1-26) pero volverá a ser despertado a través del arrepentimiento para entrar en la tierra de bendición (Jeremías 31:31-34; Ezequiel 36:22-32; Romanos 11:25-29).

Creo que este tiempo del reinado de nuestro Señor será caracterizado por armonía, justicia, paz, rectitud y larga vida (Isaías 11; 65:17-25; Ezequiel 36:33-38) y será llevado a un fin con la libertad de Satanás (Apocalipsis 20:7).

El Juicio de los Perdidos: Creo que cuando Satanás sea soltado (por un poco de tiempo) después del reinado de Cristo por mil años (Apocalipsis 20:7), Satanás engañará a las naciones de la tierra y las reunirá para combatir a los santos y a la ciudad amada, y en ese momento Satanás y su armada serán devorados por fuego del cielo (Apocalipsis 20:9). Después de esto, Satanás será arrojado al lago de fuego y azufre (Mateo 25:41; Apocalipsis 20:10) y entonces Cristo, Quien es el Juez de todos los hombres (Juan 5:22), resucitará y juzgará a los grandes y pequeños en el Juicio del Gran Trono Blanco. Creo  que esta resurrección de los muertos no salvos a juicio será una resurrección física, y después de recibir su juicio (Romanos 14:10-13), serán entregados a un castigo eterno consciente en el lago de fuego (Mateo 25:41; Apocalipsis 20:11-15).

Eternidad: Creo que después de la conclusión del milenio, la libertad temporal de Satanás, y el juicio de los incrédulos (2 Tesalonicenses 1:9; Apocalipsis 20:7-15), los salvos entrarán al estado eterno de gloria con Dios, después del cual los elementos de esta tierra se disolverán (2 Pedro 3:10) y serán reemplazados por un cielo y tierra nuevos, en donde sólo morará la justicia (Efesios 5:5; Apocalipsis 20:15; 21-22). Después de esto, la ciudad celestial descenderá del cielo (Apocalipsis 21:2) y será el lugar en el que moren los santos, en donde disfrutarán de la comunión con Dios y de la comunión mutua para siempre (Juan 17:3; Apocalipsis 21-22). Nuestro Señor Jesucristo, habiendo cumplido Su misión redentora, entonces entregará el reino a Dios el Padre (1 Corintios 15:24-28) para que en todas las esferas el Dios trino reine para siempre (1 Corintios 15:28).


A grandes rasgos…Esto es lo que creo.

Fuente: https://evangelio.wordpress.com/doctrina/

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