miércoles, 25 de mayo de 2016

22 consejos para plantadores de iglesias

   


Por: José Mercado

Hace 10 años el pastor de la iglesia a la que pertenecía invitó a mi esposa y a mi a cenar. En medio de la cena, sin esperarlo, me preguntó si había considerado un llamado pastoral para mi vida. Esa noche, esa pregunta cambió nuestras vidas. Amo ser pastor, no lo cambiaría por nada; aunque mirando al pasado puedo ver varias cosas que hubiera hecho diferentemente.
Entonces, me gustaría compartirles algunos puntos de sabiduría para ayudar a aquellos que están considerando plantar una iglesia. Algunos de estos principios no son dogmas, pero pienso que se puede encontrar sabiduría en muchos de ellos. Vale la pena mencionar que estoy asumiendo que el plantador está plantando con la ayuda de otros.

Durante el proceso de evaluación

1. Busca una multitud de consejo.
Durante el proceso de plantación de la iglesia que pastoreo, la organización Sovereign Grace Churches (un grupo de iglesias a la cual pertenezco) proveyó siete pastores con diferentes trasfondos, experiencias e intereses para evaluarme. Trajo mucha paz a mi vida el que siete diferentes líderes con mucha experiencia llegaran a la misma conclusión de que veían un llamado ministerial en mí. Esto afirmaba que mi deseo de plantar no era ni un invento ni un capricho personal sino seguía el patrón bíblico de afirmación externa a un llamado interno.
2. Busca consejeros con experiencia.
Es crucial que no solo obtengas consejo de varios pastores, sino que tengas evaluación de pastores con experiencia. Pastores que puedan ayudarte a identificar si los pecados que abundan en jóvenes están presentes de una forma abundante en tu vida. No será fácil que un joven arrogante pueda ver arrogancia en ti, pero será más fácil que un adulto paciente te pueda ayudar a ver estas debilidades y considerar si hay que esperar o detener el proceso por tu bienestar y el de la iglesia.
3. Busca consejo imparcial.
Es importante que la decisión final sobre tu cualificación para plantar venga de alguien que no se beneficiará de ti. Por ejemplo, las personas que deberías escuchar son tu esposa, tu pastor actual y algún pastor que te aconseja con frecuencia. Quizás no sea lo más sabio depender del líder o catalizador de plantación al que vas a pertenecer.
4. Asegúrate de no tener una agenda.
Tu llamado más importante ya fue cumplido, fuiste llamado de tinieblas a luz. Si Dios te da un llamado ministerial eso es secundario. Si tu agenda es encontrar a alguien que te apoye a plantar te aseguro que encontrarás a alguien. Sabes que no tienes una agenda cuando alguien que te ama, quiere lo mejor para ti y te dice que no estás preparado.
5. Asegúrate que tu esposa siga tu liderazgo.
Esto es de suma importancia. Si no puedes guiar a tu esposa no vas a poder guiar a la iglesia. Asegúrate que ella voluntariamente esté siguiendo en fe tu llamado a servir. No la hagas sentir culpable o menos espiritual si ella tiene dudas sobre la posibilidad de plantar. Tú estás llamado a guiarla en amor. De esta forma puedes llevarla a estar en la posición de servir sin sentirse coaccionada. De lo contrario, forzarla hacia esta decisión es una receta para el desastre. También deben hablar si hay doctrinas importantes donde hay diferencias entre ustedes. Asegúrate que ella se sienta cómoda con estar en una iglesia que difiere en estos puntos.
6. Ten paciencia.
Dios ha cuidado Su iglesia por siglos. Que tengas que esperar un año no va a detener el plan de Dios. Es mejor retrasar la plantación y trabajar en crecer en tu carácter que plantar la iglesia y tener que entregarla por descalificación de carácter. En estos años hemos visto muchos ejemplos de pastores jóvenes que se hubieran beneficiado de esperar.
7. Pon la teología en la mesa.
Sé una persona íntegra al exponer todas tus posturas teológicas con el grupo que te ayudará a plantar. Sería poco íntegro guardar o cambiar de posición para recibir apoyo o ayuda de un grupo.
8. Si eres un neófito teológico, espera.
Digamos que recientemente has cambiado en tus convicciones bíblicas, por ejemplo te has hecho reformado, abrazaste las doctrinas de la gracia o llegaste a una nueva conclusión neumatológica. Es sabio que le des tiempo a que estas doctrinas maduren en ti y así puedas crecer en paciencia con otros que no las tienen. Además es poco probable que puedas defender correctamente un argumento de aspectos teológicos importantes de tu pastorado que acabas de entender tan solo hace un año.

Durante la preparación de la plantación

9. Mantén una buena relación con el equipo.
Es de suma importancia conocer y servir a aquellos que serán parte del grupo de plantación. Debes comenzar a mover el enfoque de tus relaciones hacia aquellos que estarás sirviendo.
10. Asegúrate que los miembros del equipo quieren que tú seas su pastor.
Esto puede traer muchos problemas. Hay personas que desean ser parte del equipo de plantación solo por motivaciones o deseos de alcanzar una posición ministerial.  Asegúrate que puedan verte como su pastor y como aquel que lidera cualquier deseo ministerial en la vida de ellos.
11. Asegúrate de dar una dirección teológica para la iglesia.
Hay muchas cosas que no se podrán hacer a la perfección desde el comienzo de la plantación. Déjale saber a la congregación cuál es la meta teológica que se quiere lograr y la forma en que van a cumplirla. Por ejemplo, la pluralidad de ancianos no siempre se puede lograr al comienzo de una plantación. Sin embargo, es importante dejarle saber a la congregación que crees en la pluralidad de ancianos y cómo estás practicando este principio en forma interina hasta que se pueda lograr lo que la Biblia enseña.
12. Asegúrate de no tener ambición pecaminosa.
Este es uno de los principios más importantes. Por causa del pecado, es imposible tener motivaciones completamente puras; pero solo tú sabes si lo que deseas es reconocimiento o auto realización. Una de las formas de  conocer tus motivaciones sería ver tu reacción al hacer algo y que nadie lo reconozca. El pastorado no es glamoroso y la mayoría de las tareas que se realizan solo las verá Dios. Si buscas reconocimiento personal te vas a frustrar rápidamente.

Durante la plantación

13. Relaciónate con pastores con experiencia.
Asegúrate de tener pastores con experiencia y canas que puedan verificar tu vida y ayudarte a navegar decisiones difíciles. Ellos pueden ayudarte a tomar decisiones sobre involucramiento extra local y qué tanta atención debes dar a actividades extra locales. Tengo cerca de 5 pastores mayores de 60 años que me ayudan. Estos son lo que usualmente me dicen “no te defiendas”, cuando alguien escribe algo ofensivo en Facebook o “ten paciencia con esa oveja”. En verdad la sabiduría que ellos traen a mi vida es invaluable. Gracias John, Larry, Al, Jim, Miguel, entre otros.
14. Relaciónate con gente piadosa que no siempre estén de acuerdo contigo.
Soy continuista, pero tengo amigos cercanos que son cesacionistas. Esto me ayuda a poner en práctica el amar a personas con las que difiero. Me ayuda el poner afecto en el argumento y amor en la discusión.
15. Mantén expectativas realistas.
Es fácil pensar que serás el próximo Piper, con el tamaño de la iglesia de Keller, con la exposición internacional de Núñez y la cantidad de libros publicados de MacArthur. La realidad es que las estadísticas dicen que la mayoría de nosotros seremos pastores anónimos y eso debe ser suficiente. El ministerio es sobre poder tener influencia. Solo Dios determina que tan amplia será la influencia de tu ministerio. Es triste ver a personas forzando tener influencia en lugares donde Dios no se las está dando.
16. Cuida a tu familia.
Muchas veces los plantadores no se dan cuenta que una de las cosas que te pueden descalificar del ministerio es no cuidar tu familia. Muchas veces el ídolo del ministerio hace que llevemos la familia al altar en búsqueda de nuestra realización. En nombre de expandir el reino sacrificamos aquello que es más importante. Limita tus viajes mientras tengas niños pequeños, asegúrate de dedicarle tiempo. Para mi es de vital importancia que tu casa esté llena de risa, amor y memorias. Asegúrate que el calendario de tu esposa no esté sobre cargado con actividades. Si es posible tengan tiempos frecuentes de descansar y dedicarse tiempo como familia. Damos nuestras vidas por el evangelio pero no sacrificamos aquello que Dios nos ha enviado a cuidar, nuestras familias.
17. Asegúrate que tu esposa te quiere escuchar predicar.
Siempre le digo a mi esposa Kathy: “Dime cuando ya no puedas escucharme predicar porque lo que predico es contrario a lo que vivo en casa”. Si no puedes ser el pastor de tu esposa cómo vas a poder ser el pastor de tu iglesia.
18. Pon reglas para interaccionar con damas.
Establece reglas claras de cómo vas a interaccionar con damas y nunca estés solo con una mujer que no sea tu esposa. Por ejemplo, no acostumbro tener conversaciones ni en público ni en privado con damas que estén solas y sólo doy consejería cuando mi esposa está en la casa. También hay ciertos temas que puedo hablar con una mujer en consejería solo si mi esposa está presente.
19. No busques ser una celebridad.
Lucha en contra de la tentación de buscar afirmación en ser reconocido. Ya eres conocido por quien es más importante: Dios. Aprende a contestar “no” más a menudo durante los primeros años de ministerio. Eso muestra una actitud de humildad y de pelear la tentación en buscar influencia fuera de la iglesia local.
20. Asegúrate de ser un estudiante.
El pastor es un maestro. Santiago dice que seremos juzgados más severamente por esto. Recuerda mantener una actitud de estudiante. Esto se puede lograr ya sea tomando clases en un seminario, asistiendo a conferencias o leyendo. Pero también mantén una actitud abierta a aprender de miembros de tu iglesia que traigan argumentos bíblicos sólidos a una conversación. La autoridad está en la Biblia,  no en ti.
21. Asegúrate de darle prioridad a la plantación.
Especialmente en los primeros cinco años de la plantación, tu prioridad debe ser levantar la iglesia. Tu ausencia los domingos debe ser mínima y debes hacer claro a la congregación que tu prioridad es edificar esta iglesia local y no tu ministerio extra local. Ten personas que te ayuden a tomar decisiones sobre oportunidades fuera de la iglesia local. Evalúa tu reacción cuando no apoyen que asistas a una actividad en la que deseas participar. Que las invitaciones que aceptes sean aquellas que benefician más tu iglesia local que aquellas que ayudan a que tú tengas una plataforma más amplia. Por ejemplo, para mi es prioridad escribir para Coalición porque me obliga a escribir artículos que benefician a la iglesia local que sirvo.
22. Mantén el evangelio en el centro.
Esto es lo más importante. No estamos para entretener, ser relevantes o llenar locales. Estamos para predicar a Cristo y ayudar a la iglesia a aplicar el evangelio en sus vidas. Apóyate de la predicación expositiva, la teología bíblica, teología sistemática y exégesis sólida para lograr esto.

Fuente: http://www.thegospelcoalition.org/

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