viernes, 31 de julio de 2015

Más allá de lo Visible - AELR



Por: Pr. Julio César Barreto

 “Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor.
Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo.
Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe),
Que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.
De tal hombre me gloriaré; pero de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis debilidades”.    (2 Cor. 12: 1-5)

   Uno de los anhelos de los seres humanos es saber acerca de lo que hay más allá de lo visible.  Se han llevado a cabo investigaciones científicas, cuyos resultados una  vez hecho públicos, han asombrado a muchos. La curiosidad continúa su curso y  este viene a ser un tema recurrente en todos los estratos de la sociedad.

Lo poco o mucho que hasta ahora el mundo conoce al respecto, es que (entre otras); el tiempo es corto y hay una eternidad,  y esto va de la mano con algo que también es asombroso; estamos en este mundo, pero somos de otro mundo futuro. ¿Lo lograrán alcanzar todos los humanos?  ¿Todos pasarán de este mundo al nuevo?

La respuesta a estas y muchas otras inquietudes en tal sentido, las encontramos (en buena medida) en un libro “especial”, llamado: “Las Sagradas Escrituras”. Y extra cátedra nos encontramos con las confesiones de innumerable cantidad de personas, que manifiestan haber tenido experiencias (fuera de su cuerpo), y  cuyos relatos  merecen una generosa cuota de crédito, sobre todo, para aquellas personas que no se enmarcan en el segmento de el escepticismo. En este articulo tratemos de descorrer un poco el velo del más allá y veamos que hay.


1.- Lo que la Biblia dice acerca del más allá.

   Jesús dijo que El venia del cielo, y que una vez concluida su misión regresaría de nuevo allá;
   Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo”. (Juan 6:51).
   “Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios” (Marcos 16:19).


“Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,
 los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo” (Hechos 1: 9-11).




2.- En algún punto del vasto Universo hay una Ciudad

      En una noche con el cielo despejado puede observarse casi sin dificultad,  La Vía Láctea, esa inmensísima  estela de estrellas en la cual está ubicado nuestro Sistema Solar.

Pablo dijo que había estado en el Tercer Cielo (Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo).

¿Qué hay en ese lugar a donde el Apóstol Pablo fue llevado?  - La respuesta indudablemente la encontramos en la versión que Juan nos da en el libro del Apocalipsis.  Juan nos dice que vio descender del cielo una “Ciudad” y su nombre es: “La Nueva Jerusalén”.  Leamos el relato muy detallado (por cierto) que él nos da de dicha ciudad.

    “ Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,
 teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal.

 Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel;

al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas.

Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.

 El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro.

 La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales.

 Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel.

 El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio; y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa.

 El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda;

 el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.

 Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio.



Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.

 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.

 Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.
Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.

 Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.
 No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero” (Apocalipsis 21; 10-27).



3.- Más allá de lo Visible (relatos)

    Ahora me referiré  a algunos relatos, que han sido considerados como respetables, y que están ampliamente documentados y no difieren en nada con el relato del Apóstol Juan, más bien (podría decirse) le aportan un grado de inusitado  interés  por esa hermosa ciudad. Quiero compartirles algunas experiencias de personas que visitaron ese lugar ubicado en un equis lugar del Vasto Universo.

Sra. W.B. de McKay : “El ángel que me guiaba me tomó de la mano y me introdujo en la ciudad de Dios. Miré y mis ojos vieron una pared de piedras que brillaban, de diferentes colores, más hermosas de lo oque la mente humana es capaz de concebir. La enorme puerta de perla estaba abierta de par en par, y el ángel me hizo pasar por ella y caminar por la calle de oro prolijamente lustrada. Había campanarios apuntando a lo alto, que brillaban como diamantes. El ángel me tomó de la mano y me mostró un inmenso árbol cargado de frutas y al lado del árbol corría un rio de aguas límpidas, claras como el cristal” (Gordon Lindsay, True Visions of the Unseen World . Auténticas visiones del mundo invisible, Dallas: Christ for the Nations, s/fecha, pp. 34, 35).

La Misionera Luisa Vaughn: Escribe en un folleto titulado: The Woman Who saw God (La mujer que vio a Dios), Randleman, Carolina del Norte; Pilgrim Tracts Society, s/fecha. En dicho folleto ella habló acerca de una mujer china analfabeta, que vio la ciudad de Dios. Se llamaba “Jang” y se convirtió a Cristo y un año y medio después la señora Jang yacía en su lecho de muerte y dijo: “Recuerdo haber visto a toda mi familia que me rodeaba y lloraba. Luego el Señor entró a la habitación, me tomó de la mano y me dijo: -Ven conmigo-. Instantes después estábamos frente a una puerta de perla. Era la puerta del cielo. Unos ángeles la abrieron y entramos y vi muchas hermosas casas, todas de bellos colores.”…

”Caminé lado a lado con mi Señor por las calles de oro. Después seguimos adelante y vi a miles de ángeles en un círculo cantando y ejecutando hermosa música. En medio de todo ello estaba el trono de Gloria. El Padre Celestial estaba sentado en el trono y cuando lo vi me asusté. No me animaba a levantar mis ojos del suelo para mirarlo.
   --Has venido—me dijo.
Y yo le respondí: --si, Señor.
Luego me dijo: --Puedes volver por un tiempito pero debes retornar aquí el día 12 del mes.

   Cuando la señora Jang contó esta historia a familiares y vecinos paganos, centenares de ellos se convirtieron a Dios. El día 12 del mes siguiente, a la puesta del sol, volvió a las moradas de Dios.


Conclusión: Quizás hay lectores con muchas preguntas al respecto, que no lograrán ser satisfechas al terminar de leer este articulo, sin embargo, les recomiendo investigar más acerca de la vida más allá de lo visible, porque lo cierto es que mientras estemos aquí en este mundo, habrá tiempo para creer o dejar de creer, pero, yo (en lo personal); creo en Jesucristo y en su Palabra, y estoy convencido (gracias al Señor), que al partir de esta tierra, caminaré por la Nueva Jerusalén.  --¿Y Ud. Mi amado amigo?-- 


El Engaño Final - AELR




Por: Pr. Julio César Barreto


2 Tesalonicenses 2: 1-12

 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,

inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,

y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.

Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira,

a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.

Cuando adquirimos algún producto, este viene acompañado de un instructivo (manual), con la finalidad de familiarizarnos con él, conocer su manejo, características, fabricante, etc.
De  igual manera, Dios (nuestro Padre) nos ha provisto de un excelente e inconfundible instructivo; podríamos  decir que la Biblia es nuestro “Manual de Instrucciones” (permítanme decirlo así de algún modo).
Hoy por hoy se hace más imperativo que antes, conocer muy bien este “Manual”; porque no es un secreto para nosotros, que somos  protagonistas del tiempo final de todas las cosas.
Sí nosotros (voluntaria o involuntariamente) ignoramos esto, hay alguien que no lo hará.  El diablo (mentiroso) ha descendido muy molesto porque sabe que le queda poco tiempo (Apoc. 12:12):

    “... ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo”.


Este mentiroso tiene a su disposición todo un ejército de ángeles caídos, pero también cuenta  (adicionalmente) con un numeroso grupo de seres humanos que le sirven y hacen su trabajo.

El objetivo del enemigo y sus servidores, es llevar a cabo una misión diabólica llamada: “El Engaño Final”, o sea “Una Gran Estafa”. Este plan consiste en confundir, introducir la apostasía en la iglesia, hacer que las personas blasfemen del Evangelio, apartar del “Camino” a la mayor cantidad de almas que le sea posible.

En vista de todo esto es necesario tener en cuenta los siguientes principios:

No. 1 - Estudiar analíticamente  las características peculiares de este tiempo  final.

No. 2 – Conocer y tener siempre presente las palabras (instrucciones) que nos dejaron por escrito nuestro Señor Jesús  y los apóstoles, en cuanto a este tema.

No. 3 - ¿ Cómo enfrentar el “Engaño Final” y derrotarlo?.






 No. 1 – Características del tiempo final

   Este tiempo final se caracterizará  (entre otras) por una proliferación de engañadores. A saber (Mateo 24:23-25)   –  ( 2 Cor. 11: 3, 13-15):

-         Falsos Cristos
-         Falsos Profetas
-         Falsos Apóstoles



Jesús:

24:23 Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis.

24:24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.

24:25 Ya os lo he dicho antes.

Pablo:
11:3 Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo.
11:13 Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo.

11:14 Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.

11:15 Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.



No. 2 Advertencias Apostólicas

La Iglesia se edifica día a día sobre el fundamento de los Apóstoles de Cristo (Efesios 2:20). Así que cada creyente se somete a las enseñanzas claras, inspiradas por el Espíritu Santo, las cuales nos son nuestra Espada del Espíritu, para combatir toda falsedad.

1.- Cristo (Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra profesión)  Hebreos 3:1
     “Ya se los he dicho antes” (Mateo 24:25). Esto es como decir: “No vayan a decir mañana pasado: ¡Ay, yo no sabía! ¡Nadie me dijo nada!”.

2.- Apóstol Pedro (2 Pedro 2: 1-3):

    2:1 Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.

2:2 Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado,

2:3 y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.

3.- Apóstol Juan (1 Juan 4:1):
   4:1 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.


4.- Apóstol Judas (3, 4,11-13,17-23)

    1:3 Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.

1:4 Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.

1:11 ¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré.

1:12 Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados;

1:13 fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas.


1:17 Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo;

1:18 los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos.

1:19 Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu.

1:20 Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo,

1:21 conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.

1:22 A algunos que dudan, convencedlos.

1:23 A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.

1:24 Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría,

1:25 al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.



No. 3  ¿Cómo enfrentar el “Engaño Final” y derrotarlo?

1.- Agarrarnos (fuertemente) de la “Palabra Profética más segura” (2 Pedro 1: 19-21):

   1:19 Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;

1:20 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,

1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.


2.- Ser llenos del Espíritu Santo (Efesios 5: 17-18)

5:17 Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.

5:18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,


3.- Probar a estos falsos Apóstoles,  Profetas, Cristos  (Apoc. 2: 1-2;  1 Juan 4:1)

   2:1 Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto:

2:2 Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;

  
4:1 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.




4.-  Tener memoria de las palabras que fueron dichas por los Apóstoles de nuestro Señor Jesucristo (Judas 17).

1:17 Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo.

Dios (nuestro Padre) bendiga continuamente a su Pueblo y le de entendimiento en todas estas cosas, para que estemos firmes, hasta el día grande y bienaventurado de su Manifestación.



Desenmascarando al Enemigo - AELR






Por: Pr. Julio César Barreto

17Hermanos, sean imitadores míos, y observen a los que andan según el ejemplo que tienen en nosotros.18Porque muchos andan como les he dicho muchas veces, y ahora se lo digo aun llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo, 19cuyo fin es perdición, cuyo dios es su apetito y cuya gloria está en su vergüenza, los cuales piensan sólo en las cosas terrenales. 20Porque nuestra ciudadanía (patria) está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo, 21el cual transformará el cuerpo de nuestro estado de humillación en conformidad al cuerpo de Su gloria, por el ejercicio del poder que tiene aun para sujetar todas las cosas a El mismo.”                         (Filipenses 3:17-21)


  Un enemigo de la Cruz (del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo y de su Obra Redentora en la Cruz), es todo aquel que predica un evangelio diferente al que nos ha sido entregado por Dios y que conocemos como las Sagradas Escrituras.


1:6Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.

1:7 No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.

1:8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.”
(Galatas 1: 6-8).


La Palabra de Dios nos da las claves para quitarles la máscara a estos falsos obreros:

1.- HAY QUE PROBARLOS

        El Apóstol Juan dijo: Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”.
(1 Juan 4:1).

     Esto es justamente lo que hacía la iglesia de Éfeso (probaba los espíritus):
Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;”
                                                     (Apocalipsis 2:2)


2.- ¿Cómo probar a estos falsos ministros? ¿En qué consiste esta prueba?

    Tenemos que comparar lo que ellos afirman  y contrastarlo con “Las Sagradas Escrituras”. Este es el ejemplo que nos dejaron los creyentes de Berea:


Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. Así que creyeron muchos de ellos, y mujeres griegas de distinción, y no pocos hombres.” (Hechos 17: 10-12)



3.- Debemos tomar siempre en cuenta las advertencias de Jesús (y los Apóstoles) acerca de estos falsos obreros.

“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?”
(Mateo 7: 15-16)




En tal sentido, el Apóstol Pablo dijo lo siguiente (2Corintios 11: 13-15)

“Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras”.


Por su parte el Apóstol  Pedro también habló acerca de este tema: (2 Pedro 2: 1-3)

Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme”.





Los obreros fraudulentos de esta actual generación alegan, que no importa que lo que ellos afirmen en sus herradas palabras, no esté en la Biblia; porque ellos son los (supuestos) “ungidos” de Dios, a los cuales El ha escogido para darles nuevas y exclusivas revelaciones para que hagan la Nueva Reforma de la Iglesia. ¡Tamaña mentira!. Es interesante y muy pertinente leer las Palabras del Apóstol San Pablo a la iglesia en Corinto (1 Cor. 2: 6-13):


   “2:6 Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen.

2:7 Más hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria,

2:8 la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.

2:9 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.

2:10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.

2:11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.

2:12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,

2:13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual”.


Pablo afirma que  “Dios no hace acepción de personas” (Gal. 2:6):
Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas), a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron”.


Amados, debemos estar alerta, porque los tiempos son finales y muy malos. Pero la Iglesia del Señor tiene al Espíritu Santo y El nos guiará hacia toda verdad, y estamos en La Verdad. Dios (nuestro Padre) continúe añadiendo bendiciones sobre Ustedes.




                                                       

   

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