Este 1 de marzo ha fallecido Ruth Sánchez Valladares, a los cien años de edad. Este lunes 2 de marzo a las 17 horas se realizará un culto de despedida en el auditorio de la 'Semana Verde', en Silleda.
Vivió gran parte de su vida en la aldea de Vilar, en Pontevedra, una pequeña localidad donde se estableció una iglesia evangélica a principios del siglo XX. Siendo este un lugar de campamentos evangélicos, generaciones de creyentes pudieron conocer a Ruth y apreciar su servicio y testimonio. "Su heroísmo fue notable, y mantuvo hasta su vejez un optimismo vital en medio de una vida dura - dice Xesús Manuel Suárez -. Todos los evangélicos gallegos le debemos mucho a ella".
"Dios me ha dado como regalo una suegra excepcional", dice el locutor y productor de radio Daniel Valuja hoy en una publicación en Facebook. "Todos la conocen como “Abuela Rut”- Y la mantuvo con nosotros hasta que cumplió un siglo. Esta mañana se la ha llevado consigo. Allí estará muchísimo mejor, aunque deja en nosotros un vacío muy grande y las lágrimas afloran sin control. Pero, tenemos que dar, y damos, muchas, muchísimas gracias a Dios, por haberla tenido con nosotros tantos años.
Hasta el último día, literalmente, participó plenamente de todas las alegrías y tristezas de la familia. Seríamos muy ingratos si no diésemos gracias a Dios por su vida. ¡Ha dejado tanto suyo en nosotros! Hasta pronto abuela Ruth". En noviembre, al cumplir cien años, se le celebró el cumpleaños en un acto especial tanto en la iglesia evangélica de Vilar como en el Ayuntamiento de Silleda. El 100º cumpleaños fue una gran fiesta. Ruth conoció al Señor con doce años. "El Señor está buscando.
¿Hay aquí alguna oveja extraviada que quiera llegar al Señor?", recuerda Ruth en una reciente entrevista en Protestante Digital que compartimos a continuación, donde repasa momentos importantes, entre ellos su conversión, y diferentes vivencias que atravesó a lo largo de su extensa vida.
Nota de la redacción de AELR (Ágape en la radio): Desde la distancia (Venezuela), y aunque no tuvimos el privilegio de conocer en persona a nuestra amada hermana "abuela Ruth", sentimos su ausencia, y también la extrañaremos muchísimo. Nos consolamos grandemente en las promesas de nuestro amado Salvador que dice: "Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mi, aunque esté muerto vivirá, y el que vive y cree en mi, no morirá para siempre". Nos reencontraremos aquel glorioso día con nuestra amada Ruth y juntos adoraremos por siempre a nuestro glorioso Señor Jesucristo. Bendiciones y consolación para todos los familiares y amigos de Ruth y para toda la familia de Dios en España.
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