Por: Pr. Julio César
Barreto
Porque él librará al menesteroso que clamare, Y al
afligido que no tuviere quien le socorra. (Salmo 72:12)
Aconteció en una Empresa de Textiles la cual poseía maquinarias de complicado
manejo, que con la finalidad de evitar
accidentes, desperfectos, y pérdida de tiempo por causa de reparaciones; se
impartieron instrucciones para todo el personal encargado de su manejo y en
lugares estratégicos de la Fábrica se colocó la siguiente advertencia: “Si los hilos se enredan, llame al
Supervisor”.
A uno de los empleados se le enredaron los hilos e hizo
justamente lo contrario, comenzó a tratar de arreglarlo todo por su propia
cuenta. Por más que lo intentó, lo único que logró fue complicarlo todo aun
más. Cuando al fin llegó el Supervisor le preguntó: --¿Por qué no me llamó a mi
inmediatamente que surgió el problema?—El empleado respondió: --Creí que podría
arreglarlo yo mismo— El Técnico arregló todo el desperfecto y luego le dijo:
--No olvide que usted debe obedecer lo que dicen los carteles colocados en toda
la Fabrica: “Si los hilos se enredan,
llame al Supervisor”. No trate de arreglarlo por usted mismo; llámeme a mí.
Entre tantas bendiciones que el Señor nos ha dado y que
inmediatamente aprendemos, es que cuando surgen dificultades y todo parece
enredarse (complicarse), no hay realmente algo mejor que confiar en nuestro
Dios. Es entonces cuando se hace evidente ante nosotros, las palabras: “Clama a mí y yo te responderé” (Jer.
33:3).
Para ello lo primero que debemos hacer es orar y dejarnos guiar por las
instrucciones, que el Señor nos dará, cuando leyendo y meditando en Su Palabra;
el Espíritu Santo hablará a nuestro corazón, y El proveerá de alguna manera, lo
que exactamente debamos hacer.
No se nos ha prometido una vida sin dificultades, pero a
cambio de eso, se nos ofrece la ayuda oportuna para cuando surjan los
problemas. La Moraleja (enseñanza que sirve de lección) es: “Cuando surjan los problemas (los hilos se
enreden), no trate de arreglarlos por su propia cuenta, llame (pida ayuda) al
Señor”.
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