lunes, 25 de abril de 2016

EL APÓSTOL DE INGLATERRA

William Tyndale fue una de las figuras claves de la propagación del cristianismo en Inglaterra. Es reconocido por haber traducido la Biblia al griego y además de imprimirla en inglés.

  • El apóstol de Inglaterra
Steven Lawson
Imagine vivir en una era donde no se le permite leer la Palabra de Dios y las únicas copias de la Biblia están en griego, latín o hebreo. Un tiempo donde incluso en la iglesia tradicional el sacerdote leía las Escrituras en latín y no se podía en inglés o español. Solamente se podía escuchar lo que decía la gente acerca de las enseñanzas de Cristo. Entonces, como una luz que brillaba en medio de la oscuridad, un hombre, William Tyndale, surgió con una pasión desbordante por Dios y su Palabra.
Tyndale hizo una enorme contribución a la Reforma en Inglaterra. Al respecto, el escritor cristiano Brian Edwards afirmó en su momento que no sólo fue “el corazón de la Reforma en Inglaterra”, “fue la Reforma en Inglaterra”. Además, el reconocido autor evangélico John Foxe, célebre por el “Libro de los Mártires”, fue tan lejos como para llamarlo “El apóstol de Inglaterra”.
William nació probablemente en 1494, en Gloucestershire, en la Inglaterra rural del oeste. En 1506, a la edad de doce años, entró en la Escuela Magdalena, localizada en el interior de la Universidad de Oxford. Dos años después, Tyndale fue admitido en el Magdalen College donde aprendió gramática, aritmética, geometría, astronomía, música, retórica, lógica y filosofía. Luego, obtuvo una licenciatura en 1512 y una maestría en 1515. Antes de salir de Oxford, Tyndale fue ordenado sacerdote en la iglesia tradicional.
Cambridge y el White Horse Inn
Tyndale, posteriormente, fue a estudiar a la Universidad de Cambridge, donde se cree que obtuvo un título. Allí, muchas de las obras de Martín Lutero se habían distribuido entre los profesores y estudiantes, creando gran expectación en el campus. En este entorno, Tyndale abrazó las verdades centrales del movimiento protestante.
En 1521, Tyndale sintió la necesidad de alejarse del ambiente académico y tomó un nuevo trabajo en Gloucestershire, condado situado al oeste de Reino Unido, donde laboró para la acaudalada familia de Sir John Walsh.
Durante este tiempo, se dio cuenta de que Inglaterra no sería evangelizada usando las Biblias latinas. Entonces, según el autor cristiano Robert Demaus, llegó a ver que era imposible establecer a los laicos en ninguna verdad, salvo que las Escrituras se pusieran delante de sus ojos en su lengua materna.
Los sacerdotes locales a menudo venían a cenar en la casa Walsh y Tyndale testificaba de primera mano la terrible ignorancia del clero romano. Durante una comida, discutió con un sacerdote católico, quien afirmó: “es mejor estar sin la ley de Dios que sin la del Papa”. Tyndale con valentía le respondió: “yo he desafiado al Papa y a todas sus leyes”. Luego agregó estas famosas palabras: “si Dios me guarda mi vida por muchos años, yo haré que un muchacho del arado, conozca más de las Escrituras que usted”. A partir de este punto, la misión que condujo su vida fue la tarea de traducir la Biblia al inglés.

A Londres con un plan

En 1523, Tyndale viajó a Londres para solicitar autorización al obispo de esta ciudad Cuthbert Tunstall. William sentía que estaría abierto a su proyecto de traducción, pero Tunstall estaba decidido a evitar la propagación de las ideas de Lutero. El obispo de Londres sabía que una Biblia en inglés, accesible a las personas, desafiaría a la iglesia católica. Tyndale pronto se dio cuenta que tendría que salir del país para llevar a cabo su proyecto de traducción.
En abril de 1524, Tyndale navegó hacia el continente europeo para poner en marcha su traducción. Allí vivió en el exilio como un fugitivo y proscrito. Después de llegar al puerto de Hamburgo, situado en el norte de Alemania, viajó a Wittenberg para estar bajo la influencia de Lutero, quien se había despojado de los últimos vestigios de la autoridad papal. Entonces, comenzó el trabajo de traducir el Nuevo Testamento del griego al idioma anglosajón.
En agosto de 1525, William se trasladó a la ciudad Colonia, establecida a orillas del río Rin, donde completó su primera traducción del Nuevo Testamento. En esta bulliciosa urbe, encontró un impresor, Peter Quentell, para publicar su traducción. Quería que la impresión se mantuviera en secreto, pero la noticia se filtró. Un opositor de la Reforma, Johann Cochlaeus, organizó de inmediato un ataque a la imprenta. Sin embargo, Tyndale fue advertido y escapó hacia una ciudad protestante más amigable: Worms.
En 1526, Tyndale conoció a otro impresor, Peter Schoeffer, quien accedió a completar la edición de su Nuevo Testamento en inglés. Esta fue la primera porción de las Escrituras que fue traducida del griego al lenguaje británico y que se imprimió mecánicamente. Unas seis mil copias fueron impresas en habla inglesa clara y común. Luego, William introdujo de contrabando su Nuevo Testamento en Inglaterra en fardos de algodón.
Esta circulación subterránea del Nuevo Testamento fue conocida por funcionarios de la iglesia tradicional. Tanto el arzobispo de Canterbury y el obispo de Londres se llenaron de ira. Ellos intentaron destruir todas las copias del Nuevo Testamento de Tyndale que pudieran encontrar y declararon como un delito grave comprar, vender o incluso usarla. Pero estas acciones no detuvieron la propagación de la traducción de William.
El 18 de junio de 1528, el arzobispo de York, el cardenal Thomas Wolsey, envió a tres agentes al continente europeo para buscar a Tyndale. También ordenó a John Hacket, el embajador inglés en los Países Bajos, exigir que el regente de esta nación autorizara su detención. Sin embargo, William se retiró a la ciudad de Marburg.

La Traducción del pentateuco

En septiembre de 1528, otro intento se lanzó para seguir la pista de Tyndale. John West, un fraile, fue enviado para aprehender al fugitivo. West llegó a Amberes y comenzó a la caza de William. Recorrió las ciudades e interrogó impresores. Sintiendo la presión, él se mantuvo en Marburg. Entonces, pasó el tiempo aprendiendo por sí mismo hebreo, una lengua que no le había sido enseñada en su paso por Oxford. Con esta nueva habilidad, comenzó a traducir el Pentateuco del hebreo al inglés.
En 1529, William se trasladó a Amberes donde completó su traducción de los cinco libros de Moisés. Sin embargo, se dio cuenta de que el Pentateuco se debía imprimir en otro lugar. Así que abordó un barco para navegar hasta Hamburgo. Empero, una fuerte tormenta golpeó la nave y se hundió frente a las costas de Holanda. Por desgracia, sus libros, escritos y la traducción del Pentateuco se perdieron en el mar.
Después, Tyndale finalmente se dirigió a Hamburgo. Allí fue recibido en la casa de los von Emerson, una familia con fuertes simpatías por la Reforma. En este entorno, emprendió la retraducción del Pentateuco de la lengua hebrea. La tarea la llevó a cabo de marzo a diciembre de 1529. En enero de 1530, los cinco libros de Moisés en Inglés fueron impresos en Amberes. Luego fueron llevados de contrabando a Inglaterra y terminaron distribuidos con rapidez.

Captura y muerte

A principios de 1534, Tyndale se marchó a una casa en Amberes como invitado de Thomas Poyntz, un rico comerciante inglés quien fue, de acuerdo con el biógrafo de Tyndale, David Daniell, un buen amigo y simpatizante leal.
Sintiéndose seguro, Tyndale emprendió la tarea de completar una revisión de su traducción del Nuevo Testamento. Esta segunda edición tuvo unos cuatro mil cambios y correcciones respecto a la edición de 1526.
En el verano de 1535, un alto funcionario de la iglesia, probablemente el obispo de Londres, John Stokesley, contrató a Harry Phillips para encontrar a Tyndale. Phillips viajó a Amberes y comenzó a hacer los contactos necesarios entre los comerciantes ingleses. Cuando se encontró a Tyndale, estableció amistad con él y se ganó su confianza casi de inmediato. Entonces, un día atrajo a William un lugar estrecho donde lo arrestaron.
Tyndale fue encarcelado en el castillo de Vilvoorde, a seis millas al norte de Bruselas. Allí, languideció durante casi un año y medio mientras se hicieron los preparativos para su juicio. Luego, en agosto de 1536, William por fin fue sometido a juicio. Una larga lista de cargos se elaboró en su contra y fue condenado como hereje. El 6 de octubre de 1536 fue estrangulado y quemado.

Fuente: impactoevangelistico.net

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