Por: Julio César Barreto
Habló más Jehová a Moisés, diciendo:
"Tomarás especias finas: de mirra excelente quinientos siclos, y de canela aromática la mitad, esto es, doscientos cincuenta, de cálamo aromático doscientos cincuenta,
de casia quinientos, según el siclo del santuario, y de aceite de olivas un hin.
Y harás de ello el aceite de la santa unción; superior ungüento, según el arte del perfumador, será el aceite de la unción santa.
Con él ungirás el tabernáculo de reunión, el arca del testimonio,
la mesa con todos sus utensilios, el candelero con todos sus utensilios, el altar del incienso,
el altar del holocausto con todos sus utensilios, y la fuente y su base.
Así los consagrarás, y serán cosas santísimas; todo lo que tocare en ellos, será santificado.
Ungirás también a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás para que sean mis sacerdotes.
Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Este será mi aceite de la santa unción por vuestras generaciones.
Sobre carne de hombre no será derramado, ni haréis otro semejante, conforme a su composición;santo es, y por santo lo tendréis vosotros.
Cualquiera que compusiere ungüento semejante, y que pusiere de él sobre extraño, será cortado de entre su pueblo". Exodo 30: 22-33)
Con el aceite
de la unción sagrada, se debía ungir la cabeza del Sumo Sacerdote, los
utensilios del tabernáculo, y los hijos de Aarón. Es una figura del Espíritu
Santo, que testifica a los adoradores acerca de los sufrimientos de Cristo. Se
hallaba formada con cuatro sustancias distintas: la mirra, la canela
aromática, el cálamo aromático y la casia.
Mirra: Es una savia que gotea de los cortes o heridas que se le
hacen al árbol que la produce. Fue ofrecido por los Magos (entre otros
presentes) al Niño Mesías acostado en el pesebre (Mateo 2:11). Fue
también uno de los perfumes del bálsamo preparado por Nicodemo y José de
Arimatea, cuando pusieron en un sepulcro nuevo, el cuerpo de Aquél que venía de
padecer los sufrimientos del Calvario, dando Su vida para la salvar a los
pecadores y rendirle gloria a Dios.
El
nombre de “mirra” en hebreo viene de la palabra que significa “amargura.”
Todavía hoy día, la resina del arbusto de mirra se puede utilizar en ungüentos
medicinales. En tiempos antiguos, era muy importante para la elaboración de
perfumes e incienso, y tenía mucho más valor que el oro.
Como la mirra tiene propiedades curativas,
representa la sanidad y purificación espiritual como parte de la unción del
creyente.
Canela
Aromática:
Proviene de la corteza de un árbol de la familia del
Laurel. Es un árbol sumamente oloroso, siempre está verde. Es la imagen de
Cristo como hombre perfecto en la tierra, de quien emanaba siempre un perfume
agradable a Dios. La
canela ha sido conocida desde tiempos remotos, y era altamente valorada entre
las antiguas naciones por ser un regalo digno de monarcas y otros poderosos. Era una especia muy valiosa y muy difícil de
obtener.
Porque
el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago
siempre lo que le agrada. (Juan 8:29)
Cálamo:
La caña o el cálamo aromático es una hierba con hojas alargadas como espadas, y
flores amarilla-verdosas. Para extraer su esencia, el cálamo debe ser quebrado
y triturado. Luego imparte su dulce fragancia. ¿Sabe lo que eso implica?
Mientras más se tritura el cálamo, más fragancia esparce. Simboliza la flaqueza humana, su
debilidad. Es delgada y frágil y crece
en los pantanos, a orillas de los ríos. Así
anduvo Cristo en esta tierra; no tuvo donde recostar su cabeza, padeció
hambre, sed, cansancio físico. La vida perfecta de Cristo provocó la oposición
del mundo, y mientras sufría tal oposición el perfume del cálamo aromático
subía hacia Dios.
Y
andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a símismo por
nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. (Efesios
5:2)
Casia
Es el fruto de un árbol grande y frondoso. Significa la grandeza, la
dignidad de Cristo. El Árbol es tipo de lo humano, en el caso de “Jesús” fue el
Árbol Perfecto. La
palabra hebrea para casia viene de la raíz “kadad”, que significa “doblegarse,
inclinarse o encorvarse.” Los que han
sido ungidos por el Señor se han inclinado humildemente ante Él.
“Humillaos,
pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que El os exalte a su debido tiempo” (1 Ped. 5:6).
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda
compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros , pero sin
pecado. (Hebreos 4:15)
Aceite (Oliva):
El aceite es símbolo del
Espíritu Santo. La palabra “símbolo” viene del griego, y literalmente significa
“tirar juntos,” pero actualmente indica un objeto que es utilizado para
representar a otro.
“El
Espíritu del Señor esta sobre mí, porque me ha ungido para anunciar el
evangelio a los pobres. Me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos, y
la recuperación de la vista a los ciegos; para poner en libertad a los
oprimidos…” (Luc.
4:18/ Is. 61:1).
“Es como el óleo precioso sobre la cabeza, el cual desciende sobre
la barba, la barba de Aarón, que desciende hasta el borde de sus vestiduras. Es
como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion; porque allí
mandó el SEÑOR la bendición, la vida para siempre” (Sal. 133:2-3)
Comentario de Matthew Henry: Isaias 61: 1-3; Lucas 4: 18-19 describen la
totalidad de la obra que vino Jesús al mundo a realizar: “[El texto en Lucas 4
explica], primeramente, cómo [Jesús] estaba cualificado para la obra: El
Espíritu del Señor está sobre mí. Todos los dones y bendiciones del Espíritu le
fueron conferidas, no limitadamente, como sobre algunos profetas, sino sin
medida (Jn.3:34). Él vino en el poder del Espíritu (v.14).
En
segundo lugar, [el texto explica] cómo fue comisionado: porque me ha ungido, y
me ha enviado. Sus extraordinarias cualidades resultaron en una comisión. El
ser ungido significa tanto el haber sido preparado para la obra, como el haber
sido llamado para la misma.
Dios
unge a los que envía para un servicio. ‘Debido a que me ha enviado, también ha
enviado conmigo a Su Espíritu.’
En
tercer lugar, [Lucas 4 explica] el tipo de obra que vino a hacer: Estaba
cualificado y comisionado para ser un gran Profeta,…un gran Médico…, y un gran
Redentor….”
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