sábado, 21 de noviembre de 2015

Se cumple la Profecía, Israel clama: ¡Queremos que venga el Mesías ya!







Por: Julio César Barreto

Gústele al mundo o no, Israel es el pueblo escogido de Dios. Esto lo afirma una y otra vez la Palabra de Dios. La elección fue hecha de entre todas las naciones: “Porque eres pueblo santo a Jehová tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un pueblo único de entre todos los pueblos que están sobre la tierra” (Dt. 14:2).

Los judíos no fueron escogidos por sus méritos sino porque Dios los ama. “No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos, sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres” (Dt. 7:7-8).

Esta verdad fue confirmada aun en medio de apostasía y desobediencia: “A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra” (Am. 3:2). Aun en los tiempos del Nuevo Testamento, cuando la Iglesia ya había sido establecida, Dios reafirmó su elección. Pablo pregunta; ¿Ha desechado Dios a su pueblo? Y la contestación es bien clara: “En ninguna manera… No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció” (Ro. 11: 1-2).

Recientemente pude leer una noticia publicada en los portales digitales que decía:

“…6.000 rabinos y líderes comunitarios judíos participaron en la Conferencia Internacional de Chabad-Lubavitch. Estuvieron presentes los representantes de las comunidades judías de más de 75 países.

Los líderes judíos acordaron que había llegado el momento de anunciar la solicitud para Dios al cual le pedirán que ‘acelere’ la llegada del Mesías. Por lo que sabemos, es la primera vez en la historia que hay un movimiento coordinado de este tipo, lo que incluye la mayoría de las comunidades judías de todo el mundo.

Las palabras clave fueron: “Decidimos, atendiendo el pedido del público, que Dios Todopoderoso acelere el fin y revele al Mesías ante nuestros ojos “.

Su declaración fue bien recibida por todos los rabinos presentes con un caluroso “Amén.” Inmediatamente, comenzaron a cantar “¡Queremos al Mesías ahora! ¡No queremos esperar!”, esta es una vieja canción, conocida por todos los judíos hssídicos”

Noticias como estas me hacen recordar  las palabras escritas en Mateo 23: 37-39

"¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!
He aquí vuestra casa os es dejada desierta.

Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor”.

Jesús dijo: “Vendré otra vez” (Jn. 14:3). Podemos estar seguros que así lo hará. Pablo escribe que el Señor descenderá del cielo y que los muertos en Cristo resucitarán  y los vivientes serán arrebatados (1 Ts. 4: 16-17). Podemos  esperar confiadamente que justamente esto sucederá. Por otra parte, cuando Juan profetizó que las aguas del rio Éufrates se secarán para dar paso al ejército de los reyes del Oriente (Ap. 16:12), podemos estar convencidos de que todo esto acontecerá algún día.

Aunque sabemos que los eventos profeticos para Israel y los de la Iglesia son en tiempos diferentes, sin embargo, una cosa es común a ambos pueblos: Esperamos a "Jesús" 

Podemos encarar el futuro con plena confianza de que la Palabra de Dios se cumplirá tal como está  escrita. Nuestro Señor dijo que ni una jota ni una tilde quedará sin cumplirse (Mt. 5:17-18), lo que  nos asegura que se cumplirá hasta el más mínimo detalle.

Cristo vino al mundo tal como Dios lo había anunciado previamente mediante los profetas. Y esto es garantía de que Él vendrá otra vez como lo prometió. ¡Yo lo creo!

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Al Maestro con cariño