lunes, 29 de febrero de 2016

Las mamás también se enferman. 3 poderosas formas de hacerlas sentir mejor

   

Las mujeres maravillas que se enferman, también requieren de cuidados y grandes demostraciones de amor por parte de sus hijos.

Por: Elizabeth González Torres

Algunos de nuestros superhéroes favoritos —mientras somos niños y aún de adultos— son precisamente nuestros padres. En ocasiones los visualizamos como hombres y mujeres maravillas que todo lo pueden y que nada los daña. En particular, por su labor de educar, cuidar y motivar, son las mamás las que se llevan el reconocido título de ¡mujeres maravillas! Siempre dispuestas a servir, dar, impulsar, guiar, enseñar y amar. Siempre fuertes y valientes ante los desafíos que enfrentan sus familias. 

Siempre invencibles y resistentes a cualquier problema o mal momento. Sin embargo, al convertirnos en adultos, podemos comprender que las mamás, a pesar de ser mujeres maravillas, también se enferman y sufren y tienen miedo y lloran y se entristecen. Es solamente a través del proceso de crecer y madurar que podemos captar todos los esfuerzos y sacrificios que hacen estas excepcionales mujeres para proporcionarnos seguridad, confianza y amor.
  • Ciertamente, las mamás súper poderosas también se enferman y requieren de cuidados. Como toda persona, necesitan que alguien las consuele, las apoye y las cuide. Quizá en muchas de las ocasiones –acostumbradas a ser ellas las fuertes– se llegan a sentir culpables al ver que sus hijos abandonan sus actividades por tener que cuidarlas.
    No obstante, ¿quién mejor que —sus hijos— para cuidar de esas mujeres maravillas que nos han obsequiado su vida entera? A continuación te comparto tres poderosas formas en que puedes hacer sentir mejor a tu madre, en la tristeza, el dolor y la enfermedad.
  • 1. Siempre regala una sonrisa

    Una de las cosas que más atesoran las mamás son las sonrisas sinceras de sus hijos. Con una sencilla sonrisa podemos tocar sus corazones y hacer que los malestares que ellas tengan, por tal o cual enfermedad, disminuyan o sean más soportables.
    Así que sonríele cada vez que puedas. Sonríe al mirarla por primera vez en el día y al llegar la noche, al darle sus medicamentos o ayudarla a trasladarse de habitación. Sonríele y hazle sonreír cuando la tristeza y el sufrimiento pretenda invadirla por completo.
    Sin duda, el poder de tu sonrisa —como hijo— es uno de los mejores antídotos que puedes compartir con esa hermosa mujer a las que llamas ¡Mamá!
  • 2. Escúchala con atención

    Las madres necesitan hablar sobre sus preocupaciones, sus malestares, sus inquietudes e incluso sus temores. Necesitan que alguien las escuche con verdadero interés y atención. Como toda persona enferma, tu mamá requiere sentirse acompañada y atendida. Quizá nunca lo diga abiertamente, pero a ella también le gusta que la consientan cuando no se siente bien.
    Por eso, no dudes en propiciar lindas y fortalecedoras pláticas con ella. Muéstrale que tienes interés en su vida, en sus sueños, en sus temores y en sus esperanzas. Hazle sentir que nunca estará sola, que tú siempre estarás ahí para protegerla, cuidarla y apoyarla en todo momento.
  • 3. Abrázala y dile cuánto la amas

    Como hijos, muchas veces damos por sentado que nuestras mamás saben cuánto las amamos. Pensamos que no es necesario decirles verbal o físicamente todo el afecto que les tenemos. Suponemos que ellas saben leer nuestros pensamientos y sentimientos, como las mujeres maravillas que son. Sin embargo, las madres requieren que sus hijos —los seres más especiales e importantes en su vida— se detengan un momento a besarlas, abrazarlas y decirles cuánto las aman, más aún cuando se encuentran enfermas y tristes.
    Si ahora mismo tienes enferma a tu hermosa mamá, sé capaz de transmitirle todo el amor y agradecimiento que tienes para con ella. Que a través de tus cuidados y comprensión esta maravillosa mujer pueda sentir un poco de alivio y ánimo para salir de la enfermedad —sea cual sea ésta—. Haz todo cuanto esté a tu alcance para devolverle un poquito de lo mucho que ella te ha dado.
  • Finalmente, nunca olvides que hoy y siempre, ella será tu más amada y admirada mujer maravilla, por tener el mayor de todos los dones y poderes del mundo: el amor de una madre.



Fuente: http://www.familias.com/

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